¿Cómo lograr civilidad política?

EL UNIVERSAL

En las contiendas políticas la civilidad se pone siempre a prueba ante el peso de los fanatismos y de la guerra sucia. En este tema México no presenta buenas cuentas. En las décadas recientes baste mencionar el asesinato del candidato Luis Donaldo Colosio en 1994.

El problema no es exclusivo de nuestro país. El encono y la división pueden hacer estragos en cualquier sitio. En junio de 2016, a unos días de celebrarse el referéndum en Gran Bretaña sobre su permanencia o salida de la Unión Europea —el llamado Brexit—, fue asesinada la diputada Jo Cox, opositora a abandonar los ideales europeos.

Ir de la confrontación electoral e ideológica a la agresión física es pasar sobre los principios democráticos. En actos de precampaña realizados recientemente en la Ciudad de México se han registrado disturbios que han terminado en enfrentamientos entre asistentes y en lanzamiento de objetos a precandidatos.

Ante esos hechos ayer se concretó el pacto de civilidad al que convocó la autoridad local. Firmaron el documento siete de los 10 partidos que contenderán en los comicios capitalinos del 1 de julio. El acuerdo garantiza el ejercicio de los derechos a la libre expresión, de reunión y de libre manifestación.

Mientras no exista el compromiso real de partidos y de sus dirigentes para no alentar a simpatizantes a actuar contra los adversarios políticos la situación poco cambiará, sin importar el número de pactos que se firmen.

La principal señal de que se busca modificar el clima de las precampañas debe ser el cambio en los discursos de los aspirantes a gobernar la Ciudad de México. Se requiere dejar las descalificaciones al contrincante y enfocarse principalmente en las propuestas que sirvan para mejorar la vida diaria del habitante de la capital.

También será clave que los hechos de violencia registrados hasta ahora sean esclarecidos por la autoridad. La resolución correcta de las denuncias presentadas será un bono de confianza para el proceso electoral. Los tres partidos que no acudieron interpusieron denuncias por las agresiones registradas en el momento que se disponían a iniciar mítines.

Cuando se respete la postura política e ideológica del rival político en la Ciudad de México, se apueste más por la ciudadanía y queden sepultados los discursos incendiarios, se habrá consolidado un eslabón importante en la vida democrática capitalina... Y lo mismo vale para todas las precampañas y luego en las campañas hacia el 1 de julio.

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