”Reconstrucción de Juchitán tardará 3 años”

La ausencia de la autoridad para vigilar aumento de precios en materiales ha causado retrasos

Gustavo y Francisca son un matrimonio que vive debajo de un refugio de lonas, el cual fue un regalo de un grupo de personas que llegaron a ayudar después del sismo; su casa en reconstrucción sigue en obra negra. Foto: Roselia Chaca
Especiales 02/09/2018 16:00 Roselia Chaca Juchitán de Zaragoza, Oaxaca Actualizada 09:34

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Debajo del gran chicozapote plantado en medio del patio de la casa,  dos lonas  se pelean por proteger un refugio armado con tubos PVC. En la puerta de la casa provisional Gustavo se refresca  en su silla, mientras escucha las noticas en un pequeño radio, mientras Francisca, su esposa, prepara la comida.

El refugio no tiene divisiones, funciona como sala, dormitorio con dos catres y una hamaca, además de cocina y comedor; todo en un mismo espacio. Enfrente se eleva una casa en obra negra y sin piso, mucho más pequeña que la que el terremoto derribó.

El refugio de lona fue un regalo  después del sismo del 7 de septiembre,  así que el primer aniversario de la tragedia los agarrará debajo del árbol y de las lonas, como a muchas familias de Juchitán que siguen en esta situación por el atraso en la reconstrucción.

Francisca es zapoteca,  lo mismo vende flores, comida o piedras, lo que sea para no pasar hambre. Siempre tendrán algo que comercializar, pero aun así, la crisis que todos atraviesan la obligó a suspender la reconstrucción de su casa hasta que la situación mejore, mientras, sigue dando gracias a Dios por tener una casa de lona.

También, agradece porque  las últimas  bolsas de sopa, frijoles,  latas de sardina  y  café de  las despensas que recibió hace un año,  por ayuda humanitaria,  le servirán para un par de semana más.

“Aunque no he terminado mi casa, tengo donde dormir y tengo qué comer. Un año en esta lona, pero no tenemos más”, comparte mientras muestra  la poca despensa que le queda.

Explica que cuando la lluvia inunda su refugio se pasan a una casita de madera que armaron con los restos de la casa vieja  y las láminas que les donaron.

Lenta reconstrucción

Alberto Sánchez es arquitecto con más de 20 años de experiencia y  está a cargo de varios proyectos de construcción con fines humanitarios en Juchitán, por ello no titubea al asegurar que por factores sociales y económicos la reconstrucción será de tres años.

“Llevamos un año y muchas personas apenas comenzaron a construir, esperaron que la mano de obra dejara de escasear y por lo tanto estuviera más barato, que el costo de los materiales se estabilizara. Se notará la reconstrucción terminada cuando tengamos un hospital funcionando, un mercado nuevo, la mayoría de las  viviendas levantadas y las calles libres para transitar. Ahorita no”, explica

Lo que explica Alberto se debe a que en un año aumentó entre  25 y 30%  el costo de construir el   metro cuadrado de  vivienda, pues  pasó de 5 mil pesos antes del sismo a 6 mil 500,  debido a que el precio de varilla, cemento y  grava sigue disparándose. 

“Antes, un camión  de arena iba de 700 a 900 pesos, ahora cuesta 2 mil pesos. El cemento costaba  mil 400 pesos la tonelada, ahora está a 3 mil 200 pesos. Es un 25 o 30% de aumento ningún constructor puede amortiguar, por eso  existen los problemas de incumplimiento de los trabajos”, dice. 

Agrega que la ausencia de autoridades de los tres niveles para dar seguimiento a la reconstrucción también contribuyó  a que ésta avance  lenta porque “dieron las tarjetas y se fueron” sin      controlar los precios, ni sancionar los abusos de los materialistas y los comercios. “Tampoco  se verificó si las nuevas obras cumplen con los reglamentos de construcción”, denuncia el arquitecto.

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