La Negrada: el cine voltea a mirar a los pueblos afro

El director oaxaqueño, Jorge Pérez, dedicó cuatro años a filmar la primera cinta de ficción sobre comunidades negras; lo hizo sin actores profesionales

Ninguno de los actores tenía experiencia en la actuación, pues los afros no tienen representación en el cine: Foto: Cortesía
Especiales 13/08/2018 16:50 Fernando Miranda Ciudad de México Actualizada 12:24

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Cuando Jorge Pérez Solano decidió que su tercera película sería sobre los pueblos afro se encontró con un problema: en México no existen actores, directores, ni escritores de origen afrodescendientes.

Fue precisamente ese obstáculo el que convenció a este cineasta oaxaqueño, originario de Huajauapan de León, de la necesidad de narrar historias sobre los pueblos de la Costa negra de Oaxaca y obligar al cine a mirar a estos mexicanos “que nadie  ve”.

 “Cuando los discursos oficiales hablan de una multiculturalidad y una inclusión de todos los mexicanos yo me pregunto: ¿Dónde están los negros en el cine?”, expresa.

El resultado de la travesía es La Negrada, la primera película de ficción filmada en poblaciones afrodescendientes de México,  sin la participación de actores ni actrices profesionales y que se estrenó de manera comercial este fin de semana en la Cineteca de la Ciudad de México. 

En entrevista con EL UNIVERSAL el director mixteco, cuyo nombre está detrás cintas como Espiral (2010) y  La Tirisia (2014),  explica que el proyecto tardó cuatro años  en concretarse, desde su concepción hasta el producto final y que  fue durante ese tiempo que logró ganarse la confianza de una comunidad, muchas veces engañada. 

“No fue nada fácil, no me creían, es una población que ha sido engañada muchas veces. La gente va  y les toma fotos, buscan historias o  temas de investigación,  bajan dinero y a ellos no les toca nada”, dice el director y agrega que su mayor miedo era saber que les cambiaría la vida a los participantes.

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Una vez que logró la confianza de los lugareños, el proyecto avanzó y significó ingresos no sólo para los actores, sino para lancheros, comerciantes y músicos.

Para Pérez Solano, la motivación principal para sacar adelante la historia era visibilizar a una población que pocos reconocen, incluso en la misma entidad, aunque suman 1.38 millones de mexicanos, es decir el  1.2% de          la población nacional, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

“Nos hemos encerrado en un estereotipo de mexicano y oaxaqueño: tú ves a alguien afro, blanco y mestizo, como yo, y no sabes a quién decirle oaxaqueño”, señala.

Con la idea de mostrar esa realidad, recurrió a la historia de Neri, un hombre casado con Juanita, con quien procreó a su hija Sara, pero que al mismo tiempo mantiene una relación con otra mujer  con quien tuvo tres hijos. Ambas saben de la existencia de la otra familia y lo toleran.

La práctica retratada en La Negrada, explica el director, se conoce como “queridato” (que proviene de querida) y  en las poblaciones afro, como Pinotepa  y Chacahua, donde se filmó la cinta, aún existen relatos de casos similares.

La Negrada, como todas las películas de Pérez Solano, se desarrolla en Oaxaca. A pesar de ello,  en la entidad no existe una fecha  de exhibición. En cambio  podrá disfrutarse en octubre en la plataforma de streaming Amazon.

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