Poesía indígena, la resistencia vive en la palabra

Poeta defiende su lengua natal entre versos; desigualdad es el principal obstáculo, acusa

Foto: Edwin Hernández / EL UNIVERSAL
Especiales 20/03/2019 16:15 Alicia Pereda y Joset Martínez Ciudad de México Actualizada 16:19

[email protected]

“Yo quiero que sepan que la lengua, que por años les dijeron que no servía para estudiar y ser gente de razón, es una lengua que se puede hablar, escribir, difundir y amar”, dice Nadia López García, poeta ñuu savi.

Con 27 años de edad y originaria de la mixteca alta, a Nadia las palabras le brotan como semillas que necesitan florecer en la tierra de los “sin derechos”, aquellos a quienes se les enseñó a tener miedo de hablar y pensar en su lengua, aquellos que resisten en silencio.

Con su pluma, Nadia lo mismo convierte en versos sus anécdotas del pasado, que las historias de las mujeres mixtecas que, difícilmente, pueden hablar de su cuerpo.

De acuerdo con el escritor nahua Martín Tonalmeyotl, en México son unos 130 los poetas que escriben en su lengua originaria, la mayoría se concentra en los estados de Oaxaca, Chiapas, Yucatán, Quintana Roo y Ciudad de México. Nadia es una de ellas.

Sin embargo, más que considerarse poeta, esta joven artista ve en el género de los versos un medio para nadar contracorriente, para enfrentar las olas de un mar donde el español se conoce como el único idioma para concebir la vida.  

Su historia familiar ha marcado el rumbo de sus versos. Ella aprendió tu’un savi (mixteco) después de los siete años; su madre, quien fue violentada por hablar en su lengua, se negaba a enseñárselo.

—Los recuerdos de mi mamá con el mixteco son de alguien que se escondía para hablarlo. Ahora que lo pienso, nosotros éramos niños y aún así tenía miedo, no alcanzo a imaginar el temor que sentía frente a alguien mayor que desconociera el mixteco.

Un mundo cerrado

En su visión del mundo, Nadia tiene claro que la desigualdad premia, incluso, en las comunidades indígenas, donde se ha socializado la necesidad de hablar español para conseguir desde la oportunidad de ir a la escuela hasta curarse una gripe.

—Pareciera que en México se han olvidado de que hay más lenguas para soñar, amar, escribir, platicar y hacer un montón de cosas. Si no hablas español te ponen en una categoría de menos valor, te limitan y no te consideran.

En este sentido, los ideales de la poeta, Premio Nacional de la Juventud 2018,  están respaldados por la ley que, a decir de especialistas, es   más una “legislación apagada”. 

El 13 de marzo de 2003, hace 16 años, se promulgó la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas, que buscaba permitir y fomentar el uso de las lenguas, así como reconocerlas en todos los espacios; darles la misma validez que el español.

Para Germán Ramírez, abogado certificado por el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) como traductor-intérprete, esta ley está muerta, porque los que deben de hacerla valer,  aplicar y ejercerla ni siguiera la conocen.

La idea es reforzada por Nayelli Ornelas, quien forma parte del colectivo Raíces del Verso, dedicado a la  difusión y el rescate de las lenguas  de México. Para ella, la ley es ineficaz, ya que en la práctica no hay verdaderas políticas lingüísticas y muestra de ello, es el peligro que enfrentan las 364 variantes lingüísticas que existen en  el país.

Así, en este 21 de marzo, Día Mundial de la Poesía, mientras la  ley es letra muerta, los versos indígenas, como los de Nadia, están más vivos que nunca.

Con información de Roselia Chaca.

Comentarios