Piden padrón de choferes para frenar acoso a mujeres en Oaxaca
Transporte público, entre sitios percibidos como más inseguros, dice Inegi
Tras la detención de un taxista que abusó sexualmente de una niña de 12 años en un vehículo del sitio Nuunduva, en Juxtlahuaca, organizaciones sociales exigen un mayor control sobre las unidades de transporte público, pues no se sabe cuántas prestan el servicio en el estado. Además, piden un padrón de conductores autorizados para garantizar la seguridad de las usuarias.
Para Ana María Hernández Cárdenas, directora general del programa de Construcción de Movimientos e Incidencia Pública de Consorcio Parlamentario para el Diálogo y la Equidad Oaxaca, estas medidas son necesarias, pues entre los delitos cometidos contra mujeres en el transporte se incluyen casos de acoso, intento de violación y violación.
Sólo durante 2017, dice, se reportaron tres casos de abuso sexual a bordo de una unidad de transporte público. En respuesta, organizaciones sociales se manifestaron y lograron que taxistas colocaran cartulinas en sus unidades con la leyenda: “en este taxi no se tolera la violencia”.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción Sobre Seguridad Pública (Envipe) que se realizó en 2018 en Oaxaca, 28 mil mujeres son víctimas de algún delito y, con 25% de incidencia, los cometidos en el transporte público ocupan el primer lugar.
Según la misma encuesta del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), el transporte público es percibido por los ciudadanos como el cuarto sitio más inseguro, después de la vía pública, el banco y la carretera.
Además, datos de ONU Mujeres señalan que 66.1% de las mexicanas han experimentado algún tipo de violencia, mientras que cuatro de cada 10 han sido víctimas de violencia sexual en algún momento de su vida. Según información de Consorcio, en la actual administración estatal en Oaxaca se han registrado mil 134 agresiones contra mujeres, de las cuales al menos 160 son delitos sexuales.
En el caso del transporte público en la capital, los horarios con mayor incidencia de acoso a las mujeres es de 8:00 a 12:00 horas y a las 19:00 horas, en rutas que cruzan por la Central de Abasto, Xoxocotlán y las colonias alejadas del centro de la ciudad, según información de la Secretaría de la Movilidad (Semovi).
Indiferencia aporta.
Para Ana María Hernández, de Consorcio, la indiferencia social es un factor que afecta considerablemente al clima de inseguridad que viven las mujeres en el transporte público, debido a que el acoso y la violencia se han normalizado.
Explica que aunque en septiembre pasado el Congreso local aprobó una reforma al Código Penal que tipifica el acoso callejero, hasta el momento no se ha hecho pública la cifra de denuncias. Destaca también que en los casos de acoso las mujeres desisten de acudir ante las autoridades.
Por esta razón, la activista considera que desde el gobierno se deben impulsar campañas integrales para que las mujeres puedan viajar de manera segura.
A penas en noviembre, la Semovi y la Secretaría de la Mujer Oaxaqueña (SMO) lanzaron un programa de seguridad para las mujeres en el transporte público; sin embargo, éste sólo consistió en colocar calcomanías en unidades de transporte para incentivar la denuncia, pero no hubo sinergia con organizaciones o comunidades.
Tampoco se precisó cuál sería la siguiente etapa de la campaña, la fecha para implementarla, ni la inversión en la misma.
Autocuidado.
Ante la insuficiencia de estas acciones, la activista señala que son las mismas mujeres quienes están creando redes para cuidarse durante los trayectos en espacios públicos.
Estas iniciativas incluyen el reporte constante de su ubicación, transitar sobre calles iluminadas y pedir ayuda a otras mujeres cuando suceden casos de acoso; incluso se promueve el uso de gas pimienta.
“Cuando te acercas con otras mujeres mientras estás sufriendo acoso, siempre obtienes apoyo. Ayudar a amigas, familiares y compañeras a monitorearlas durante su trayecto es una medida viable e importante”, apunta. Estas medidas, agrega, deben aprenderse desde niñas, también recomienda educar sobre el respeto a su cuerpo, el abuso sexual y las situaciones de violencia.
