Parten al centro del país migrantes de caravana

Se dirigen a Puebla y la CDMX; Migración dio hasta mil permisos; otro contingente partió a pie rumbo a Veracruz para viajar en La Bestia

Foto: Roselia Chaca / EL UNIVERSAL
Estatal 06/04/2018 11:40 Roselia Chaca Matías Romero, Oaxaca Actualizada 11:42

Al menos nueve autobuses con más de 500 migrantes con permiso de libre tránsito partieron ayer de las instalaciones del Centro Deportivo Ferrocarrilero Víctor Flores Morales en este municipio con rumbo a Puebla y a la Ciudad de México.

El Instituto Nacional de Migración (INM) había otorgado hasta ayer al menos mil permisos a hondureños, guatemaltecos, nicaragüenses y salvadoreños que forman parte de la caravana Viacrucis Migrante que arribó a territorio nacional el pasado 25 de marzo y permaneció varada cinco días en Matías Romero.

El primer viaje partió a las cinco de la madrugada con 70 migrantes que se trasladaron a Puebla en un autobús de la línea Sur. Este vehículo fue pagado por la dirigencia de la Sección 22 del SNTE.

El segundo contingente salió a las 11:00 horas en dos camiones de la línea Fletes y Pasajes S.A.; ahí se movieron 95 migrantes rumbo a la central camionera TAPO de la Ciudad de México, para lo que pagaron 400 pesos de pasaje.

El tercer contingente, hasta anoche, seguía abordando varios camiones que trasladarían a mujeres y niños a la CDMX que no tuvieron que pagar por el traslado, mientras que los centroamericanos que no pudieron comprar el boleto, en su mayoría hombres, emprendieron una caminata por las vías hasta Medias Aguas, Veracruz, donde tienen previsto tomar el tren para llegar al centro del país.

Durante su estancia en la unidad deportiva, los migrantes durmieron en colchonetas, sobre cartones y sábanas en las gradas de la cancha, debajo de los árboles y juegos infantiles, y por la madrugada del jueves tuvieron que protegerse de una imprevista lluvia que cayó en el Istmo.

La caravana arribó a México por la frontera sur de Tapachula, Chiapas. La mayoría de sus integrantes huyen de la violencia y grupos delincuenciales en sus países de origen.

Mano amiga. Desde que llegaron los más de mil 200 migrantes, entre los que estaban 400 mujeres y 300 niños, recibieron comida, agua y ropa por parte de la sociedad civil de Matías Romero, de autoridades municipales y grupos religiosos.

Uno de esos casos fue la pareja de Héctor Manuel Dolores y Alma Delia Toledo, quienes con sus propios recursos durante dos días llevaron comida y bebidas a los centroamericanos al lugar.

En su vieja camioneta se estacionaban en la entrada del deportivo y los migrantes se formaron para recibir un par de tacos que la pareja preparaba con cinco kilos de carne, que apenas alcanzó para 50 personas, dando prioridad a mujeres y niños, pero en algunos casos sólo un par de tortillas, que eran seguidas de las disculpas del matrimonio porque la comida no había alcanzado.

“Desafortunadamente no alcanza porque traemos poco, pero lo hacemos de buen corazón porque sabemos que es difícil estar aquí pasando hambre; es triste ver a los niños con hambre y sed.

“Estamos aquí porque nos parece injusto que [Donald] Trump les impida la entrada. América es de los americanos y ellos lo son”, comentó Héctor Manuel.

Comentarios