Policía disuade a patrulla femenina de vigilancia

Las integrantes de la cuadrilla que asumió como su deber vigilar y reportar a silbatazos los hechos delictivos, ha auxiliado a mujeres despojadas de sus pertenencias e incluso apagado un incendio en un automóvil, registrado hace algunos días.

Foto: Ismael García
Estatal 12/03/2019 18:50 Christian Jiménez Oaxaca de Juárez, Oaxaca Actualizada 18:52

Hasta el pasado 7 de marzo, sin pago y sin descanso, Laura Estela Hernández, de 55 años de edad, iniciaba sus labores desde las seis de la mañana. Desde entonces y hasta pasadas las 15:00 horas, vigilaba la vialidad en la intersección de Manuel Doblado y Carbonera de la ciudad de Oaxaca, para procurar que las niñas y niños que asisten a la primaria “Porfirio Díaz”, llegaran sin contratiempos.

Pero además, junto con otras tres mujeres de edad adulta, patrullaban y vigilaban las calles, ante la creciente ola delictiva, hasta que se los prohibieron.

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En el barrio La Noria donde viven, uno de los más cercanos al centro de la capital, hay alrededor de mil habitantes, quienes en su mayoría, han sido víctimas de la delincuencia.

Datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (Ensu) revelan que el 74 por ciento por ciento de las personas mayores de 18 años, consideran peligroso vivir en la ciudad de Oaxaca.

Por la tarde y hasta casi el amanecer, las mujeres patrullaban las calles del Barrio San José La Noria de donde ella es la presidenta del Comité de Vida Vecinal (Comvive), estructura de la que forma parte desde hace unos nueve años y desde donde ha asumido varios cargos para procurar la seguridad en la zona que a fuerza de actos delictivos ha ido desapareciendo, sin que la policía actúe al respecto.

El recuento que el Comvive realiza sobre los actos delictivos en ese barrio, le da la razón a la percepción de los habitantes. En lo que va del año, en la zona se contabilizan al menos 50 actos delictivos de distinta índole: asaltos a mano armada, robos a casa habitación, robos de medidores, saqueo de viviendas y negocios. Pese a ello, no ha aumentado la vigilancia policial en el lugar.

Acompañada de Inés Rossette de 60 años, vicepresidenta del Comvive, y Gladis, una habitante de la zona, de 35 años, formaron una cuadrilla que desde hace más de un año patrullaba noche a noche el lugar, reportando incidencias y comunicando a través de un radio a la "base gris", que tiene la policía municipal, corporación que pocas veces acudió a los llamados de los vecinos.

Las integrantes de la cuadrilla que asumió como su deber vigilar y reportar a silbatazos los hechos delictivos, ha auxiliado a mujeres despojadas de sus pertenencias e incluso apagado un incendio en un automóvil, registrado hace algunos días. Las mujeres apuntan que en un día llegan a ocurrir hasta tres robos en las calles del barrio.

Los vecinos lo tienen claro, la delincuencia aumentó hace dos administraciones municipales, cuando la zona se fue quedando sin alumbrado público y se empezaron a robar hasta los focos. Los recorridos de la patrulla de mujeres llegan hasta el zócalo y han servido para visibilizar la delincuencia y el riesgo constante que se vive en el barrio.

El pasado 28 de febrero, un hombre, presunto ladrón de teléfonos celulares, fue capturado por los vecinos de La Noria, quienes lo ataron a un poste. Momentos después llegaron al sitio elementos de seguridad, quienes desataron al sujeto y reprendieron a los vecinos por haber procurado justicia por mano propia.

Los vecinos argumentaron que la vigilancia comunitaria, es la única alternativa ante la constante inacción de las corporaciones. "Laurita y las otras dos mujeres que patrullan el barrio, a veces amanecen. Duermen dos o tres horas y vuelven a vigilar, han sido de mucha ayuda", reconocen los habitantes.

Un día antes de la captura del ladrón, una mujer fue arrastrada por dos sujetos armados, quienes la sometieron hasta arrebatarle su teléfono celular y después se dieron a la fuga. Los hechos fueron denunciados y la patrulla conformada por las mujeres del lugar incrementó la vigilancia.

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Lo anterior, provocó un llamado a una reunión con el titular de la Policía Municipal, Aquileo Sánchez Castellanos, quien convocó a los vecinos este 7 de marzo. En el encuentro, el mando policiaco señaló que los vecinos, no pueden actuar en caso de un hecho delictivo, aún si la policía no está presente.

Los vecinos informaron que durante la junta a la que asistieron varios de los habitantes que han sido víctimas de robo y asalto, se les notificó que, si vuelven a amarrar a un ladrón o someter a algún delincuente, podrían purgar una pena carcelaria, pues incluso actuando en defensa propia, se trata de un delito; lo anterior les fue explicado en presencia del personal de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO).

Ante ello, la patrulla ciudadana, iniciativa de las integrantes del Comvive quedó disuelta. La promesa de la Policía Municipal fue instalar una caseta de vigilancia permanente, aunque no se precisó la fecha para ello.

El pasado 21 de enero, el municipio de la capital oaxaqueña, representado por el edil, Oswaldo García Jarquín emitió un comunicado en el que informó sobre un acuerdo con los vecinos para incrementar la vigilancia en inmediaciones del barrio, pese a ello, la presencia policial es esporádica, según denuncian las mujeres.

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