Crónica de una negligencia médica ocultada

Entró al hospital por fractura de brazo y murió 6 horas después

Foto: Mario Arturo Martínez / EL UNIVERSAL
Estatal 13/04/2018 10:05 Ismael García Oaxaca Actualizada 10:05

Noche del 26 de noviembre de 2017. Faltan minutos para la operación. Edward, vestido sólo con playera amplia y con el brazo izquierdo inmovilizado, está alegre; juguetea con su sábana, ríe con sus padres, en la cama del hospital “Del Valle”.

–...Me jalan la cobija… --dice el pequeño de tres años siete meses, entre risas.

--Pero, quién te la tiró --le responde el padre.

--Ah, Dany, Dany –devuelve el pequeño, que luego pide sus tenis, los de luces. Fue el último video de los últimos minutos de Edward.

Ni Hussein Luna López ni Daniela Trujillo Ramos se imaginaban entonces el desenlace fatal de su único vástago, seis horas después.

Horas antes de ese domingo 26, los padres decidieron llevar a su hijo a un centro de diversiones localizado en el municipio de San Francisco Telixtlahuaca, distante a unos cinco kilómetros del pueblo natal de ellos, San Pablo Huitzo, localizado a su vez a unos 35 kilómetros de la capital.

Pero el pequeño sufrió una caída y se fracturó el brazo, sin exposición de huesos, lo que les motivó llevarlo de inmediato al Hospital Civil “Dr. Aurelio Valdivieso” de la ciudad de Oaxaca; por paro temporal de los trabajadores, no fue posible atenderlo ahí, por lo que buscaron un hospital privado, el “Del Valle”, en la misma colonia Reforma.

“Su hijo requiere operación; les va a costar tanto, depositen de una vez una parte en algún Oxxo y comenzamos”, fueron las palabras --según narran los progenitores-- de Luis Alberto P. M., médico cirujano con cédula profesional 4362430, especialista en traumatología y ortopedia pediátrica. Ahí comenzó el calvario. Ahí comenzó la muerte de Edward.

Malas noticias

De acuerdo con el expediente de la Causa Penal 0088/2018, que se lleva en el Juzgado de Control de Circuito de Valles Centrales, dependiente del Tribunal Superior de Justicia, los padres y Edward entraron aproximadamente a las 17:20 horas al hospital “Del Valle”, ubicado en el 401 de la calle Eucaliptos, colonia Reforma.

Tras el diagnóstico, el pequeño fue ingresado al quirófano alrededor de las 22:00 horas, y atendido por los médicos Luis Alberto P. M., y la anestesióloga Gabriela Cruz López --hoy en libertad, bajo un amparo--; avisaron que la operación no duraría más de dos horas.

A las 03:40 horas del 27 de noviembre comenzaron las malas noticias. “Su hijo no regresa de la anestesia, está grave, lo estamos estabilizando con medicamentos”, le dijeron a Huseein y Daniela.

Horas de angustia. Los médicos decidieron trasladarlo a otro hospital privado, con Unidad de Cuidados Intensivos, que sería el “San Lucas”, en la misma colonia Reforma de la capital.

A las 06:30 horas se tomó la decisión, pero ya era tarde; Edward iba con muerte cerebral, y con diagnóstivo de taquicardia supra venticular.

“Sin embargo, durante su ingreso a este último nosocomio, el menor sufrió diversos paros cardio respiratorios y a pesar de las maniobras de reanimación efectuadas por los médicos, sobrevino su deceso”, se narra en el expediente.

A las 08:00 horas del lunes 27 de noviembre, Edward fue declarado muerto. Ahí inició otra etapa doloroso para Hussein y Daniela; la denuncia, los juzgados, hasta lograr una victoria, el 2 de abril, en que fue detenido el médico Luis Alberto P.M., mientras que la anestesióloga permanece amparada.

Múltiples fallas

El Ministerio Público de la Fiscalía General del Estado determinó homicidio con agravante de responsabilidad médica, por lo cual pidió al juez de la causa emitir una orden de aprehensión y el especialista fue ingresado al reclusorio central de Santa María Ixcotel, ubicado cerca de la capital.

La causa de la muerte: paro cardiorrespiratorio con edema cerebral con sustancia en estudio (lidocaína, concentración de 2.2 miligramos por litro de sangre); según el estudio histopatológico, efectuado el 21 de diciembre, se concluyó que el niño presentaba edema cerebral no traumático, encefalopatía, edema agudo pulmonar, congestión vascular con presencia de restos médicos en alveolos, falla orgánica múltiple secundaria a choque cardiogénico.

En términos generales, se efectuó una cirugía a un pequeño que no iba en ayunas; se aplicó exceso de anestesia; durante la operación, estuvo en posición decúbito de manera prolongada, lo que originó que se broncoaspirara.

“Quedó acreditado la existencia previa de una vida, la cual fue extinguida debido a la actitud omisa de los imputados aquí señalados por el Ministerio Público”, refiere el legajo.

Para ocultar la probable negligencia, de acuerdo con videograbaciones que obran en poder del Ministerio Público y del juzgador, los médicos alteraron el informe médico, en donde omitieron la dosis de anestesia.

“En las notas médicas informadas, no existe ninguna referencia de la aplicación de lidocaína”, se refiere.

Sigue calvario

El 7 de febrero, el juez de la causa resolvió dictar órdenes de aprehensión contra los dos imputados; el 22 del mismo mes, la anestesióloga Gabriela Cruz López solicitó el amparo de la justicia, mismo que s le concedió el 22 de marzo.

El 2 de abril fue detenido el médico Luis Alberto P. M., mientras que la especialista enfrenta el proceso en libertad, pero tras ello, la sociedad médica, primero de Oaxaca y después del país, inició una serie de protestas en calles y vía redes sociales, para pedir la libertad del acusado; la noche del martes y miércoles, circuló profusamente la versión de que sería excarcelado.

El calvario para los padres del pequeño continúa. Las movilizaciones que ha rebasado el ámbito estatal, los tiene de nuevo en las calles y con lágrimas.

El próximo 28 de abril, Edward cumpliría cuatro años de edad. “Era mi único hijo, lo único que pido es justicia; no puedo creer que cualquier profesionista pueda pagar por sus errores en una cárcel, que yo sepa ningún médico esté en la cárcel por algo así. Esta es la primera vez que se ha visto que se mueve la justicia, le agradezco al fiscal y a todos los que nos han apoyado porque han hecho un trabajo importante. No vamos a pedir dinero, no estoy pidiendo dinero. Los familiares pueden ir a la cárcel y yo sólo voy al panteón. Este 28 cumple años mi hijo, ¡díganme, díganme a quién voy a festejar!”, clama entre lágrimas Daniela.

Comentarios