Culmina sin contratiempos primera edición de la Guelaguetza 2017

Rebeca Itaís González, la diosa Centéotl 2017, dio la bienvenida a turistas locales, nacionales y extranjeros; aseguró que las tradiciones oaxaqueñas deben seguir siendo admiradas por el mundo entero

Fotos: Edwin Hernández / EL UNIVERSAL
Estatal 17/07/2017 17:09 Oaxaca Evlin Aragón Actualizada 11:27

Luego de casi cuatro horas, la primera edición del Lunes del Cerro culminó sin contratiempos y con alta afluencia de visitantes.

En punto de las diez de la mañana, el sonido de la chirimía y el convite de la delegación de los Valles Centrales dio inicio la festividad más grande de oaxaqueños, con la que muestran al mundo la diversidad cultural existente en la entidad y que se refleja en la música, danza y vestimenta.

Rebeca Itaís González, electa como la diosa Centéotl 2017, dio la bienvenida a turistas locales, nacionales y extranjeros que se dieron cita para disfrutar del espectáculo, en donde aseguró que las tradiciones oaxaqueñas deben seguir siendo admiradas por el mundo entero.

Para iniciar los bailes, la rotonda del auditorio Guelaguetza vibró con el “Jarabe del Valle” y las Chinas Oaxaqueñas, que representaron una de las tradiciones más arraigadas en la capital del estado, las calendas.

Con la reconocida canción Mixteca y haciendo ondear miles de sombreros por todo el auditorio, la Heroica Ciudad de Tlaxiaco, conocida como el "París chiquito", maravillo con sus sones y jarabes.

Siguió la elegancia de la región del Istmo de Tehuantepec, reconocida a nivel mundial por el porte de sus mujeres y su vestimenta, con la delegación de Juchitán de Zaragoza que presentó los sones y polcas, acompañada de la música de banda y marimba.

La región del Papaloapan y la zona Mixe fueron representadas por los sones y jarabes de San Felipe Usila y Santa María Tlahuiltoltepec, este último rescatando incluso la lengua indígena recordando que históricamente han sido "los jamás conquistados".

Danzantes del pueblo mágico de Huautla de Jiménez, presentaron sus rituales utilizados en las fiestas patronales, así como la danza representativa del lugar que incluye sones como "Flor de Naranjo", "Anillo de Oro" y "La Paloma", entre otros.

La danza de los rubios de Santiago Juxtlahuaca, que representa las aventuras de los arreadores de ganado de la región Mixteca, divirtió a los presentes con sus bailes y su diestro uso del látigo, seguido nuevamente de los sones istmeños, esta vez ejecutados galantemente por la delegación de Santiago Niltepec.

Posteriormente el escenario recibió a la tradicional Danza de la Pluma cuyos bailarines ataviados con grandes peñachos emplumados y originarios de la Villa de Zaachila, narraron la conquista de los españoles vista por el pueblo azteca representado por Moctezuma.

No podían faltar los sones de San Pedro Pochutla, que con su alegría y picardía lograron los aplausos del público en cada uno de sus pasos al representar la boda al estilo costeño y las festividades alrededor de esta, incluidos sus versos.

Como en años anteriores, los gritos y los aplausos que cimbraron el auditorio Guelaguetza fueron para las mujeres de San Juan Bautista Tuxtepec, que con sus trajes coloridos realizaron el tradicional baile de "Flor de Piña". 

Le siguió San Pablo Villa de Mitla, con su “boda mitleña”; Ejutla de Crespo que con machete en mano realizaron el “Jarabe Ejuteco”; San Pablo Macuiltianguis y su "Torito serrano" representado una corrida de toros característica de sus fiestas de carnaval cuando un niño fallece en la población.

La emisión matutina de la Guelaguetza terminó con el gran carnaval de Putla de Guerrero, cuya delegación ejecutó sones, chilenas y comparsas de la localidad que se distingue por su gran diversidad cultural debido a la convivencia de varias etnias tales como Amuzgo, Triqui y Mixteca.

María Cristina García Cepeda, secretaria de las Culturas y Artes a nivel federal, acompañó al gobernador Alejandro Murat en la primera edición de la Guelaguetza.

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