Acoso en la UABJO; universitarias no se atreven a denunciar

En este año van 15 agresiones a mujeres, pero sólo en un caso la víctima presentó la queja formal

La cifra de agresiones no denunciadas podría superar los 2 mil 632 casos en tres años, pues de cada 100, al menos 94 no se reportan. Fotos: Mario Arturo Martínez / EL UNIVERSAL
Estatal 19/11/2018 18:26 Lizbeth Flores Oaxaca de Juárez, Oax.- Actualizada 18:26

La violencia contra las mujeres ha traspasado las aulas universitarias en medio del silencio, lo que ha impedido que se castigue. En el caso de la entidad, es en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), con 20 mil alumnos,  donde este problema ha comenzado a dimensionarse y los datos son  alarmantes: 94% de casos no se denuncian formalmente.

 Esta  cifra negra se obtiene confrontando  el número de quejas de las que tiene conocimiento la Defensoría de los Derechos Universitarios de la UABJO,  frente a las  denuncias formales que finalmente se interponen. Este año, por ejemplo, se tiene registro de 15 agresiones contra estudiantes y trabajadoras; sin embargo, sólo una de las víctimas interpuso la queja, lo que indica que sólo se denuncia 6% y el resto (94%) no se indagan, explica Yarib Hernández, directora del área.

En el resto de las víctimas, afirma, prevalece el temor de que la violencia o acoso sexual incremente. La situación es grave, si se considera que las agresiones contra las mujeres se presentan en todos niveles: desde el medio superior hasta el  doctorado.

La Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca ha documentado, desde 2016, 28 reportes de agresiones contra alumnas del nivel superior, la mayoría   en la UABJO. Si se considera    la cifra negra de 94% que calcula la universidad, en ese mismo periodo podrían ser más de 2 mil 632 casos que no se investigan porque no se  denuncian. 

“Todavía no existe el empoderamiento de las mujeres para que se animen a presentar una queja por posibles violaciones a los derechos y, mucho menos, penalmente”, señala Yarib Hernández.

Lo anterior explica porque existen tan pocas denuncias. Según el registro de la Defensoría de Derechos Universitarios, desde 2015  sólo existen cuatro expedientes por agresión y acoso sexual, tres de las víctimas son estudiantes y  la otra, trabajadora.

Tres de los casos están en investigación y   uno más   fue concluido; éste último se trata de una denuncia presentada hace tres años por una alumna que cursaba  la licenciatura de  Entrenamiento Deportivo. El expediente 20/2015 indica que ante los señalamientos de acoso,  el coordinador y el  director de esta facultad fueron despedidos.

Otra de las quejas existentes es por el hostigamiento, en 2017, contra una trabajadora del Instituto de Investigaciones Sociológicas, cuyo expediente continúa abierto aunque la afectada renunció a su cargo tras la agresión.

Los otros dos casos que se indagan son de este año, uno denunciado por la víctima y el otro  investigado por oficio, por tratarse del  condicionamiento a  dos alumnas por parte del director de Servicios Escolares.

Según las quejas, dos estudiantes, una de Idiomas y otra de Odontología, no han podido reintegrarse a sus clases porque su agresor les ha condicionado su reinscripción; el señalado aún no ha sido sancionado porque la investigación  continúa.

“Existe una cultura de agravios constantes hacia las mujeres, a nivel general y, en ámbitos universitarios, la violencia de género aún es más complicada”, lo anterior lo refiere la defensora porque los agresores son también integrantes de la comunidad universitaria, principalmente    profesores o trabajadores administrativos que violentan a las alumnas.

Cultura de respeto

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Ante todos estos casos de violencia, desde 2011 surgió en la UABJO la Dirección de Equidad de Género, la cual  empezó en 2007 como un programa para promover los derechos de las mujeres, detalla su actual directora, Niz Yamille Gómez Hernández.

A través de esta área, indica, se busca la prevención del acoso sexual y violencia al interior de la universidad, con talleres que promuevan y empoderen los derechos de las mujeres.

“Buscamos fortalecer una cultura de respeto de los derechos de las  universitarias y de todas las mujeres de esta universidad”. Ante el contexto de violencia, destaca, el reto al que se enfrentan “es muy grande”.

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