En un búnker guarda Oaxaca su memoria histórica

Se lleva 40% de avance en el rescate de documentos antiguos, algunos son de 1547; se conservan en edificio de alta tecnología

Fotos: Mario Arturo Martínez / EL UNIVERSAL
Estatal 21/11/2018 17:50 Ismael García Santa Lucía del Camino, Oax.- Actualizada 15:30

La mujer, identificada como  Antonia María, finalmente pudo recuperar a su esclava negra, que se había escapado de su casa junto a la hija de ésta. Fue el 16 de septiembre de 1792 cuando la Real Audiencia de España culminó el proceso, con el sello del rey de España, al documento que finiquitaba el acuerdo.

El original del caso se encuentra bajo resguardo del Archivo General del Estado de Oaxaca (AGEO), fue restaurado y está a disposición de lectores, estudiantes e investigadores.

Como lo está también el documento  más antiguo de ellos, de 1547, el de una persona que fue juzgada por poseer unos “ídolos” en casa, sin valorar que eran parte de unos vestigios arqueológicos que resguardaba. Pero aun así, el juicio por idolatría se efectuó en la hoy ciudad de Oaxaca en contra de quien  señalaban culpable “de adorar a muchos dioses”.

Dichos documentos son parte de los 217 mil expedientes —trasladados en 27 mil cajas a su nuevo recinto, en octubre de 2017—  que están resguardados en un inmueble con diseño arquitectónico de vanguardia, combinado con diseño prehispánico y colonial, con alta tecnología, que incluye 180 cámaras de videovigilancia, accesos electrónicos y bóvedas semejantes a las de los bancos, climatizadas, donde se atesora la memoria de  esta entidad.

De acuerdo con los directivos del AGEO, si se alineara el material resguardado, sumarían cerca de cuatro kilómetros de documentos, desde 1574 hasta 1950.

De vanguardia

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El proyecto lo iniciaron el gobierno estatal y la Fundación Alfredo Harp Helú, desde hace más de un lustro, en que a través de personal de Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México (Adabi) se comenzó a rescatar el material, el cual se encontraba  amontonado en el ex convento de los Siete Príncipes, en el centro de la ciudad, después se llevó a un local provisional, donde comenzó el trabajo de restauración.

A la par de ello, la administración estatal y la fundación planearon la construcción de un recinto, en el parque denominado Ciudad de las Canteras, sitio ubicado en la agencia de Santa María Ixcotel, Santa Lucía del Camino, emblemático para la ciudad y para la historia porque de ese lugar se extrajo la piedra cantera con la que se edificaron inmuebles y calles de la capital.

Fue el arquitecto español Ignacio Corsini Mendaro, con su empresa Mendaro Arquitectos S.l., quien diseñó el proyecto y lo implementó, con una inversión superior a los 500 millones de pesos.

El edificio está construido en muros de concreto de color ocre, que alude al color de las tierras en la región Mixteca. Cuenta con muros de 40 centímetros de espesor y algunos de ellos aligerados con piezas  de  poliestireno.

El acero y la madera en ventanas, puertas y mobiliario se combinan con el concreto y son estos tres elementos  que conforman los acabados principales del edificio. Algunos muros en zonas específicas se enmarcan con un acabado de estuco de cal, de diversos colores y aplicados de manera artesanal, se destaca.

Aunque fue inaugurado el 9 de noviembre de 2016, por el entonces gobernador Gabino Cué, no fue sino hasta casi un año después cuando  comenzó a operar.

El año pasado, el inmueble fue galardonado con el Premio a la Innovación, que otorgó la empresa Cementos Mexicanos (Cemex), por su diseño de vanguardia y equipamiento tecnológico.

Riqueza invaluable

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De acuerdo con el director del AGEO, Emilio de Leo Blanco, hay documentos históricos valiosos, como los mapas originales de los pueblos de chimalapas, que están sirviendo ahora en el juicio de controversia constitucional por delimitaciones territoriales con el estado de Chiapas,  que se lleva a cabo en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

Asimismo, documentos originales de muchas localidades, no solamente de expedientes sino mapas de fundación o planos, como del teatro Macedonio Alcalá, creado a iniciativa de Porfirio Díaz.

También, se encuentra  el original de la primera legislación sobre derecho de autor, de 1814, que se estableció en Oaxaca, o actas de nacimiento de personajes ilustres, como Rufino Tamayo, José Vasconcelos, entre otros, además de actas de defunción antiguas.

De acuerdo con el funcionario, el apoyo de la Fundación Alfredo Harp Helú, a través de Adabi, fue fundamental para recuperar la memoria histórica de Oaxaca, que ahora registra un avance de 40%, pues aún cuando todo el material ya está resguardado se sigue trabajando en su restauración; incluso, hay documentos que requieren  hasta seis meses de trabajo para recuperar lo más posible su originalidad.

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Los documentos están clasificados en diversos fondos, según las administraciones gubernamentales, como Milicia, Justicia, Gobierno, Hacienda, Registro Civil, entre otros.

Actualmente, el Archivo General del Estado de Oaxaca es un organismo desconcentrado de la administración pública, con autonomía de gestión y capacidad para determinar medidas o políticas de administración de archivos en instituciones públicas.

Cuenta con 40 trabajadores que cotidianamente realizan trabajos de restauración de los documentos; en el caso de consulta, está abierto al público de lunes a viernes de ocho de la mañana a cuatro de la tarde.

En breve, en conjunto con la Biblioteca Juan de Córdova y el Centro Cultural San Pablo, montarán una exposición con otro documento histórico, el cual determina  el decreto que signó  Alexander Von Humboldt —considerado padre de la geografía moderna— para designar una ciudad o municipio de Oaxaca con su apellido.

Por razones geográficas y debido a que tiene vista hacia los dos océanos, además de situarse en el cinturón más breve del continente, fue escogida la comunidad istmeña de Guevea, y en ese documento  se dan detalles históricos de tal determinación.

A prueba de todo

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Según explica Jacobo Babines, director del Archivo Histórico, el complejo es prácticamente un búnker, al contar con vigilancia permanente en todas las áreas, a base de 180 cámaras de video; además, el área de archivos está completamente confinada y sólo personal autorizado accede a ella, mediante tarjetas electrónicas.

También, cuenta con bóvedas similares a la de los bancos, sistema de detección de humo, altas  medidas de seguridad, climatización y control de humedad, entre otros.

El edificio está dividido en dos zonas, de acceso al público y de acceso solamente al personal autorizado; en el primer caso tiene una amplia sala de lectura y en el segundo se ubican  tres departamentos: Repositorio, Conservación y Restauración, y Reprografía.

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Tiene aproximadamente 18 kilómetros de estanterías móviles en cuatro niveles, con 51 repositorios documentales, conocidos de manera general como bodegas, pero con la debida clasificación y cuidados.

En caso de un incendio, hay sistema contra ello, pues de inmediato  las puertas se sellan automáticamente, se despide un gas para eliminar fuego y se determinan las medidas para el personal, según sea el riesgo.

Se trabaja también en la construcción de una bóveda de seguridad, que se estructurará para conservar colecciones especiales; en la planta baja, de fotos y microfilme, en la segunda planta tendrá libros de gran formato, incunables, lienzos y  mapas, y en el tercer nivel, obra gráfica del artista  Francisco Toledo, que donó a la institución.

Detalla que una vez que el documento llega a los repositorios, tras un control complejo, debe analizarse, seleccionarse y  organizarse para poder ser catalogado luego de su debida restauración; tareas especializadas, cuyas necesidades las cubre el edificio.

El proyecto contempla un espacio para los estudiosos que investigan estos acervos, para lo cual se contará con la sala especial de los investigadores.

El edificio se complementa con diversos espacios con luz natural, con fuentes propias de captación de agua pluvial, con un auditorio, aulas, las bibliotecas juvenil e infantil, sala de exposiciones y la cafetería, sin interferir en el mundo de la organización y restauración del acervo.

Digitalizar, el reto

El director expone que aún cuando ya cuentan con el equipo necesario, el próximo año se iniciaría la fase de digitalización total, una vez que concluya el  proceso de conservación, mismo que se compartiría en  un portal de internet, con el que  cualquier persona interesada en la memoria de Oaxaca podrá acceder desde cualquier parte del mundo.

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