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La marea se ha distinguido a nivel mundial por el pañuelo verde, cuyo logo originalmente hacía referencia a las Abuelas de la Plaza de Mayo de Argentina, sin embargo en esta ocasión es una “flor de Dahlia” con una aparato reproductor femenino en el centro, donado por la artista Citlalli Murillo, el que ha sido tomado a nivel nacional como distintivo de la lucha que inicia.
En la entidad desde hace unas semanas se prepara el oleaje. Vilma, una de las que inició la convocatoria, cuenta que utilizó sus redes sociales para lanzar la invitación y pronto se fueron sumando más mujeres, todas con la convicción de estar juntas ante el momento de “terror” que viven por las constantes desapariciones de mujeres y feminicidios.
“Somos un grupo diverso de todas las edades, pero hay que reconocer el empuje de las jóvenes, quienes han llevado el tema a las redes sociales, posicionándolo en el debate público”, refiere Vilma.
Son casi 40 las organizadoras, que se han dividido en comisiones, quienes reconocen que el tema del aborto es polémico, lo que incluso les ha dejado amenazas; sin embargo, insisten que sobre su cuerpo sólo ellas pueden decidir. “Ni los hombres, ni el Estado, ni la Iglesia, nosotras decidimos sobre nuestros cuerpos”, sentenció.
Vilma, por ejemplo, expone que la punibilidad del aborto contribuye a la violencia contra las mujeres. “No sólo nos matan o nos violan, también nos obligan a parir, es un circulo de violencia que debe parar ya”, sentencia.
Si bien, su primera concentración masiva será el próximo 28 de septiembre en el marco del Día por la Despenalización del Aborto, buscan consolidar un movimiento feminista, “le vamos a apostar a más, hay mucho por hacer” refieren.
A Susana, una organizadora con más trayectoria en la defensa de los derechos de las mujeres, le emociona que las jóvenes se movilicen de forma autónoma, es decir sin organizaciones que se adjudiquen el liderazgo de las acciones.
“Es una invitación a salir del letargo en el que entró el movimiento feminista, es un llamado a todas las mujeres a defender nuestra vida, a gritar que nos queremos vivas y sin miedo, que exigimos que nos dejen decidir sobre nuestros cuerpos”.
