Tabaquismo, un hábito que mata a 6 mil personas por año en Oaxaca

Los Servicios de Salud señalan que en Oaxaca existe un registro anual de seis mil defunciones por enfermedades asociadas al consumo de tabaco. Atender estas enfermedades cuesta entre cinco mil y 130 mil pesos al mes

Foto: Especial
Estatal 30/05/2018 19:41 Christian Jiménez Oaxaca de Juárez, Oaxaca Actualizada 19:43

Acompañada siempre de un tanque de oxígeno, Rosario de 57 años, ve el transcurrir de sus días. Desde hace unos seis años, luce con pesar un estoma en el cuello producido por una cirugía en la que le extrajeron parte de la laringe; el fumar crónicamente le causó cáncer en ese órgano.

Los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), señalan que en Oaxaca existe un registro anual de seis mil defunciones por enfermedades asociadas al consumo de tabaco. Atender estas enfermedades cuesta entre cinco mil y 130 mil pesos al mes. Es por eso que en la entidad, se realizan jornadas anti tabaco en el marco del Día Mundial libre de Tabaco que se conmemora cada 31 de mayo.

Rosario recuerda haber empezado a fumar antes de los 12 años, igual que sus hermanas. Primero por curiosidad, después por gusto y en los últimos años, la necesidad de fumar, le obligaba a consumir alrededor de dos cajetillas al día, equivalente a un gasto mayor a los cien pesos diarios; destinaba gran parte de su salario como servidora pública a comprar cigarros.

Los datos de los SSO apuntan al respecto que en Oaxaca hay una población aproximada de 250 mil fumadores. Por otro lado, las cifras de los Centros de Integración Juvenil (CIJ) registran que dos de cada 10 adolescentes ya adquirieron el hábito de fumar. 

En tanto, los SSO indican que hay 90 mil adolescentes y 236 mil adultos de 18 a 65 años, considerados como fumadores pasivos.

Como resultado de su hábito, Rosario recuerda que su fallecido esposo, hijos y otros familiares, también comenzaron a fumar, a volverse más sedentarios, pues su rendimiento físico se vio severamente disminuido. Al quedar viuda y pensionada de su esposo, atiende sus padecimientos a través del sistema de salud pública.

En el país de acuerdo a la Encuesta Nacional de Adicciones, en la población de 12 a 17 años de edad el 12.3 por ciento corresponde a fumadores activos, de los cuales el 7.9 por ciento son hombres, y el 3.6 por ciento son mujeres.

El primer síntoma que afectó su salud fue una tos persistente que con el paso de los años se hizo crónica y flemática. No obstante, aprendió a vivir con ella. "Yo sentía que si fumaba tenía menos tos, nunca me la atendí, sabía que era por fumar pero no hice caso", dice.

Sus dedos y dientes se tiñeron de amarillo debido a la nicotina, pero tampoco le tomó importancia. A la tos le siguieron otros síntomas como una voz inusual, más ronca.
Los síntomas se agravaron hasta que tras un desmayo repentino, tras un ataque de tos, el médico le diagnosticó Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). Aunque intentó dejar de fumar, el sentirse poco apoyada por los otros fumadores de su familia y los repentinos ataques de ansiedad, le propiciaron una fuerte recaída.

Después, fue canalizada con un oncólogo y tuvo que dejar su trabajo. Tras la laringectomía parcial a la que fue sometida por un diagnóstico de cáncer en etapa II, se vio obligada a dejar de fumar. "Sudaba frío, respiraba por una manguera y bajé casi diez kilos", comenta.

Aunque intenta vivir con normalidad, no puede realizar gran parte de las actividades cotidianas porque los esfuerzos le causan espasmos que dificultan su respiración. Pese a ello, agradece haber tenido una segunda oportunidad.

"Cuando estás fumando piensas que no es para tanto, que no te puede hacer tanto daño y dejas que poco a poco, la enfermedad avance", señala.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que entre 2020 y 2030, el tabaquismo será la causa número uno de muerte en el mundo, es decir, la cifra es de 10 millones de decesos al año, más que los relacionados con el VIH-Sida, tuberculosis, mortandad materna, accidentes vehiculares, suicidios y homicidios.

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