Pide Toledo rescate de ríos “Salado” y “Atoyac” de Oaxaca

Dirigió una misiva al Tribunal Colegiado del Centro Auxiliar, con sede en Acapulco, para que confirme una sentencia de amparo.

Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL
Metrópoli 24/04/2019 21:50 Redacción Oaxaca de Juárez, Oaxaca Actualizada 07:27

El artista plástico Francisco Toledo pidió en una carta al Tribunal Colegiado del Centro Auxiliar de la Séptima Región de Acapulco, Guerrero, que confirme la sentencia que concedió el amparo para el rescate de los ríos “Salado” y “Atoyac”, emitido por la jueza Primero de Distrito en el estado de Oaxaca.

En la misiva, el pintor comunica a los magistrados que el 25 de noviembre de 1521, día en que llegaron a Oaxaca las fuerzas expedicionarias de Hernán Cortés, dijeron la primera misa en la margen derecha del “Atoyac” y al pie de un árbol de guaje.

Explica que ambos afluentes no sólo generan un importante recurso hídrico sino que forman parte del patrimonio cultural del pueblo de Oaxaca. En su vera sucede, por ejemplo, la historia de Donají y el advenimiento del lirio del valle.

Que en su andar, explica Toledo, ha podido apreciar la contaminación que asfixia a los ríos; “animales muertos, escombro, plásticos, forman parte del paisaje del río”, que por eso acompaña la lucha jurídica de oaxaqueños y de la asociación civil Litigio Estratégico Indígena, quienes promovieron un juicio de amparo para la protección de los ríos.

Les recuerda a los magistrados, que las autoridades responsables, en vez de dar un testimonio de amor a las futuras generaciones, interpusieron “recursos de revisión que ahora tienen en sus manos”.

Al resolver el recurso de revisión 1022/208, dice el creador juchiteco, no están resolviendo un recurso más, están decidiendo sobre el destino de los ríos. Y advierte: “la historia analizará cada uno de los párrafos de la resolución que emitan.”

Toledo explica que en el año 2032, la ciudad de Oaxaca de Juárez, Oaxaca cumplirá 500 años como ciudad y que apenas hay tiempo para el rescate de los ríos, entre ellos el “Atoyac”, que posibilitó el nacimiento y desarrollo de esta ciudad capital

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