Después de siete meses, más de mil estudiantes de las primarias, matutina “Centro Escolar Juchitán” y vespertina, “México”, iniciaron actividades académicas en una escuela totalmente nueva, construida por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Y es que el terremoto de 8. 2 grados registrado del 7 de septiembre de 2017 que devastó la región del Istmo de Tehuantepec, causó daños en mil 290 edificios educativos.

El inmueble recién inaugurado luce imponente y da la sensación de una institución de nivel superior. Tiene dos plantas y dos patios interiores para la ejercitación y juego de los niños, un mural realizado por el pintor “Daniel Poetalas”, dos salidas de emergencia, 36 aulas didácticas, un aula de medios equipada, salón de juntas, biblioteca, áreas administrativas, sanitarios para personas con discapacidad y una cancha deportiva en la entrada.

El Ejército Mexicano concluyó las labores hace dos meses, pero debido a detalles en el terminado de la  construcción  y las amenazas de un sector radical de la Sección 22 en la región, los más de 50 maestros y personal de base de la primaria, pospusieron el regreso hasta este 11 de abril.

El homenaje celebrado este miércoles, contó con la participación de los 840 alumnos del turno matutino y padres de familia.  El acto cívico se realizó en la explana principal, desde donde y frente a la comunidad estudiantil, los directivos agradecieron la reconstrucción y garantizaron que el inmueble cumple con los más altos estándares de seguridad, por lo que no representa ningún peligro para los niños.

Durante cuatro meses, desde el 11 de noviembre del 2017, los niños del Centro Escolar Juchitán recibieron clases en 36 aulas móviles que la Secretaría de Educación Pública (SEP) les construyó en el Centro Deportivo Binnizá, tiempo en que el gobierno del estado les proporcionó autobuses para trasladarse.

Las aulas móviles fueron ocupadas por otras escuelas que requerían el espacio para continuar con el servicio educativo.

La dirigencia regional de la Sección 22 siempre protestó contra la SEP y el IEEPO por la posición política asumida en la reconstrucción, dejando en el abandono a cientos de escuelas hasta el día de hoy.