Buscan en fosas a desaparecidos en Nayarit
Hombres y mujeres de Nayarit se han sumado a los grupos de rastreadores que rascan la tierra, una práctica extendida por todo el país
El método rústico utilizado por familias enteras ya es una constante. Se ve en Tamaulipas, Chihuahua, Veracruz, Nuevo León, Coahuila, Sinaloa, Guerrero, Baja California, Sonora…y ahora en Nayarit. Es una búsqueda que parece no tener fin.
Con unos golpes clavan la varilla puntiaguda en la tierra, en ocasiones se hunde fácilmente. Sacan el acero corrugado, llevan la punta a la nariz y aspiran hasta llenar los pulmones.
Si el olor es fétido, ahí está el primer indicio de una fosa clandestina, una práctica frecuente que utiliza el crimen organizado para desaparecer evidencias.
Datos oficiales del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas, en los que la sociedad no confía, indican que de 2007 a la fecha existe una lista de 34 mil 9 desaparecidos en todo el país, tanto del fuero común como del fuero federal.
Los años 2016 y 2017 son los que registran más casos con 4 mil 747 y 4 mil 157, respectivamente.
Luis Gerardo es uno de ellos. Desde hace siete meses la señora Eduviges, de 49 años, carga con una varilla, una pala y una losa de desesperación por no saber nada de su hijo desaparecido por un grupo de encapuchados, según testigos.
Doña Eduviges encontró cientos de historias como la de Luis y por eso ahora forma parte del Colectivo “Familias Unidas por Nayarit”. Se han especializado en búsqueda de fosas, como sucede en otros estados, por la incapacidad de las autoridades. Son peritos empíricos.
Sábado. El trabajo de muchos impidió que hoy se juntara la mayoría para salir a peinar una zona. De un taxi bajan la señora Eduviges, Nancy y Sonia con sus palas y sus varillas. Van solas, el miedo ya lo perdieron desde hace mucho.
Recibieron un mensaje anónimo en el que les informan que en las faldas del Cerro San Juan enterraron unos cuerpos.
Al poco tiempo el señor José Ortiz, esposo de Sonia, las alcanza.
Suben por la vereda. Desde ahí se observa la colonia Lindavista donde en febrero del año pasado fue abatido por la Armada de México Juan Francisco Patrón El H2, líder del Cártel de Los Beltrán Leyva que operaba con protección del ex fiscal Édgar Veytia.
Se sabe que a las faldas del cerro tenían una casa de seguridad, le decían el calabozo porque ahí mantenían a los secuestrados en las perores condiciones.
Es difícil dar con el lugar del que hace referencia el mensaje anónimo. Pican por aquí, por allá, y no hay ningún rastro.
Una forma para detectar inmediato una fosa es la presencia de zopilotes volando en círculo, comenta una de ellas. Si eso ocurre, no hay duda que ahí hay cuerpos enterrados.
Fue precisamente por los zopilotes que en enero el Colectivo ubicó las 3 fosas con 33 cuerpos entre los municipios de Tepic y Xalisco.
Para la señora Eduviges cada que pica un terreno con la varilla y no encuentra nada es una esperanza más de que su hijo continúe con vida, pero cuando encuentran restos, es la incertidumbre de todos al esperar los resultados de genética que les practican.
En otro cuadrante Nancy pica y pica la tierra. Busca a su hermano Manuel de Jesús que está desaparecido el 5 de julio. El modus operandi fue el mismo, un grupo de encapuchados se lo llevaron.
Mientras camina, Nancy dice que junto con su hermano fueron levantados otras cuatro personas, incluido el dueño del rancho en el que trabajan.
El último día que lo vieron —recuerda— salió de la casa en su moto. Durante todo el día no se enteraron de él, pensaban que estaba en el rancho.
No llegó a casa, le llamaban al celular, pero mandaba a buzón.
Doña Sonia, madre de Manuel, recibió una visita al día siguiente. Eran algunos empelados del rancho para decirle que había llegado una camioneta de la fiscalía y se llevaron a varios, incluido su hijo.
Fueron a levantar la denuncia, pero les pidieron que esperaran 72 horas para darlo como desaparecido, desde entonces agarran el pico y la pala y lo buscan en todas las fosas clandestinas.
El registro con el que cuenta el gobierno federal, de acuerdo con la información que proporcionan las procuradurías de cada entidad, Tamaulipas encabeza la lista con 5 mil 991 desaparecidos, le sigue el Estado de México con 4 mil 217, Jalisco, 2 mil 971; Sinaloa, 2 mil 819; Nuevo León, 2 mil 560; Chihuahua, 2 mil 99; Puebla, mil 695, Coahuila, mil 630; Guerrero con mil 374 y Sonora, mil 288.
Termina el día de búsqueda, hoy, la varilla de metro y medio de largo nunca salió con la punta húmeda o color rojiza, otras características de que hay cuerpos sepultados. Tampoco salió ese hedor al que su nariz ya se está acostumbrando.
