Suman 457 denuncias por delitos como robo y acoso contra choferes de Uber

Choferes de Uber son acusados por más de 400 crímenes. Las indagatorias se han iniciado en once estados por los delitos de robo, violación, homicidio, abuso de confianza, entre otros

Nación 20/09/2018 08:10 Alexis Ortiz Actualizada 08:13

El ¡zaaaaz! de las puertas advirtió a Carlos que ese viaje no sería como cualquier otro. Se había quedado dormido en la parte trasera de un Uber y dos portazos lo despertaron. Apenas se le espantó el sueño y se dio cuenta de que tenía una arma apuntándole a la cabeza. Dos sujetos habían abordado el vehículo para amenazarlo de muerte, o entregaba sus cosas o se jodía. Y el conductor seguía su rumbo, como si nada sucediera.

“¡Si no me das tus cosas ya valiste madre, necesitamos tu celular y tu cartera!”, le gritaron los asaltantes al joven que había pedido un taxi privado para volver a su casa por la madrugada. Su viaje debía durar a lo mucho 25 minutos, pero durante casi una hora lo mantuvieron cautivo, lo golpearon y le dieron un cachazo en el rostro.

“Uno de los hombres se subió como copiloto y él era quien traía el arma. Prácticamente me apuntó todo el trayecto, sólo bajaba la pistola cuando se acercaba un automóvil o se ponía un semáforo. Yo les entregué voluntariamente mis cosas y les pedí que no me hicieran daño, que me dejaran ir pero se rehusaron”, explica Carlos.

Los hechos sucedieron el pasado 13 de julio a las tres de la mañana en la Ciudad de México. La víctima asegura que el conductor de Uber se convirtió en un cómplice de su asalto, pues nunca intentó ayudarlo y continuaba manejando sin rumbo aparente.

“Lamentablemente yo no me di cuenta de que el conductor nunca inició el viaje. Cuando llegué a mi casa prendí la computadora para dar de baja mi cuenta de Uber y me percaté de que el chofer canceló el servicio hasta las cuatro de la mañana, cuando los delincuentes por fin me dejaron libre”, señala.

Carlos levantó una denuncia ante el ministerio público después de lo sucedido. A ese procedimiento legal contra un conductor de Uber se suman otros 457 por diversas incidencias delictivas en once estados de la República.

Los presuntos delitos por los cuales se iniciaron las indagatorias sucedieron en los últimos tres años y fueron reportados en 35 municipios, lo cual representa alrededor del 75 por ciento del territorio mexicano en el que la compañía tiene presencia.

Los conductores de Uber acumulan 115 investigaciones por abuso de confianza, 80 por robo, 23 por violaciones, 23 por daños a las cosas, 11 por lesiones culposas y dolosas, siete por fraude, cuatro por homicidios, tres por acoso sexual y otras 191 carpetas de investigación por delitos diversos y no especificados.

Para la realización de este trabajo se enviaron 24 solicitudes de información a las fiscalías y procuradurías de los estados donde opera la compañía, pero al cierre de esta edición sólo se tuvo respuesta de once dependencias. Los datos proporcionados por Sonora no se tomaron en cuenta porque fue la única institución que especificó que los delitos cometidos por los choferes pudieron no haberse ejecutado mientras el imputado ejercía su ocupación.

Dos meses después del robo, Carlos relata que en un inicio Uber le brindó asistencia legal para aclarar si su conductor efectivamente estuvo relacionado con el delito. Asimismo, pudo recuperar los ocho mil 500 pesos que los asaltantes se gastaron con sus tarjetas de crédito

Por otra parte, su experiencia con las autoridades locales no ha sido la mejor: “Cuando por fin me bajaron del automóvil corrí toda una calle y cuando encontré a unos policías me dijeron que si no me acordaba de las placas del carro no iba a proceder ninguna denuncia. Después me dijeron que era imposible que me llevaran a mi casa porque la colonia donde vivo no era su jurisdicción”.

Y después de todo eso, reclama Carlos, ni el ministerio público pidió los datos del conductor a la empresa y Uber tampoco le ha informado sobre alguna medida concreta que haya tomado para evitar que otros usuarios vivan la misma experiencia.

“Mi miedo también era que los delincuentes tuvieran acceso a información de mi familia cuando me quitaron el celular”, dice el joven, quien aún recuerda el momento en el que uno de los ladrones cortó cartucho, le apuntó a la cabeza y le hizo pensar que ese sería su último día con vida.

“Desde ese momento tengo más precauciones con Uber. Yo era un usuario frecuente e incluso tenía una promoción de un mes con 20 por ciento de descuento en todos mis viajes. Mi recomendación es siempre estar precavidos, verificar que tu viaje sí inició y compartir tu ubicación”, concluye Carlos.

Más autos, menos calidad

Las ciudades y municipios donde los conductores de Uber han enfrentado más investigaciones policiales son Mérida, con 164 casos; Santiago de Querétaro, con 55; San Nicolás de los Garza, con 43; Aguascalientes, con 27; Monterrey, con 26; Zacatecas, con 22; Guadalupe, con 20; Puebla, con 18, y Guadalajara con 11.

Ante estos datos, Uber México declaró vía correo electrónico que “el presunto delito por el cual se investiga puede o no estar relacionado con un suceso ocurrido en un viaje contratado a través de la aplicación. Cuando recibimos un reporte de una presunta conducta ilícita, ya sea dentro de la aplicación o a través de prensa y redes sociales, tomamos las medidas pertinentes o que en algunos casos incluye la suspensión temporal de las cuentas presuntamente involucradas”.

Además, la compañía aseguró que sólo acepta el 12 por ciento de solicitudes para utilizar su plataforma, y también agregó que no tienen detectados puntos específicos de la República en los cuales sus trabajadores sean más propensos a cometer ilícitos.

Expertos en transporte público explicaron que la calidad de Uber y sus competidores ha disminuido en los últimos años debido a su crecimiento acelerado.

“El parteaguas fue el momento en el que Uber dejó de hacer un meticuloso filtro para elegir a sus conductores. Asumo que, al reajustar su modelo de negocio, prefirieron crecer el número de su flota a costa de la calidad. Pero la verdad es que aunque el servicio empeoró, prácticamente todos seguimos usándolo y mucho”, explica el urbanista Iván Amador.

Asimismo indicó que “hay que entender que Uber y sus análogos son un negocio en busca de ganancias económicas y lo hacen mejorando la movilidad de las personas, pero no nos engañemos, su objetivo principal no es ese, sino obtener dinero, así que si quieres una mejor calidad puedes pagar por servicios de mayor lujo”.

También Bernardo Baranda, director para Latinoamérica del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP), dijo en entrevista que “Uber tiene más controles que un taxi. Una ventaja de la plataforma es que permite un cierto control, pero no pudo escapar de la inseguridad que nos aqueja y seguramente hay conductores que no deberían estar trabajando ahí, que son aquellos que han cometido algún delito”.

El experto indicó que el objetivo de Uber debería ser “mantener el estándar del servicio muy alto y ser conscientes de que son parte del ecosistema de movilidad en la ciudad. Deben jugar para que tengamos un transporte más sustentable y más seguro porque estos servicios son una realidad y llegaron para quedarse”.

Ambos expertos coincidieron en que a pesar de todo, Uber sigue siendo una mejor opción frente a los taxis cotidianos. Iván Amador, del Colegio de Urbanistas, lo resumió así: “Yo diría: en tres años en la CDMX hubo más de 7 mil 800 denuncias hacías taxis tradicionales. ¿Qué quiere decir esto? Uber no es 100 por ciento seguro, pero sigue siendo el mejor medio de ‘transporte público’ disponible”.

 

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