Lo que no se gane en las urnas no se ganará en tribunales: magistrado del TEPJF

Nación 28/06/2018 12:26 Horacio Jiménez Actualizada 12:26

Riesgos, en el contexto nacional, no en el sistema democrático, dice; pide a candidatos reconocer cuando ganan y cuando pierden

A tres días de la elección más grande la historia de México, el magistrado del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) José Luis Vargas Valdez considera que en los comicios del próximo domingo lo que no se gane en las urnas no se va a ganar en la mesa de los tribunales.

En entrevista con EL UNIVERSAL, pide a todos los candidatos presidenciales civilidad y estatura democrática para reconocer cuando ganan y cuando pierden en beneficio del país y la ciudadanía.

Reconoce que hay riesgos en estos comicios, pues no se ha erradicado la compra y coacción del voto, y por la violencia, pero adelanta que están garantizadas la certeza y legalidad, y habrá elecciones confiables.

Vargas Valdez niega que pueda darse un fraude electoral y rechaza las versiones de que el TEPJF está al servicio del PRI.

Flanqueado por un librero lleno de textos, uno de los siete magistrados de la Sala Superior del TEPJF reconoce que viene el mayor reto para ellos, que es calificar la elección, y se dice listo para ello, incluso ante el peor escenario, que sería el de mayor litigiosidad.

Faltan cuatro días para la elección, ¿ve focos rojos?

—Yo llevo 25 años trabajando en elecciones y no advierto cuál sería una elección, en torno a riesgos y amenazas, distinta a otras que han sucedido en el país.

Siempre, el peligro latente es, por supuesto, todo lo que tiene que ver con no respetar la voluntad del elector en torno a la compra y coacción del voto, que lamentablemente sigue subsistiendo, pero en lo que toca al Tribunal sí hemos venido resolviendo cada una de las irregularidades que se han denunciado y eso nos da la tranquilidad de decir que hoy llegamos a un momento sano para poder el próximo 1 de julio ejercer el derecho al voto.

Por supuesto que existen riesgos, y se ha hablado de muchos riesgos, pero son riesgos, y es importante decirlo, que están en un contexto nacional y no en un contexto del sistema electoral democrático. Se ha hablado del tema de la violencia y yo diría que tenemos un país violento desde hace más de 18 años y particularmente 12 con tonalidades de violencia, pero que son fenómenos por los que atraviesa el país y que no necesariamente son fenómenos del sistema electoral mexicano.

Hay que atenderlos y ver cómo el Estado acota esa posibilidad de un riesgo o una amenaza para la elección, pero sí creo que en lo que toca a las autoridades electorales, que es garantizar certeza y legalidad, procesos confiables a la ciudadanía y el trabajo que ha hecho el INE, pues está garantizado que habrá elecciones confiables el próximo 1 de julio.

¿Es riesgoso para este proceso electoral ver tantos candidatos asesinados?

—Entiendo y comparto los pronunciamientos de preocupación por la violencia, pero francamente me parecería que sería un fracaso para el sistema democrático decir que a los candidatos los imponen el crimen organizado o los criminales. Yo soy de la idea de que los candidatos los han puesto en este proceso electoral los partidos políticos, a través de los candidatos que son electos por esa vía, y los ciudadanos en el caso de los independientes.

Yo necesitaría tener más elementos probatorios para poder afirmar que a los candidatos los impone el crimen organizado. No es en todo el país, está focalizado y regionalizado en lugares donde, de manera circunstancial, existe un problema en torno al crimen organizado y que no necesariamente tiene que ver sólo con la democracia, sino con el control del poder económico, político y social.

Lo trataría de hacer más objetivo para decir que en los 32 estados no existe ese fenómeno, está focalizado, a lo mejor, en cinco estados de la República, tres ahora muy álgidos, pero no lo podemos extrapolar, y mucho menos para que a nivel internacional se pueda hablar de una elección en riesgo a lo largo y ancho del país, sería darles mucho crédito a los criminales de estar por encima del sistema electoral y democrático.

¿Existe la posibilidad o ve riesgo de hacer un fraude electoral?

—Yo no veo dónde esté ese fraude, si es que se habla de un fraude, pero sobre todo creo que tenemos que atender a que si existen irregularidades nosotros las atenderemos y analizaremos a partir de pruebas objetivas, y lo que pide la Constitución es que sean irregularidades graves, dolosas y plenamente acreditadas, y si existe eso es porque existe un vicio lo suficientemente grande para afectar la voluntad de los ciudadanos y tendremos que analizar las irregularidades, pero también darles su justa dimensión, para poder establecer sanciones, que no necesariamente tiene que ser repetir elecciones.

Eso es lo que tendremos que entender, porque de lo contrario se generaría un incentivo perverso de que a la menor irregularidad pedir que se repita una elección.

¿Está el TEPJF al servicio del PRI?

—Negado completamente, por una razón: porque lo que nosotros tenemos que garantizar, como juzgadores, es que en el tiempo nuestras votaciones sean congruentes y eso es imposible poder lograrlo a partir de intentar favorecer a un actor o una fuerza política en exclusiva.

Estas afirmaciones no tienen sustento. A veces puede haber un ánimo de buscar debilitar a las autoridades electorales a través de juicios de esa naturaleza.

¿Ve una judicialización?

—La tenemos prevista. Nuestra función es pensar en el peor escenario para poder atender cualquier inconformidad que exista y poderle dar un desahogo jurídico.

Francamente, no sé qué va a pasar después del 1 de julio, va a depender de muchos factores. Yo apelo a la civilidad de los partidos y actores a mantener la calma, y lo que se hizo en campaña y lo que no se hizo el día de la jornada no se va a lograr hacer después, hay que respetar lo que la gente decida.

¿Lo que no se consiguió en la campaña no se va a conseguir en el tribunal?

—El mensaje que siempre he mandado es: lo que no se ganó en las urnas no se gana en la mesa de los tribunales, y eso aplicaría porque en la mesa de los tribunales se gana cuando existen violaciones e irregularidades acreditadas, fehacientemente probadas; de lo contrario, nuestra obligación es respetar lo que los ciudadanos eligieron el día de la jornada electoral.

Entonces cabría un llamado a respetar el resultado.

—Así es. Es decir, yo creo que, en el fuero interno, los contendientes saben cuándo ganaron y saben cuándo no ganaron; entonces, a mí me parece a veces dudoso que aun sabiendo que no te asistió la razón y el triunfo salen a decir que ganaron. Yo diría eso: tarde que temprano se van a contar los votos para que no exista la menor duda de que quien ganó fue a quien realmente le correspondería el triunfo. 

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