Villanos de Star Wars ayudan a niños con cáncer

Personajes de La guerra de las galaxias apoyan a fundaciones contra el cáncer a recolectar fondos. En Hidalgo invitaron a la gente a donar su cabello a esta noble causa

Foto: Iván Cruz
Nación 29/04/2018 15:04 Iván Cruz Ixmiquilpan, Hidalgo Actualizada 15:04

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Kylo Ren, el villano principal de las películas de La Guerra de las Galaxias, acompañado de nueve de sus soldados camina por una plaza de Ixmiquilpan, Hidalgo. Esta vez no porta un sable de luz, ni destruye comunidades o planetas, sino que lleva un bote para pedir dinero y solicitar a la gente que donen su cabello para ayudar a niños con cáncer.

Acompañando a estos sujetos de armaduras y cascos están 15 pequeños scouts que recolectan tapitas de plástico para venderlas y juntar más recursos para apoyar la causa. Mientras cada grupo hace su trabajo, el hombre disfrazado de Kylo se toma un respiro, su nombre es Iván Casas y es uno de los dirigentes de la comunidad más grande de fanáticos caracterizados de los personajes de Star Wars.

“La Legión 501 es un club internacional de personas que hacemos trajes de alta calidad de los personajes del Imperio y apoyamos a causas sociales como colectas, visitas a hospitales, donaciones, todo sin fines de lucro”, señala Iván.

Después de beber agua retoma su papel y continúa boteando junto a sus compañeros. Esta participación de los Legionarios es la primera que hacen en Ixmiquilpan, la mayoría viajaron desde la Ciudad de México para apoyar en este tercer “Tapatón” de los scouts.

Al final de la jornada se juntaron dos mil pesos que fueron entregados a dos asociaciones de asistencia a personas con cáncer, así como 24 cabelleras que se donaron a la fundación Oncoayuda, que se dedica a elaborar pelucas para niñas y mujeres con cáncer, entre las donadoras de cabello se encuentra Elisa Viguera, líder de los scouts.

“El objetivo de juntar tapas es mitigar un poco el impacto ambiental y las ganancias del reciclado es para ayudar a niños con cáncer con sus medicamentos, pasajes, ropa o comida. Este año también participamos con Oncoayuda con donaciones de cabello, lo nuevo también es que los muchachos vestidos de Star Wars nos apoyaron con el boteo y en tomarse fotos con las personas que pasan a donar”, afrimó.

Terminadas las actividades Iván y sus compañeros se quitan los trajes y van a comer, aunque siempre responden que sí cuando algún niño les pregunta si van a la guerra o en dónde dejaron su nave espacial. Lo cierto es que son personas normales: “Cada uno tiene su empleo y su vida como cualquier persona, pero al momento de usar el traje saben que no deben salirse del personaje para mantener la ilusión”.

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Hace poco tiempo, en una galaxia cercana

Para entender cómo funciona la Legión 501 es necesario viajar hasta 1997 cuando en Estados Unidos, un sujeto llegó disfrazado de un soldado imperial a una función de la Guerra de las Galaxias, se trataba de Albin Johnson, un hombre fanático de la saga. Cuando las personas lo vieron con su traje comenzaron a imitarlo y rápidamente ganó seguidores. En convenciones se juntaron más personas caracterizadas de los personajes malvados y reconocieron a Albin como el fundador de este nuevo club, que ganó miembros en todo el mundo.

En foros de internet organizaron una estructura similar a la del Imperio Galáctico visto en las películas y cómics de la Guerra de las Galaxias. Albin siempre ha tenido un lugar importante en esta comunidad, pero en un mal momento de su vida, él enfermó, perdió una pierna, y su hija Katie falleció de cáncer en 2005. En ese momento la Legión 501 cambió el rumbo y decidió apoyar a causas altruistas para honrar la memoria de la pequeña Katie.

Actualmente la Legión 501 tiene 12 mil miembros activos en todo el mundo, en México son más de 400. Para organizarse, se dividen en Guarniciones o Garrisons, distribuidas por zonas geográficas. Nuestro país tiene cuatro, e Iván dirige a una de ellas llamada Mexican Garrison, con presencia en el Valle de México, Hidalgo, Puebla, Tlaxcala y Morelos.

Su experiencia como legionario comenzó en 2009 con un traje que una amiga le confeccionó, desde entonces ha participado, junto a su hermana que también es miembro, en diversas actividades altruistas y de fans tanto en México como en Estados Unidos.

Este año Iván fue electo dirigente de su guarnición y como buen líder reconoce a dos de sus compañero sobresalientes: Leonor y Ulises, la primera por ser la más activa y mayor de todos  y el segundo por tener más trajes.

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Era 1977, una joven llamada Leonor entró a los Multicinemas de Plaza Universidad con su novio para ver La Guerra de las Galaxias, todas las revistas de la época decían que era un espectáculo que nadie debía perderse. Al terminar la función supo que el filme cambiaría su vida, “nunca antes se había visto algo así. Fue impresionante: La historia, los efectos especiales, los trajes”, recuerda a sus 62 años.

Leonor tiene dos disfraces, uno es de un Jawa, un ser de aspecto misterioso cubierto únicamente con una capucha café y el segundo es un Ewok, una especie de oso humanoide. Ella misma los confeccionó, eligió estos personajes porque es muy pequeña de estatura para ser un soldado imperial.

“Cuando me pongo el traje la gente no sabe quién está debajo de él, a veces creen que soy una niña por mi estatura. Como me pongo a jugar con los niños, creen que soy alguien de su edad por que me muevo, corro y salto igual para mantener la ilusión”.

Ella asiste a casi todos los eventos altruistas desde hace 10 años. Los miembros de la Legión le tienen mucho cariño y respeto ya que muchos de los trajes que portan fueron hechos por ella, en un pequeño taller improvisado en su casa de Ecatepec. La Legión cuenta con el permiso de los dueños de los derechos de los personajes para realizar y usar las vestimentas.

Por otra parte, su hijo Rodrigo también es miembro importante del club, él es el diseñador de mucha de la mercancía que usan los Legionarios. “Antes asistíamos a todos los eventos y convenciones juntos, por mí le gusta Star Wars, se lo enseñé desde niño. Ahora hasta sabe más que yo. Él ahora vive en Durango pero sigue siendo miembro de la Legión”, dice  Leonor.

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De payaso a villano de la galaxia

La Mexican Garrison puede tener más de 50 eventos al año. Los miembros no pueden recibir dinero por sus presentaciones, es una regla de la legión; por eso, a veces se les complica a algunos miembros asistir a todos los eventos, ya sea por sus trabajos, la distancia o la capacidad económica de cada uno. Aún con estas dificultades, hacen su mayor esfuerzo. Entre todos, destaca Ulises Gallardo, mejor conocido como “Ufu Revan mil trajes”.

“El nombre viene de mi nickname y porque en México soy el que tiene más trajes, tengo 16 acreditados y estoy trabajando en otros dos”, comenta Ulises, quien es maestro de educación física en una secundaria de Iztapalapa.

Ulises y su esposa Laura pertenecen a la Legión 501 desde hace cinco años. Han ido a más de 100 eventos, también su sobrino Augusto es parte de esta pasión: “Desde pequeño le mandamos a hacer un trajecito de Jedi, le gusta y sabe mucho de Star Wars. Digamos que yo lo inicié. Él está en la Academia Galáctica, el grupo para los niños, ahí no hay reglas con los trajes, sólo que les guste usarlo.

Convivir con niños es algo que Ulises ha hecho casi toda su vida, fue payaso en algún momento y hasta luchador amateur, pero sentía la necesidad de pertenecer a un grupo y encontró en la legión el lugar para disfrutar de su fanatismo por La Guerra de las Galaxias además de hacer buenas acciones: “En una ocasión fuimos al Hospital 20 de Noviembre, yo iba disfrazado de Darth Revan y me tocó entrar a una habitación de una niña que estaba enferma de cáncer, no tenía cabello porque le habían hecho quimioterapia y a pesar de que mi traje era completamente negro, en cuanto me vio me dijo “hola y me extendió los brazos para abrazarla.Yo lloré y me emocione, eso te marca mucho”.

Explica que los padres de los niños se emocionan más al verlos, pues como él, crecieron con los personajes de Star Wars y soñaron con pertenecer a este mundo. Aunque en ocasiones por la euforia les han llegado a romper los trajes, la satisfacción de ver sonreír a los fans es suficiente para seguir adelante.

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