Combaten la diabetes con cirugía

Walter Kunz, cirujano mexicano, realiza operaciones en el intestino que permiten a los diabéticos prácticamente liberarse de la enfermedad. Son procedimientos de bajo costo y no implican un alto riesgo

FOTO: Demian Chávez. EL UNIVERSAL
Sociedad 19/05/2019 18:00 Redacción San Juan del Río, Querétaro Actualizada 18:00

Yo me acostaba y decía “Quién sabe si amanezca o quién sabe cómo amanecerá el azúcar”, cuenta María Antonia Pérez Pérez, quien hace 10 años fue diagnosticada como diabética. Esto fue el anuncio de una sentencia de muerte a mediano plazo. La obesidad fue una de las causas, y el adormecimiento de su brazo derecho, el síntoma que la reveló.

Hace cinco años, el médico Walter Kunz Martínez le practicó una Bipartición del Tránsito Intestinal (BTI), operación que le permitió nacer de nuevo. Hoy  María Antonia está prácticamente libre de diabetes mellitus 2 y se encuentra en remisión completa: no necesita medicamentos para controlar los niveles de azúcar en su sangre y le basta ponerse tenis y ropa deportiva para caminar hasta cinco kilómetros. 

Otros pacientes sometidos a la cirugía, además de disminuir o dejar de consumir medicamentos para diabetes e hipertensión, se han librado de dolorosas inyecciones de insulina. En casos más graves, han evitado la diálisis, usada cuando los riñones dejan de funcionar bien. 

La bipartición, realizada por Walter Kunz y su equipo en el Hospital General de San Juan del Río (HGSJR) en Querétaro, es más barata que otras operaciones, como el bypass gástrico, que también sirven para controlar la diabetes. A diferencia de ellas, no favorece la malabsorción de nutrientes en el organismo, requiere un control médico menos estricto y puede practicarse en hospitales que no son de alta especialidad. 

 

Darle batalla a la diabetes
Ceguera, daño irreversible a los riñones, amputaciones y la muerte, en el peor de los casos,  son algunas de las consecuencias de la diabetes mellitus. En 2017, más de 100 mil mexicanos perdieron la vida por padecerla: fue la segunda causa de fallecimientos en el país por razones de salud, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). 

Cada semana, Kunz Martínez, responsable de la Unidad de Cirugía Endocrina y Metabólica del HGSJR, amputa al menos a un paciente y a su familia. 

El complicado panorama motivó al también especialista en endocrinocirugía a modificar técnicas existentes y desarrollar la Bipartición del Tránsito Intestinal (BTI), que consiste en unir la parte inicial y final del intestino delgado,  formar un “atajo” por el que después de comer pasarán los alimentos; también lo harán por el trayecto normal del intestino. 

Esto favorecerá que la parte final del intestino delgado entre en contacto temprano con los nutrientes que dan los alimentos, se estimule y produzca hormonas incretinas, que a su vez incitarán al páncreas a secretar más insulina y por ende el control de azúcar (o glucosa) en la sangre será mejor. 

Nacer de nuevo 
Aunque la diabetes puede heredarse, el riesgo de tenerla aumenta con el sobrepeso y la obesidad, enfermedades que se volvieron una epidemia que afectó a 7 de cada 10 adultos y 3 de cada 10 niños mexicanos, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) del 2012. 

Hace cinco años, María Antonia Pérez inició un programa de control de obesidad en el HGSJR. Con dieta y ejercicio, bajó 30 kilogramos, y al ver lo comprometida que era, el cirujano Walter Kunz le ofreció someterse a la bipartición intestinal para ir un paso más adelante en el control de la diabetes mellitus 2. Ella aceptó la sugerencia.

Así, esta mujer que hoy tiene 65 años, se convirtió en la primera persona en recibir el tratamiento. Poco a poco redujo su consumo de antidiabéticos y a la fecha no toma ninguno. Entró en un estado de remisión completa; es decir, tiene los niveles de azúcar o glucosa normales. 

Obstáculos y camino por andar
La incredulidad de médicos y pacientes ha sido una de las principales dificultades para la difusión y puesta en práctica de la Bipartición del Tránsito Intestinal (BTI). Kunz Martínez explica que algunos pacientes diabéticos se niegan a ser operados de algo que no les duele y recurren a sus médicos de primer contacto. Ellos, por desconocimiento, les dicen que tales operaciones no existen o que están fuera de la realidad de México. 

Por eso, en un esfuerzo por difundir los resultados sobre la BTI, Walter Kunz y colaboradores escribieron un artículo en español en la Revista Colombiana de Cirugía, pues creen que esto ayudará a que más médicos conozcan el procedimiento. Otras de sus investigaciones están disponibles en el Clinical Research in Diabetes and Endocrinology Journal. 

Otra limitante ha sido el apoyo económico: Walter Kunz y sus colaboradores lo han buscado, pero no lo han obtenido ni del gobierno ni del sector privado. Si tuvieran más recursos, un mayor número de diabéticos tendría acceso al tratamiento y a una mejor calidad de vida; también podría capacitar a médicos que replicaran la experiencia en otras partes del país.

La investigación de Kunz Martínez sobre la modificación del tránsito intestinal también ha arrojado resultados alentadores en el tratamiento de Alzheimer y Parkinson. Los reportes muestran un avance más lento en el deterioro cognitivo que éstas producen. 

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