Vamos por empresas tramposas, afirma SAT

Se combatirá a quienes hacen planeación fiscal para evadir, dice; pagarán los que no cumplen: titular del órgano recaudador

En la foto: Margarita Ríos-Farjat, Jefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT). GERMÁN ESPINOSA. EL UNIVERSAL
Cartera 11/02/2019 08:00 Leonor Flores y Alberto Verdusco Actualizada 08:05

<p>Más que perseguir a evasores, el <strong>Servicio de Administración Tributaria</strong> (SAT) apelará al <strong>civismo contributivo,</strong> sobre todo empresarial, dice la jefa del organismo encargado del cobro de los impuestos, <strong>Margarita Ríos-Farjat,</strong> “para que paguen los que no pagan”.</p>

<p>En entrevista con <strong>EL UNIVERSAL</strong>, la abogada fiscalista que dejó la comodidad de su despacho independiente para integrarse al sector público, dice que el enfoque filosófico de la recaudación debe ser <strong>justicia y redistribución. </strong></p>

<p>Parte de la premisa de que la riqueza como tal se genera en el sector privado y la Constitución mandata que hay que contribuir al gasto público.</p>

<p>Y es el gobierno el encargado de redistribuirla, le da valor a los procesos y a las instituciones, asegura al citar al premio Nobel de Economía Douglass North: “Cuando una institución es sólida y fuerte da certeza”.</p>

<p>“Si no respetamos eso, entonces es como hacer trampa; no hay que buscar las excepciones todo el tiempo o interpretar (las leyes fiscales) de una manera muy forzada”, advierte al señalar que no habrá marcha atrás en la compensación universal, que se limitó precisamente para cerrar la evasión fiscal.</p>

<p>“La evasión no es sólo operaciones simuladas y empresas fantasmas y el contrabando, sino también las planeaciones fiscales agresivas; la evasión es lo que no llega”, pondera.</p>

<p>Por eso, considera que se necesita cambiar esa cultura o manera de pensar que es “como un deporte para ver cómo le hago para pagar menos impuestos” o pedir devoluciones que no se justifican, asegura la jefa del SAT.</p>

<p><strong>Solidaridad </strong></p>

<p>Ahora que se está reuniendo con integrantes de la iniciativa privada, Ríos-Farjat les habla de cómo pueden ayudar a combatir la evasión para mejorar la recaudación más que a obligarlos.</p>

<p>Lo anterior, con un sentimiento de solidaridad social ante un mal que padece México y a los empresarios les afecta porque impide la competencia económica.</p>

<p>La funcionaria comenta que ante los reclamos de que están pagando justos por pecadores, les hace ver que de ese tamaño es el desafío.</p>

<p>“Si logramos abatir este problema o reducirlo, deben regresar los incentivos económicos de crecimiento; ahora hay que alinearnos en un sentido de desincentivar los efectos perversos provocados por muchas ideas que se generaron”, afirma convencida en las instalaciones del SAT.</p>

<p>En ese contexto aboga por la comprensión, unidad y participación de todos los buenos mexicanos ejemplares que acatan lo que dice la Constitución que ya cumplió 102 años.</p>

<p>Invita a ver que si hay la mejor intención de ser un gobierno austero, abierto y transparente, todos debemos contribuir para una mejor redistribución en una sociedad tan desigual.</p>

<p><strong>Margarita Ríos-Farjat,</strong> una abogada regiomontana con maestría y doctorado, señala que si bien el fisco no es una entidad popular en ninguna parte del mundo, su plan es que el SAT le facilite la vida al contribuyente y hacer que regrese la confianza en esta institución.</p>

<p>Reconoce que será una labor de plomería, la cual no es “sexy” y sí poco visible, y que no será fácil ni rápida.</p>

<p>“No creo que sea una cosa de un año, se hará un llamado a la sensibilización”, matiza la jefa del SAT.</p>

<p>Ríos-Farjat tiene la responsabilidad de recaudar este año 3.3 billones de pesos, es decir, superar la meta de los poco más de 3 billones que se captaron en 2018.</p>

<p><strong>López Obrador </strong></p>

<p>Cuando comenzó a formar su propia familia, hizo una pausa en su vida profesional para después independizarse.</p>

<p>Con 21 años de casada con un abogado experto en temas de arbitraje comercial y dos hijos, empezó a involucrarse en otros temas que le inquietaban, como el sistema nacional anticorrupción.</p>

<p>Fue el entonces dirigente del partido Morena, Andrés Manuel López Obrador, quien la invitó a participar en lo que sería su plan de nación.</p>

<p>Sin militar en ningún partido comenzó a asistir a varias reuniones sobre procuración y justicia en una mesa de trabajo integrada por ocho personas.</p>

<p>Aceptó participar sin abandonar su visión crítica que la llevó a escribir en un periódico y a ser una buena abogada.</p>

<p>Se identificó de una manera natural con las ideas de López Obrador al reconocer la gran desigualdad prevaleciente en el país y por la comunicación de gobierno y de la sociedad, que se trastornó.</p>

<p>“No pude disimular ser crítica, le preguntaba cosas y le cuestionaba temas, y lejos de molestarse, él me sumaba a cosas”, platica Ríos-Farjat.</p>

<p>Eso le hizo reflexionar que si uno dice lo que piensas y te suman, entonces se trata de alguien que quiere ser responsable.</p>

<p>Por eso aceptó participar en el grupo plural para elaborar el plan de nación y después en la campaña.</p>

<p>“Me convenció de que sus intenciones eran honestas y sinceras, él mismo me hizo la invitación y me di cuenta que esto era lo que más le preocupaba”.</p>

<p>Después cuando le pidió hacerse cargo del SAT, ella le preguntó: “Qué quiere del SAT, y me dijo con esa vehemencia que tiene en las conferencias mañaneras, una frase que se me quedó muy grabada: ‘Quiero que paguen impuestos los que no pagan, porque es muy injusto que el país se sostenga a costa de los cumplidos; si no lo cambiamos ahora, esto no va a cambiar’”, recuerda.</p>

<p>Dice que el Presidente se siente muy comprometido con el resultado de la elección, y quiere responderle a todo el país, y eso obliga a uno a hacer lo que está en nuestras manos.</p>

<p><strong>Los Contemporáneos </strong></p>

<p>La nueva jefa del SAT nació en Monterrey, Nuevo León, en donde pasó su infancia. A la Ciudad de México le tomó cariño cuando realizó sus primeros estudios.</p>

<p>Regresó a Monterrey por el trabajo de su papá y se graduó en la Facultad de Derecho de la Universidad de Nuevo León con un buen promedio, lo que le permitió tener una beca para estudiar la maestría en Derecho Fiscal y al mismo tiempo trabajaba en el juzgado de distrito y en un despacho de una firma multinacional.</p>

<p>Proviene de una familia que le inculcó el amor y respeto a las instituciones. Fue una niña muy inquieta y por influencia de su papá estudió leyes.</p>

<p>La austeridad fue la mayor enseñanza que le legó su padre, y la comunicación su mamá, dos fuentes de donde abrevar que armonizaban muy bien, dice.</p>

<p>Con orgullo recuerda a su padre —de quien tiene una foto en su oficina— como un hombre que le dedicó 50 años de su vida al Poder Judicial de la Federación.</p>

<p>También se desempeñó como maestro de historia, fue autodidacta y siempre se apoyó en la cultura del esfuerzo al ser huérfano.</p>

<p>“Fue un juez austero con poca vida social que siempre se la pasó estudiando”, dice Ríos-Farjat al recordar que de niña. cuando tenía como 11 años de edad, la llevaba a las sesiones del pleno en la Suprema Corte.</p>

<p>Extraña su presencia y le hubiera gustado que estuviera con ella cuando se doctoró, y dándole consejos en estos momentos, pero siente que la “acompaña desde otra dimensión”.</p>

<p>Su encuentro con la poesía y la literatura fue en su casa rodeada de los libros de su padre.</p>

<p>“Estaba acostumbrada a ver libros y tomarlos por curiosidad y empezar a ordenarlos, y así encontré los de poesía”. Los comenzó a leer porque sonaban bonitos; ya en la preparatoria descubrió a Octavio Paz, le pareció fascinante y de ahí ya no hubo retorno.</p>

<p>Tiene dos libros publicados, y dice que tendría más, si no fuera tan crítica; hay uno más que espera ver la luz guardado en el cajón.</p>

<p>Encuentra en la poesía, sobre todo en Los Contemporáneos muchas cosas: en primera una comunicación con uno mismo, y un apoyo a la capacidad de abstracción y de síntesis.</p>

<p>Entre sus favoritos menciona a Javier Villaurrutia, Carlos Pellicer, Torres Bodet, Jaime Sabines a quien tuvo el gusto de saludar alguna vez, y al cubano Eliseo Diego que no faltan en su buró.</p>

<p>Como consumidora de poesía es asidua visitante de las Ferias del Libro a ver si le hablan los versos.</p>

<p>Ahora como jefa del SAT espera encontrar un espacio para la poesía porque ahora está muy metida con el Código Fiscal y la Ley de Ingresos.</p>

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