Las personas que sobreviven a la enfermedad causada por Covid-19 desarrollan anticuerpos neutralizantes contra el virus, en un periodo aproximado de tres semanas y pueden ser transfundidos a personas enfermas.
El plasma es el líquido de la sangre que se obtiene al conectar al donador a una máquina de plasmaféresis, que extrae los anticuerpos. Una persona puede donar hasta 400 mililitros, con lo cual se pueden tratar dos pacientes.
La donación de sangre y sus hemoderivados están reguladas por la Secretaría Salud federal y la Comisión Federal contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), lo que garantiza un procedimiento seguro y libre de enfermedades de transmisión sanguínea.
En los lineamientos para el uso de plasma, la Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que se debe considerar como una terapia experimental y contar con la autorización de los Comités de Ética y Bioseguridad de las instituciones de salud, además de ser un protocolo que genere conocimiento científico al publicar los estudios en revistas especializadas.
Roldán Aragón, señaló que los tratamientos que han aplicado parecen funcionar pues varios pacientes han sobrevivido a la enfermedad. Además, compartió que un grupo de médicos de Oaxaca se encuentran en asesorías con especialistas de institutos nacionales de salud, a fin de poder implementar este protocolo de manera oficial.
“Hemos monitoreado con nuestros colegas sobre el uso de esta terapia y la respuesta ha sido favorable, incluso ellos se la aplicarían si fuese necesario”, detalló.
Finalmente invitó a la ciudadanía a donar de manera altruista, con la conciencia de que se pueden salvar vidas.
*Este texto se publicó originalmente en el sitio de la UABJO y se reproduce con autorización expresa de dicha casa de estudios.