En juego, la candidatura presidencial de Morena

Raúl Rodríguez Cortés

En el trasfondo está la confrontación adelantadísima hacia las elecciones presidenciales de 2024 entre Ebrard y Sheinbaum, con un Monreal expectante

Con la renovación vía encuesta de su dirigencia nacional, Morena no solo dirimirá su viabilidad como partido-movimiento y la del gobierno de la 4T en su segundo tramo, sino también la candidatura presidencial de quien tendrá la encomienda de dar continuidad a la transformación emprendida por AMLO.

En el trasfondo de esta lucha –en la que, por supuesto, no es ajeno el Presidente- está la confrontación adelantadísima y ya desatada hacia las elecciones presidenciales de 2024 entre Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum, con un Ricardo Monreal expectante de que las condiciones imperantes lo conviertan en un tercero en discordia.

Así, el coordinador de la diputación morenista, Mario Delgado es el alfil del canciller Ebrard; Porfirio Muñoz Ledo (alternativa a favor de la cual se hizo a un lado Bertha Luján, presidenta del Consejo Político del partido) lo es de la jefa de gobierno Sheinbaum; y Alejandro Rojas Díaz Durán, del coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal quien no juega ahí todas sus canicas y mantiene vínculos de apoyo con su contraparte en San Lázaro, en lo que algunos ven como una alianza Ebrard-Monreal.

El tablero sucesorio se ajustó luego de que el 20 de agosto pasado, el TEPJF rechazó el pedido del presidente interino morenista, Alfonso Ramírez Cuéllar de posponer un año la renovación de dirigentes y ordenó al INE, mandándole una verdadera papa caliente, dirimir el proceso mediante una encuesta abierta a militantes y simpatizantes, que no dejó afuera a otros aspirantes como Yeidckol Polevnsky, muy vapuleada por su errático liderazgo, quien conserva el apoyo de los gobernadores de Baja California, Javier Bonilla, y de Puebla, Luis Miguel Barbosa; al joven politólogo Gibrán Ramírez (que también trae la bendición de Bertha Luján) y el diputado federal Javier Hidalgo, cercano al senador Martí Batres.

El martes pasado concluyó el plazo para el registro de aspirantes. Se inscribieron 51. La Dirección Ejecutiva de Prerrogativas y Partidos Políticos del INE dictaminará hoy su procedencia, y la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos aprobará mañana el listado de candidaturas que cumplieron los requisitos. Si son más de seis, deberá hacerse un ejercicio demoscópico que determinará a los seis o menos, que contenderán en encuestas espejo que realizarán Covarrubias y Asociados, Parametría y Ulises Beltrán y Asociados, cuya metodología aun es un enigma como para saber si retratará los posicionamientos regionales y territoriales de Morena. Se aplicarán entre el 26 de septiembre y el 2 de octubre próximos, y el ganador se registrará ante el INE el 5 de octubre.

El peso del conocimiento público de los aspirantes es determinante en un procedimiento de encuestas. Una reciente de Massive Caller (realizada entre quienes votaron por Morena en 2018 y estarían dispuestos a hacerlo en 2021) le da ventaja de siete puntos a Mario Delgado (23.9%) sobre Yeidckol Polevnsky (17.2%) y Porfirio Muñoz Ledo (17%), los tres de mayor conocimiento público. Más abajo están Gibrán Ramírez (13.6%) y Alejandro Rojas Díaz Durán (4.3%), los mejor armados ideológicamente y que tienen el reto de probar qué tanto peso tendría en la encuesta el trabajo político con las bases de Morena, desarrollado sobre todo por el alfil de Monreal.

Este es un referente cuantitativo que incluso avala lo cualitativo, donde la percepción sugiere el triunfo casi seguro de Delgado por el conocimiento público que consolidó durante tres años al frente de la JUCOPO de la Cámara de Diputados. Tal fue la razón por la que Bertha Luján y Claudia Sheinbaum (lideresas indiscutibles de “Los Puros”, llamados así porque han acompañado a AMLO a lo largo de toda su lucha política y en la fundación de Morena), hicieron mediciones demoscópicas para ver su oportunidad frente a Delgado. De ello resultó que Bertha Luján diera un paso lateral y subiera a Muñoz Ledo a la contienda.

Desde el inicio del gobierno de la 4T, Delgado fue impulsado por Ebrard, de quien fue su secretario de Finanzas en el gobierno de la Ciudad de México y quien operó la construcción de la Línea 12 del Metro, cuyas presuntas irregularidades llevaron a su jefe al autoexilio.

Muñoz Ledo, de no ganar pese a toda su experiencia política, garantizaría a Sheinbaum y Luján que Ebrard no consolidara el control de todo el partido y, por lo tanto, de los recursos económicos y de las candidaturas.

Al registrarse ante el INE, todos los aspirantes firmaron una carta en la que se comprometen a aceptar los resultados de la encuesta. Desconocerlos o cuestionarlos profundizaría las pugnas internas y fracturas sufridas por Morena en sus cinco años de vida, lo que pondría el riesgo el objetivo de conservar la mayoría absoluta en el Congreso y obstaculizaría el proyecto transformador de AMLO en la segunda parte de su mandato.

Instantáneas:

 

1.LOS SEGUNDOS. La elección de presidente(a) y secretario(a) general de gobierno no va en fórmula. La de este(a) último(a) se hará con un procedimiento similar al del presidente(a). Para este cargo se inscribieron 54 aspirantes de los que deberán quedar máximo seis para la realización de la encuesta. La aquí referida encuesta de Massive Caller da por lo pronto la ventaja a Antonio Attolini, exdirigente del movimiento juvenil #YoSoy132 y cercano colaborador del actual director del IMSS, Zoé Robledo, con 19.1%. Todo indica que está en la órbita Delgado-Ebrard. Le sigue la senadora Citlalli Hernández, destacada integrante de “Los Puros” con 15.9%. Se percibe que está en la órbita Muñoz Ledo-Luján-Sheinbaum.

2.DEMOCRACIA. Con 105 aspirantes registrados a las dos posiciones de mando de Morena, un resultado certero e incuestionable obrará, sin duda, en el fortalecimiento de la democracia interna de ese partido y la reparación de sus inocultables fisuras generadas por el desempeño de liderazgos anteriores. De no conseguirlo, estaríamos frente a un escenario de implosión entre los grupos de poder de ese partido. Ahí se sabrá si AMLO tomó o tomará el liderazgo del proceso o de plano permitirá que Morena llegue a sus límites. Difícil creer que opte por el segundo escenario que pondría en jaque sus posiciones de poder y comprometería la maquinaria con la que debe enfrentar su próximo desafío electoral.

3.¡AY CHIHUAHUA! Las protestas que ha desatado en Chihuahua el pago de cuotas de agua a Estados Unidos (contenido en un convenio firmado entre los dos países en 1944) y la muerte de una mujer y las graves heridas a su esposo que dejó el presunto uso abusivo de la Guardia Nacional en la presa “La Boquilla”, han agudizado la confrontación entre AMLO y el gobernador Javier Corral (parte, por cierto, de los diez mandatarios que conforman la llamada Alianza Federalista). Bien que el Presidente denunciara que en el incidente hubo mano negra preelectoral de los exgobernadores Fernando Baeza y José Reyes Baeza así como al aspirante a la candidatura por el PAN, Gustavo Madero; y que hiciera un recuento de las maniobras y acuerdos que durante los últimos años han hecho el PRI y el PAN en lo que a su juicio fue el más reciente cambio del Revolucionario Institucional: de Partido Nacional Revolucionario (PNR) a Partido de la Revolución Mexicana (PRM) a Partido Revolucionario Institucional (PRI) y finalmente a PRIAN. Recordó el fraude electoral de 1986 que le arrebató el triunfo en la entidad al panista Francisco Barrio para dárselo al priista Fernando Baeza y que fue llamado “patriótico” bajo el argumento de que no podía dejarse en manos de la oposición el gobierno de una entidad que hace frontera con Estados Unidos. Pero mal, muy mal, que AMLO no haya recordado que el operador del “fraude patriótico” fue el entonces secretario de Gobernación, Manuel Bartlett que estaba ahí, en la mañanera.

4. IRREGULARIDADES POLITÉCNICAS. Lectores de este espacio se lamentan de que en el IPN se tolere a servidores públicos de alta responsabilidad que incurren en actos de corrupción e impunidad. Se refieren al actual director de Capital Humano del Poli, Jaime Arturo Meneses Galván quien, cuando fue director de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias Sociales y Administrativas, no atendió las denuncias de conductas agresivas de sus subordinados. Por eso el Órgano Interno de Control del Poli determinó suspenderlo, segunda sanción de esa naturaleza en una quincena.

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