Lo que urge en seguridad
En materia de seguridad es poco lo que puede cuestionarse sobre la actuación de fuerzas federales, tanto policiacas como militares, al momento de desempeñar tareas de seguridad pública. Debido a su capacidad de respuesta es que las bandas criminales no han logrado expandirse más. Aunque hace años las denuncias por violaciones de derechos humanos por parte del Ejército eran comunes, actualmente han disminuido y se ha dado un compromiso público de mejorar cada día en ese aspecto.
Ayer se dio a conocer que entre los planes del próximo gobierno está convocar a 50 mil jóvenes para que se sumen a Ejército, Marina y Policía Federal. ¿No sería más conveniente reforzar sólo a esta última corporación para disminuir la presencia militar en las calles? Organizaciones civiles han desaprobado que el Ejército realice tareas de seguridad, pues su formación no es esa, y desde 2012 ha sido mínimo el crecimiento del número de agentes de la Policía. De acuerdo con el último Informe de Gobierno, la Policía Federal cuenta con 37 mil efectivos y las Fuerzas Armadas 269 mil elementos.
Sin embargo, el anuncio de reforzar las fuerzas federales olvida un elemento importante: si algunas corporaciones requieren consolidación, capacitación y atención esas son las corporaciones policiacas estatales y municipales. En ellas se encuentra el más grave problema en el país, al momento de brindar seguridad.
El estudio Semáforo del Desarrollo Policial 2015 de la organización Causa en Común encontró que los agentes de las corporaciones estatales no tienen oportunidades de desarrollo profesional, viven incertidumbre laboral, cuentan con capacitación deficiente y desigual entre una entidad y otra; además, 26 estados no cumplen con las evaluaciones de habilidades destrezas y conocimientos y 15 no realizan exámenes de desempeño.
Un estudio más reciente, de 2017, también de Causa en Común, menciona que la mitad de los policías del país percibe un salario menor a 10 mil pesos mensuales, que 40% considera que hay corrupción dentro de su corporación y que se presenta en mayor medida en los mandos altos. Y lo más grave: 92% de aquellos que tienen la encomienda de proteger a la ciudadanía se sienten vulnerables.
Por supuesto que se requiere reforzar a las fuerzas federales ante el embate del crimen, pero no se puede olvidar la situación de carencias en que se encuentra la mayoría de policías municipales y estatales. Está concluyendo un sexenio en el que se prometió todo para consolidarlas, pero se hizo muy poco. La demanda de atención tiene calidad de urgente.