Los vuelos, aviones y fiestas de Lozoya & Co.

Mario Maldonado

Tras una tarde de whisky en la torre de Pemex, Froylán Gracia y Emilio Lozoya mandaron llamar al encargado de la supervisión de plataformas en Ciudad de Carmen, Campeche. “Vamos a ir a ver las plataformas”, le soltó el jefe de la Oficina de la dirección general. –Por supuesto, ¿para qué día programo la visita?, le respondió el superintendente. “Para hoy, el helicóptero sale en media hora hacia Toluca. Arregla todo”, ordenó Froylán.

La premura de los dos amigos y cómplices por llegar al sureste mexicano no tenía que ver con plataformas ni con Campeche, sino con la Riviera Maya. Según fuentes que abordaron el Eurocopter EC-145 y luego el avión Gulfstream Aerospace G-550, ni Lozoya ni Froylán se bajaron en Ciudad del Carmen. “Se fueron de fiesta a Cancún”, asegura uno de los tripulantes. “Regresaron el domingo a recoger al directivo de Pemex Exploración y Producción, y se regresaron a la Ciudad de México. Ese era el modus operandi porque en las bitácoras de los vuelos quedaba registrada la visita ‘de trabajo’ a Campeche”.

Anécdotas como esta, que sucedió a mediados de 2013, eran business as usual para el exdirector de Pemex y su primer círculo de amigos y cómplices. Pemex era de ellos y tenían que manejarse como los jeques árabes quienes, a diferencia de ellos, sí poseen las acciones de algunas de las petroleras más grandes del mundo. Froylán Gracia, aseguran exdirectivos de Pemex, también utilizaba los helicópteros de la empresa para pasear “amigos y amigas” que más tarde terminaban en la ominosamente famosa casa de la colonia Anzures, donde se hacían fiestas y reuniones casi todos los días de la semana.

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) documentó a principios de 2017 una serie de vuelos injustificados de Emilio Lozoya y su séquito de directivos, así como la adquisición de aeronaves de Pemex que se pusieron en comodato con la Secretaría de Defensa Nacional en un proceso más que desaseado.

Según la ASF, en 2015 un helicóptero propiedad de Pemex realizó un total de 54 traslados a la torre GAN (Grupo Acerero del Norte), propiedad de Alonso Ancira, ubicada en Campos Elíseos, en Polanco. Ancira es un viejo amigo de Lozoya, y de su padre, Emilio Lozoya Thalman, quien fue secretario de Estado en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, a su vez amigo del dueño de AHMSA, quien se encuentra en libertad condicional en España y tiene una orden de extradición por parte de las autoridades mexicanas.

En diciembre de 2013, bajo la dirección de Emilio Lozoya, Pemex compró a AHMSA una planta de fertilizantes por 275 millones de dólares y se comprometió a invertir otros 200 millones para su rehabilitación, toda vez que esta tenía 14 años sin operar. Buena parte del proceso de adquisición y avalúo fue cuestionado por la ASF, misma que expuso que la operación se hizo con un sobreprecio y no cumplió las premisas bajo las cuales se autorizó. Es el famoso caso de Agronitrogenados, que puso a Lozoya y a Ancira bajo la mira de las autoridades.

Entre 2014 y 2015, Pemex adquirió nueve aeronaves como parte de un convenio con la Secretaría de Defensa Nacional para la transportación, patrullaje y vigilancia del sistema nacional de ductos e instalaciones estratégicas de Pemex, y para el traslado de funcionarios de alto nivel. Sin embargo, las bitácoras de al menos un helicóptero (el Eurocopter EC-145) y un avión (el Cessna Sovereign), no acreditan haber sido utilizadas para brindar “movilidad táctica y estratégica a funcionarios de alto nivel para toma de decisiones y otras actividades de seguridad nacional”.

Por el contrario, el lujoso Eurocopter EC-145 registra 94 vuelos de origen o destino a un edificio habitacional de súper lujo: la Torre Arcos, en Bosques de las Lomas, desde donde Lozoya se trasladaba a su casa de Lomas de Bezares, la cual habría adquirido con dinero producto de la corrupción de Odebrecht.

También se registraron varios vuelos al Hospital Ángeles en el helicóptero de Pemex, y otros más en el avión Cessna Sovereign a destinos turísticos como Cancún, Huatulco –donde Lozoya también posee una casa que presuntamente compró con sobornos– o Acapulco. En Estados Unidos solía usar los aviones para viajar a New Jersey, donde el aeropuerto de esta ciudad queda a sólo 30 minutos de un departamento en el Upper West Side que posee junto con su esposa en Nueva York, y a 20 minutos del aeropuerto de Teterboro, donde también llegó a aterrizar para ir a los Hamptons.

Los vuelos, aviones y fiestas de Emilio Lozoya y compañía demuestran los excesos con los que se dirigía el exdirector de Pemex, quien ahora podría quedar libre junto con su primer círculo de amigos.

Hablamos de exfuncionarios como Arturo Henríquez Autrey, ex director de Procura y Abastecimiento de Pemex y exsocio de Alonso Ancira. Se le relaciona con las empresas PLA Ventures y Henmed Inc, con sede en Houston. Gustavo Hernández García –ex director de Pemex Exploración y Producción–, quien junto con Froylán Gracia y Carlos Roa, excoordinador de asesores de Lozoya, acompañaron al entonces gobernador de Veracruz, Javier Duarte, a eventos del sector petrolero a Houston, Texas.

Otros son Rodrigo Arteaga, Miguel Tame y Alejandro Martínez Sibaja quienes, según fuentes gubernamentales, también tienen expedientes aguardando su turno en los escritorios de la Fiscalía General de la República y la Unidad de Inteligencia Financiera.

Alcaldesa de Cancún, en la mira

Y hablando de la Fiscalía General de la República, de Alejandro Gertz Manero, llegó una denuncia de diversas organizaciones civiles contra la alcaldesa de Benito Juárez, Mara Lezama, a quien se le acusa de adquirir irregularmente propiedades en las zonas más exclusivas de ese municipio, mejor conocido como Cancún.

Entre los hechos que detonaron ya la apertura de la carpeta de investigación 372/2020, actualmente en integración por parte de la SEIDO, destaca la compra de un terreno de 900 metros cuadrados por un precio de venta de 4.8 millones de pesos, cuando el valor real del terreno según la zonificación comercial alcanza 32.2 millones.

La adquisición se habría realizado a través de la firma Desarrolladora Cumpal, S.A.P.I. de C.V, en la que fungen también como apoderados Omar Terrazas García y Miguel Ángel Lezama Espinosa, esposo y hermano de Mara Lezama, respectivamente.

Guardia Nacional licita equipo

La semana pasada se dio el fallo de la licitación para la adquisición de equipo táctico, de campaña y vestuario para el personal de la Guardia Nacional. En el proceso participaron más de 25 empresas.

Dicho concurso estuvo a cargo de la Dirección General de la Coordinación de Administración y Finanzas de la Guardia Nacional y, según algunos de los participantes, marcó un referente en la forma de comprar en las instituciones de seguridad nacional del gobierno de López Obrador, pues en los sexenios anteriores las compras de estos equipos e insumos en la Policía Federal se hacían por adjudicación directa, siendo los ganadores los mismos de siempre, sin importar la calidad y eficiencia en los productos.

De febrero a la fecha se registran ahorros de más de mil millones de pesos en las compras de la Guardia Nacional, y este nuevo fallo le garantiza un ahorro de alrededor de 40% en comparación con lo que se venía gastando.

Entre los productos requeridos destacan esposas policiales, bolsas para dormir, chalecos balísticos, mochilas, coderas y rodilleras, bastones policiales, chamarras rompeviento, fajillas, ropa deportiva, platos de acero inoxidable, juegos de cubiertos, bolsas de viaje y ponchos, entre otros.

Entre las firmas que salieron elegidas destacan Avacor, que se quedó con dos de las partidas para surtir platos de campaña y juegos de cubiertos por un total sin IVA de 18 millones 499 mil pesos; Emprotex, que abastecerá 29 mil 580 bastones y esposas policiales, así como más de 44 mil juegos de coderas a cambio de 64 millones 45 mil pesos; Gimosa se encargará de entregar más de 40 mil ponchos negros y chamarras rompevientos, además de ropa deportiva por 287 millones 417 mil pesos; y Textiles Lopagui, que entregará más de 12 mil chalecos balísticos por 258 millones 626 mil pesos.

@MarioMal

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