Peña 2018

Carlos Loret de Mola

El Informe refleja que en el quinto año y para lo que le resta del sexenio, EPN se ha concentrado en la sucesión

Como he expuesto en esta columna, el párrafo en la historia que tendrá el gobierno de Enrique Peña Nieto ya está definido: su legado será el de las reformas estructurales que logró aprobar al inicio de su mandato y su gran lastre será la corrupción.

Su mensaje por el quinto año de administración confirma que hace rato decidió no tratar de incidir para cambiar ese párrafo: se enfocó en la defensa del camino que marcan las reformas para el futuro gobierno y no hizo alusiones a la corrupción en su entorno y su partido pese a la enorme irritación que el tema causa en la sociedad.

El informe del presidente refleja que en el quinto año y para lo que le resta del sexenio, se ha concentrado en la campaña por la sucesión. Y no pudo haber dejado más claro que en su esquema, Andrés Manuel López Obrador es el adversario a vencer.

Especialmente, cuando dijo que México está a diez años de acabar con la pobreza extrema y a veinte de ser un país desarrollado, y que no debe tirarse por la borda apoyando, a través de la candidatura presidencial de López Obrador, un proyecto de regreso al pasado, que ya fracasó y que destruirá lo que las reformas han comenzado a construir.

La columna vertebral de su discurso fue resaltar los números en lo económico y los avances en lo social, planteados como parte de un proyecto que para acabar de rendir frutos debe ser defendido y continuado. La amenaza en la mente de Peña Nieto, quedó claro, se llama López Obrador.

La parte de seguridad y justicia, rubros en los que casi nada tiene para presumir —y que incluye el tema de la corrupción— estuvo referida casi como mera obligación. Algunos números, las detenciones de delincuentes de la lista de “objetivos prioritarios”, el tímido impulso al mando único y el reconocimiento a las Fuerzas Armadas. No más.

¿El mensaje del sábado contiene también la definición para la candidatura presidencial de su partido? Los priístas lo siguen leyendo con lupa. Hagan sus apuestas.

SACIAMORBOS. 1.— A pagar otras apuestas. Don Claudio X. Gonzáez sí asistió al acto del mensaje del presidente Peña por el 5to Informe, tras el golpe del New York Times. Por cierto, aquella reunión con empresarios del más alto nivel no sucedió en Los Pinos, como puse en esta columna el jueves, sino en el Club de Industriales Bosques en Bosques de las Lomas de la Ciudad de México.

2. En estas Historias de Reportero le conté el viernes de la fiesta de cumpleaños en Los Pinos hace unas semanas. Por error puse que la fiesta fue del presidente Peña Nieto. En realidad la fiesta fue en honor a su esposa, Angélica Rivera. Yuri y Matute fueron los encargados de ambientar la pachanga, hubo video de felicitaciones y hasta se repartieron sudaderas alusivas al festejo. ¡Tremenda producción!

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