Políticos que no entienden que no entienden
Hace algunos meses The Economist sacó un artículo sobre México diciendo que el gobierno de Enrique Peña Nieto no entiende que no entiende. Me parece que el semanario se quedó corto. No es sólo el gobierno, es la clase política la que no entiende que no entiende.
Para muestra, tres botones:
1) Partidos políticos y su financiamiento: el INE aprobó una bolsa millonaria de cerca de 7 mil millones de pesos para que los partidos políticos puedan gastar a un ritmo de más de un millón de pesos por hora en el proceso electoral de 2018. Esto representa una cantidad 150 por ciento mayor a la que recibieron los partidos en el año 2000, cuando todavía tenían que gastar en sus spots de radio y televisión, que hoy son con cargo a los contribuyentes. Gratis para los partidos políticos.
El INE hace esta petición de financiamiento al Congreso por lo dispuesto en las leyes electorales que los propios partidos políticos aprobaron. Es decir, si queremos que cambie el financiamiento que reciben los políticos, son ellos mismos los que tendrían que votar en el Legislativo para que este abuso termine. Pero como nuestra clase política es insaciable cuando de recibir dinero se trata, las probabilidades de que ellos mismos rectifiquen son casi nulas.
Por ello propuestas como Sin Voto no hay Dinero, de Pedro Kumamoto, el diputado independiente de Jalisco, simplemente no prosperan. Los políticos prefieren tener asegurados recursos que saben les llegan hagan o no su trabajo. ¿Apretarse el cinturón? ¿Época de vacas flacas? Sí. Para los demás mexicanos. No para ellos, que no entienden que no entienden.
2) Gerardo Ruiz Esparza y el socavón: Ir al Congreso a decir cualquiera de estas joyas, parecería atrevido. Pero ayer el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes dijo esto y más.
“Creo que lo más importante aquí no es que haya un responsable político, es que haya un culpable si hubo omisiones, si hubo errores, que sean los culpables los que le hagan frente a este tema y no dejar esto resuelto con un sacrificio político”.
Además, pidió que no se juzgue toda una obra por un mal drenaje. La conclusión es que, si antes era el peritaje el que definiría qué pasó y quién debe pagar por una mala construcción que dejó dos muertos, ahora que el peritaje concluyó, el secretario pide que sea la Secretaría de la Función Pública la encargada de señalar responsables.
El socavón ha sido un escándalo de principio a fin. Desde que Aldesa y Epccor ganaron la licitación, hasta que la entregaron tarde, mal y mucho más cara. Y, aun así, la SCT la recibió e inauguró. Tras la tragedia, Ruiz Esparza demuestra que él también no entiende que no entiende.
3) AMLO y sus encuestas patito: tanto se dice que AMLO es el puntero, el candidato a vencer en 2018. Pero también que él es su propio peor enemigo. Una de las principales razones de ello son sus desplantes autoritarios. Y ahora que está de por medio la elección del o la candidat@ de Morena para la Jefatura de Gobierno de la CDMX, El Peje demuestra que él no es la excepción en la clase política: no entiende que no entiende.
Quiere dar la apariencia de que una encuesta será la determinante para definir si será Monreal, Sheinbaum, Batres o Delgado quien contienda por esa candidatura. Pero dicha encuesta brilla por su oscuridad. Nadie (más que AMLO) sabe quién levantó la encuesta ni a quiénes se les aplicó ni cómo se evaluarán los resultados. Sorpresa sería que la conclusión no apunte a Claudia Sheinbaum, porque ahí apunta el dedito de AMLO, que dice despreciar las prácticas priístas, pero es el primero en continuar con ellas. No, tampoco AMLO entiende que no entiende.
APOSTILLA: Cuando AMLO era presidente del PRD en 1996, se quejó del exceso de dinero público que recibían los partidos políticos. Dijo que el PRD mandaría imprimir libros de texto gratuitos para repartir con parte de esos recursos públicos porque su partido no necesitaba tanto dinero. ¿En dónde habrán quedado esos libros que nunca nada más se supo de ellos?
@AnaPOrdorica