“Quiero vivir más de 100 años para ser profesionista”
Con 78 y 77 años, Víctor y Margarita estudian bachillerato. A su tercera edad quieren hacer carrera profesional

Con una niñez condenada al trabajo, Víctor y Margarita aprendieron a leer y escribir hasta la edad adulta; hoy, con 78 y 77 años de edad respectivamente, cursan el bachillerato con la esperanza de que la vida les alcance para ser profesionistas.
Ellos son originarios de San Lucas Ojitlán, municipio de la cultura chinanteca a más de 40 kilómetros de Tuxtepec, y cada jueves acuden a las instalaciones del Centro de Enseñanza Abierta (CEA) 4, perteneciente al Colegio de Bachilleres de Oaxaca (Cobao) número 7.
Víctor y Margarita son los primeros estudiantes mayores de 70 años de edad que atiende este sistema educativo en la región de la Cuenca, al norte de Oaxaca, informó el responsable del CEA 4, Óscar Pineda Alvarado.
Amor por los libros
Para Víctor Nicolás Brigido, de 78 años de edad, su vida se reduce a los libros. Nada es más importante que aprender, afirma este hombre que de niño sólo pudo cursar el primer año de primaria para después dedicarse a las labores del campo, a fin de ayudar a sus padres a alimentar al resto de sus hermanos.
A esta edad Víctor, quien nunca se casó o tuvo hijos, no ha dejado la siembra de maíz y frijol, así como la crianza de cerditos, de los cuales de vez en cuando obtiene ingresos.
Si no estudia le duele el pecho, siente como un vacío que le roba el aliento, describe el hombre con su español a medias, pues su lengua madre es el chinanteco.
En enero de 2017 ingresó al CEA impulsado por el propio deseo de aprender. Su nivel de primaria lo realizó en la plaza comunitaria del Instituto Nacional de Educación para Adultos (INEA) hace cinco años aproximadamente, según calcula el hombre que no perdió el tiempo para continuar con sus estudios de secundaria abierta.
Con sombrero, bien uniformado y paso firme que muestran una vida sin achaques, Víctor llega a sus clases cada jueves sin falta. Su gusto por las materias no tiene distinción, lo mismo le gustan las Matemáticas, que las Ciencias Sociales; también disfruta de la Biología, la Filosofía y Computación.
“En mi comunidad la gente dice que no hay tiempo para estudiar y se burlan. Pero yo digo que cuando uno muera se va a llevar sus conocimientos, yo quiero eso”, confiesa el estudiante más longevo del CEA.
Diferente a los demás
Margarita Bravo Carrera es estudiante del segundo semestre en el CEA 4. Su posición académica le da risa, pues nunca imaginó que a sus 77 años cursaría el bachillerato a la par de compañeros que tienen entre 18 y 25 años de edad.
Su presencia en el aula es motivo de alegría y ejemplo de superación para los estudiantes más jóvenes, quienes, en unísono, llaman a sus compañeros de la tercera edad para ocupar un lugar entre ellos.
“Todavía me ataranto para escribir”, reconoce con humor la mujer que estudió la primaria a los 40 años de edad y hace tres años terminó la secundaria a través del INEA.
Margarita es madre soltera que trató de brindarle estudios a su única hija, pero debido a problemas económicos sólo logró proporcionarle la primaria.
No obstante, la madre se siente orgullosa y distinta al resto de las mujeres de su comunidad, quienes a su avanzada edad sólo esperan la muerte entre la rutina del campo y las labores del hogar, señala Margarita.
El CEA
El Centro de Enseñanza Abierta 4 cuenta con cerca de 350 estudiantes, de los 2 mil 724 inscritos en este sistema de educación en todo el estado. En la entidad, el CEA contabiliza a 13 personas mayores de 56 años que estudian su bachillerato: seis hombres y siete mujeres, de este grupo Margarita y Víctor son los mayores a 70 años.
Mientras que en la capital oaxaqueña, Vicente González, de 75 años de edad, también está a punto de culminar sus estudios de nivel medio superior.
Margarita aún no sabe qué carrera quisiera estudiar, pues le preocupa su edad, pero cuando termine la prepa le gustaría cursar “una carrera con la que gane bien cuando trabaje”.
Víctor, por su parte, también anhela vivir más de 100 años con la ilusión de ser un gran profesionista en la carrera que decida prepararse.