Cada mes o 15 días Rocío lanza su oferta, casi siempre se trata de ropa de alguno de sus hijos, a cambio pide leches o artículos de limpieza para el hogar que, dice, son los que más ocupa en su casa.
Cerca de 9 mil personas de municipios de Tuxtepec, Chiltepec, Valle Nacional y Loma Bonita son parte de los trueques sin dinero, asegura Perla, quien junto con Melody y Angélica administran dos grupos que nacieron hace tres años.
Perla apunta que el objetivo es darles una segunda vida a los artículos. En un inicio, relata, el grupo estaba destinado a personas que se consideraban en una situación económica difícil, pero la necesidad de ofertar se fue generalizando a diferentes estatus.
Además, hay personas que intercambian servicios de belleza por otro servicio o producto. Melody agrega que en otros casos, las amas de casa ofrecen sus servicios de limpieza, aunque no se dediquen a esa labor, a cambio de un pago por despensa u otro producto que considere indispensable.
Rocío destina hasta dos horas a la consulta en Facebook cada vez que tienen interés en ofertar un producto.
Ella forma parte de seis grupos, dos de ellos administrados por Perla; en los otros cuatro apunta que puede conseguir ropa y zapatos hasta en 50 pesos, si están en buen estado.
“Es un alivio, he conseguido hasta uniformes para mis hijos”, refiere la madre de tres jóvenes en edad escolar sobre los grupos a los que se integró por curiosidad al conocerlos por medio de una amiga.
Un 80% de los integrantes de los grupos son mujeres, de las cuales cerca de 30% son amas de casa que dependen del ingreso económico de su esposo para solventar las necesidades del hogar, como Rocío.
En el caso de los hombres, agrega Melody, se ha registrado que algunos con oficios ofrecen su trabajo a cambio de artículos, como refrigeradores o comedores en buen estado.
Son los lunes, miércoles y viernes cuando se genera la mayor actividad para los trueques, apunta Perla, de acuerdo con las estadísticas de los grupos.
Las administradoras no intervienen en la negociación, siempre y cuando las reglas se respeten, pues el fin es ayudarse entre todos para sobrevivir.
Perla destaca que o imaginó el impacto que iba a tener el grupo de intercambio, ni siquiera que los intercambios fueran a ser actualmente tan vitales para decenas de personas.