Su entrenador, Genaro Figueroa reconoce en su disciplina y su hambre de victoria; además, admira su responsabilidad y que, “a pesar de siempre tener el tiempo justo, nunca falta aunque se tenga que venir comiendo en el camino”.
En 2016, la deportista que ya ha ganado medallas en Olimpiadas Nacionales (2017 y 2019), fue echada junto con otros niños de la escuela de clavados del Centro Deportivo Olímpico Mexicano (CDOM), donde entrenaba debido a un recorte presupuestal.
Asimismo, por ser ganadora de preseas en justas nacionales, el Instituto del Deporte del Estado de México debería depositarle una beca mensual de 800 pesos, pero su entrenador comenta que, “la depositan cada que pueden”.
Pese a estos obstáculos, la clavadista no se detiene; sin embargo, admite que las competencias recientes han sido más difíciles de lo normal.
“La más complicada fue el Nacional de este año porque no teníamos alberca para entrenar, y para la Olimpiada que fue unos meses después, tampoco me preparé tanto porque me enfermé de varicela y sólo pude entrenar dos semanas antes de la competencia”, comentó.
La falta de apoyo al deporte amateur se ha convertido en una constante con el pasar de los años. De acuerdo con Genaro Figueroa, “es un milagro que en México existan tan buenos clavadistas.
Históricamente, México ha destacado en los clavados, siendo la disciplina que más medallas olímpicas ha dado al país, con un total de 14.
Olimpiadas, Juegos Panamericanos y Juegos Centroamericanos han sido testigos del vuelo de clavadistas nacionales como Joaquín Capilla, Paola Espinosa o Laura Sánchez, personajes que por su trayectoria se han convertido en ídolos para Citlali.
“Me gusta como tiran Laura Sánchez y Paola Espinosa. A Laura ya la conozco [y] es muy buena onda, pero me gustaría conocer a Paola para que me dé algunos consejos”, aseguró Chicles mientras se preparaba para tirar un clavado adentro en posición B.
Citlali ya ha representado a México en competencias internacionales, la más reciente en diciembre de 2018, en la que quedó dentro de las 10 mejores en el CAMO International Diving Meet, que se organiza todos los años en Montreal, Canadá.
Actualmente la clavadista se recupera de una lesión en la rodilla y a pesar de ello, se prepara para viajar al extranjero en diciembre, donde buscará conseguir otro metal que confirme el buen año que está teniendo.
Aunque ha pensado en renunciar a su sueño, Citlali encuentra en su madre y su entrenador la motivación para seguir adelante con su sueño.
“Hace unos años le dije a mi mamá que ya no quería estar en clavados, pero me dijo que no me podía salir [y] ahorita pienso ‘qué bueno que no lo dejé porque me divierto mucho’”, comentó Citlali entre risas.
Su parte favorita de tirar un clavado es la sensación de adrenalina que la invade al estar en el aire.
“Es divertido, se sienten cosquillitas en el estómago [y] hay veces que sienten mariposas; es padre”, continuó la niña mientras recordaba que en la Alberca Olímpica fue su primera competencia, cuando tenía cinco años.
Este año será el último en el que Citlali competirá en la categoría infantil, pues en cuanto cumpla los 13 dará el salto a la juvenil, en la que buscará continuar por el camino que tiene como destino entonar el Himno Nacional posada en un podio olímpico.