La violencia del mar en el Istmo se tragó a jóvenes pescadores
Se encuentran desaparecidos desde el 22 de enero cuando salieron de Playa Chipehua; el gremio se suma a la búsqueda

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A Yolanda y Andrés se les saltó el corazón cuando les informan por celular que el mar de la zona huave arrojó dos cuerpos. La esperanza de que se trate de sus hijos desparecidos desde el 22 de enero los obliga a treparse de golpe en una camioneta para ir a su encuentro. Dos horas después la angustia sigue ahí, enraizada: sólo se trató de una falsa alarma.
Desde hace 13 días, Yolanda Zavaleta y Andrés Ventura ni comen, ni duermen, ni viven. No lo hacen porque son los padres de Ricardo Mace y Javier Ventura, dos jóvenes pescadores a quienes la fuerza del mar se niega a traer de regreso.
Ricardo y Javier se hicieron a la mar con la idea de participar en la caza de tiburones en el Pacífico y junto con ellos zarpó Rafael Cortés. Los tres jóvenes, de 26, 24 y 22 años, respectivamente, salieron la tarde del lunes 22 de enero, desde la Playa Chipehua, en la zona oriente del Istmo de Tehuantepec. Nadie volvió a saber de ellos.
Yolanda recuerda que su hijo y sus amigos partieron a las cinco de la tarde a bordo de una lancha pequeña, propiedad de un familiar. Dice que su hijo Ricardo es el más experimentado en el mar y por eso es el motorista, su primo Rafael también tiene nociones de pesca. El único inexperto es Javier, fue la primera vez que salió al mar, asegura su padre.
Los pescadores tenían que haber regresado el día 23 de enero por la mañana, pero al no dar señales, sus familiares dieron parte a las autoridades locales.
Los jóvenes pescadores tenían que haber regresado el martes por la mañana, alrededor de las 10, pero no dieron señal de volver. Ese fue el momento exacto en el que se detuvo la vida de Yolanda.
“Nos preocupamos porque el mal tiempo ya estaba azotando fuerte el mar. Dimos aviso a las tres de la tarde de ese martes a la Capitanía de Puerto y comenzamos la búsqueda por mar y aire. Dicen que aún hay esperanza, sólo que el mal tiempo no nos permite zarpar para ir a buscarlos”, explica Yolanda, mientras camina hacia la camioneta que la llevará hacia San Francisco del Mar, donde se dio la falsa alarma de los cuerpos.
Desde el primer día de la búsqueda, autoridades y habitantes del pueblo de Morro Mazatán, agencia de Santo Domingo Tehuantepec, de donde son originarios los tres jóvenes, se sumaron a las acciones de rescate. Aunque han intentado salir al mar en tres ocasiones, el mal tiempo y las rachas de viento de más de 90 kilómetros por hora les impidió avanzar más de 14 millas de Playa Cangrejo.
Tan sólo en enero han desaparecido en el mar cinco embarcaciones donde viajaban 15 pescadores y sólo una lancha con tres ocupantes logró ser rescatada, los demás siguen en calidad de desaparecidos.
“Llevamos tres viajes al mar, los dos primeros impidió avanzar por el mal tiempo. Están activados los sobrevuelos de las aeronaves del gobierno estatal y de la Armada de México, además de un helicóptero que la Secretaría de la Defensa Nacional aportó desde este lunes”, explica el agente municipal de Morro, Vicente Jarquín. También han participado la Capitanía de Puerto, Protección Civil, la Estación Naval de Búsqueda y Rescate, y la Secretaría General de Gobierno de la región.
Un mar que sigue devorando
A pesar del mar violento que se extiende hasta donde se pierde la vista, Gerardo Reyes y René Álvarez dan esperanzas a los familiares de los jóvenes desaparecidos. Ellos saben la angustia de estar perdidos y dicen que aferrarse a la esperanza es lo único que pueden hacer los náufragos. Gerardo y René son originarios de Puerto Ángel y son pescadores desde hace 20 años; aun así, hace cinco años naufragaron durante tres días en el Pacifico, después de que la lancha en que viajaban se averió.
Estos hombres experimentados se sumaron junto con otros de Huatulco a la búsqueda de los jóvenes, pues dicen que lo único que poseen los pescadores es la solidaridad del gremio. A pesar de ello, dicen estar conscientes que son pocos los que regresan.
“Llevamos tres viajes al mar, los dos primeros nos impidió avanzar por el mal tiempo. Están activados los sobrevuelos del gobierno estatal, la Armada de México y un helicóptero de la Defensa Nacional”, señaló Vicente Jarquín, Agente municipal de Morro Mazatán.
René, presidente de la Cooperativa Rastra, asegura que los sobrevivientes de naufragios son muy pocos. Tan sólo en enero han desaparecido en el mar cinco embarcaciones donde viajaban 15 pescadores y sólo una lancha con tres ocupantes logró ser rescatada, los demás siguen en calidad de desaparecidos.
Aunque es común que el mar de la región se trague a los pescadores, René dice que para disminuir las desapariciones, las autoridades estatales en vez de entregarles el equipo de seguridad que incluye radio, localizador y GPS, sólo los apoyaron con un localizador satelital de menos de tres mil pesos y que por ahora no sirve.
A la fecha, la búsqueda para hallar a los pescadores no se detiene.