Prejuicio, principal barrera para detectar el cáncer en Juchitán

Por vergüenza de las mujeres para realizarse pruebas y la falta de interés de las clínicas para trabajar con la medicina tradicional propicia alto índice de la enfermedad: especialista

En muchas ocasiones, las mujeres solteras se niegan a ser revisadas en las clínicas, pues les apena ser vistas como mujeres sexualmente activas. Foto: Roselia Chaca
Especiales 05/07/2018 10:20 Roselia Chaca Juchitán de Zaragoza, Oaxaca Actualizada 10:25

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Isabel Jiménez tiene más de 24 años como médico tradicional en la Séptima Sección de Juchitán, lo mismo atiende empacho, chikungunya o tumores cancerígenos. Su experiencia le ayuda a detectar los casos de cáncer de cérvix —dependiendo mucho del color del flujo vaginal—, así como la  gravedad de la enfermedad.

A la primera sospecha de que algo no está bien Isabel  envía al centro de salud  a sus pacientes, les dice que deben realizarse el papanicolaou o la colposcopia, muchas mujeres se resisten por miedo o por pena.

Quienes no hablan español temen al trato poco sensible que pueden recibir por parte del personal médico; a ellas les sugiere que vayan a alguna clínica privada.

Otro factor que juega contra la salud de las juchitecas son los prejuicios. Muchas solteras no quieren ser revisadas, pues les apena ser vistas como mujeres sexualmente activas, señalan especialistas.

Las pacientes de Isabel reciben medicina naturista y fármacos, quienes están enfermas no abandonan el tratamiento natural a base de hierbas, como la raíz de la moringa, capsulas de cascabel y el  tradicional  caldo de iguana.

“Yo tengo capacitación y sé detectar un cáncer avanzado. Muchas llegan a mí con flujo de color café, verde o negro,  entonces inmediatamente las remito a un centro de salud. Otras llegan con flujos color lechoso y también las envió a los análisis, pero muchas no dicen lo que tienen por pena, hasta una tercera cita comienzan hablar”, explica Isabel mientras muestra su gabinete de hierbas.

Medicina tradicional

Isabel ha recibido capacitación de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) y organismos civiles que la han sensibilizado en el tema, pero no todas las curanderas, médicos tradicionales o  parteras saben reaccionar a tiempo ante enfermedades como el cáncer de cérvix que es silencioso. Isabel sabe a qué institución de  salud estatal debe de enfocar su mirada y trabajar coordinadamente con este sector. 

Minerva Saldaña Téllez, maestra en Psicooncología —especialidad enfocada en  atender  psicológicamente a pacientes con cáncer— por la Universidad Complutense de Madrid, coincide con Isabel al señalar que durante su estancia de cinco años de investigación en Juchitán, para detectar por qué  existe un alto   índice de  mortalidad por cáncer de cérvix, descubrió que el  problema no es la medicina  tradicional,  sino la falta de interés de la Secretaría de Salud para  trabajar de la mano con ésta.

“Los servidores de salud percibieron dichas prácticas tradicionales como una barrera para que las mujeres acudan a la toma del examen (...) Es necesario  el reconocimiento de su autoridad en la comunidad y que el sector salud trabaje con ellas en la detección oportuna del cáncer”, argumentó la investigadora de la salud.

Los prejuicios

Beatriz Ramos, encargada de la clínica  Mexfam, a donde Isabel envía a algunas de sus pacientes,  considera que  los prejuicios y estigmas que imperan en la sociedad istmeña hacia las solteras que acuden a los programas de prevención las  limitan a asistir, pues es muy común que se piense que serían vistas como mujeres sexualmente activas.

Lo anterior está relacionado a que comunidades  como Juchitán,  donde  existen prácticas que enaltecen la virginidad femenina como un requisito para el matrimonio, se vuelve una barrera fundamental.

En la clínica que ella maneja se toman las pruebas a cientos de mujeres, por lo que han detectado que el tabú de la sexualidad también es una barrera para que no vayan a revisión o no regresen a darle seguimiento.

Los sentimientos de vergüenza, pena y pudor son comunes como limitantes para la salud.

La vergüenza que se presenta se asocia a la exposición de los genitales durante la realización del papanicolaou, las mujeres presentan dificultad para bajarse la ropa interior, por eso en la clínica se enfocan a que  los profesionales de la salud les brinden una atención empática y cuidadosa.

 

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