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Sólo en enero de este año ya suman cuatro casos de violencia contra periodistas, mismos que están en investigación.
El mayor número de agresiones denunciadas ante la Fiscalía ha sido por amenazas y ataques contra la libertad de expresión.
No dan seguimiento. De las 53 agresiones denunciadas penalmente durante esos dos años sólo 15 fueron resueltas, tres casos corresponden a 2016 y 12, a 2017.
De acuerdo con el titular de la unidad, Jorge Flores, la falta de avances en la investigación de las otras 38 denuncias se debe a “circunstancias peculiares”, pues en algunos casos “el hecho no constituyó un delito” y en otros, los comunicadores agredidos no dieron seguimiento a la demanda. “Tenemos un alto número de expedientes donde no podemos avanzar, no podemos resolver porque de repente ya no aparecen las víctimas, les hablamos, y dicen luego paso, pero ya nunca pasaron”, refiere Flores.
Aunque las cifras muestran que de 2016 a 2017 hubo un incremento de 21 casos en las agresiones denunciadas, si se comparan los números de la unidad estatal, creada en agosto pasado, el titular niega que se trate de un recrudecimiento en ataques contra periodistas y argumenta que se debe a una mayor cultura de la denuncia.
“No aumentaron, está disparado el número porque, generalmente, lo que hacía el comunicador (agredido) es que se iba a Derechos Humanos pero nunca denunciaba”, considera el funcionario estatal.
El pasado 21 de enero desapareció en Oaxaca Agustín Silva, colaborador del diario El Sol del Istmo, y desde entonces no ha sido localizado. Un día después, su vehículo fue hallado abandonado en un paraje de la comunidad El Morrito, perteneciente al municipio de Asunción Ixtaltepec, en la región del Istmo de Tehuantepec.
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La declaración de la ONU ocurrió luego de que la Fiscalía de Oaxaca informara que la desaparición no tuvo relación con su labor. “De las actuaciones realizadas hasta el día de hoy se ha podido determinar que la desaparición no estaría relacionada con el ejercicio de la función periodística de la víctima”, señaló la instancia.
De acuerdo con lo documentado por la ONU, el trabajo periodístico más reciente de Agustín Silva fue sobre un operativo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Fiscalía General, el 16 de enero. En dicho operativo se decomisaron armas y tres personas fueron detenidas.
El padre del comunicador denunció que días después un supuesto representante de los arrestados se comunicó con su hijo para que publicara un testimonio a favor de los aprehendidos, a lo cual el periodista se negó.
Por dicho antecedente, la ONU pidió a los gobiernos federal y estatal que garanticen un ambiente propicio para el ejercicio periodístico en Oaxaca, particularmente en el proceso electoral.
Desde el año 2003 en México han desaparecido al menos 24 periodistas y el año 2017 cerró con 12 asesinados, según la organización Artículo 19.