En Oaxaca, mujeres apuestan por artes marciales para defenderse
Las consideran una herramienta para combatir el clima de violencia que vive el estado
“Siempre me gustó mucho el ejercicio, desde muy chica iba a clases de danza, corría y después entré a clases de kung fu, unos meses en clases de box y ahora entreno muay thai”, comenta después de un entrenamiento de viernes, Nadia, una joven de 32 años que encuentra en los deportes de contacto una opción para protegerse del acoso callejero y de la creciente violencia en la capital del estado.
Según datos de ONU Mujeres, nueve de cada 10 mujeres han sufrido acoso sexual en sus traslados diarios. Señala que 97% de la población femenina en el país ha enfrentado una situación de violencia por lo menos una vez, por lo que México se posiciona como el país número uno en Latinoamérica por acoso callejero.
En el estado, organizaciones, como Consorcio Parlamentario para el Diálogo y la Equidad Oaxaca, han denunciado que las cifras prevalecen en la capital del estado y sus regiones, y han instado a crear un manual para proteger a las mujeres de las constantes situaciones de violencia.
En septiembre de 2018, la Legislatura local reformó el Código Penal y tipificó al acoso sexual como un delito que se castiga hasta con tres años de prisión, así como con una multa de hasta 16 mil pesos; sin embargo, las denuncias que se han recibido desde entonces no han prosperado.
Sin respaldo legal, mujeres como Nadia buscan alternativas para proteger su integridad. La también pedagoga menciona que además de la posibilidad de ejercitar su cuerpo, las artes marciales le han permitido conocer sus alcances físicos y tener herramientas para poder defenderse.
A ella, desde muy pequeña, le ha tocado presenciar situaciones de acoso, tanto en espacios públicos como en privados, por lo que practicar este deporte, más que una alternativa, se convirtió en una medida de protección.
Para Nadia la cifra de feminicidios, que según las organizaciones casi llega a 300 en la actual administración, es un indicador de que la violencia contra las mujeres se ha disparado y considera urgente que, sin importar edad o condición física, las mujeres se instruyan en defensa personal.
¿Deporte para hombres?
A pesar de sus habilidades, y de haberse convertido con el tiempo en una de las entrenadoras del gimnasio de muay thai, Warriors Thai, Nadia ha tenido que luchar contra las opiniones que aseguran que éste es un deporte de hombres.
“Muchas de nosotras crecemos desde la indefensión, nos forman de una manera muy pasiva... pero en las artes marciales redescubres tu cuerpo. Y es cierto, nos cuesta más trabajo que a ellos que están más acostumbrados a esta clase de actividades”.
Explica que este deporte, conocido también como boxeo tailandés, es “el arte de las ocho extremidades”, es decir, en técnicas que se aplican para la defensa por medio de golpes, usando brazos, piernas, codos y rodillas. El código de ética de este deporte busca promover armonía entre los practicantes, no ser violento, construir el carácter, tener fuerza y disposición.
Redescubrir sus alcances también la llevo a enfrentarse a ideas machistas y prejuicios sobre sus capacidades, trabas que ha superado durante su formación en las artes marciales. En las clases de muay thai, ella es una de las cuatro mujeres que comparten el espacio de entrenamiento con al menos una decena de hombres.
“Si eres mujer y eres pequeña, no vas a poder”, le han dicho sus compañeros; pese a ello, logró convertirse en asistente del instructor del deporte. Como mentora de la disciplina, asegura que no importa sexo, edad o la condición física y sólo hace falta disposición y empeño. “Cuando vienen a preguntar por las clases, dudan si yo los puedo enseñar, pero con el tiempo, las opiniones cambian”.
Gracias a ella, algunas cosas se han transformado en gimnasios como Warriors Thai, donde, además de incluir a las mujeres, se han impartido clases de defensa personal dirigidas a alumnas de distintas edades. La idea, dice Nadia, es que todas tengan herramientas para enfrentar el acoso.