Juchitán, sin Velas que reactiven la economía

Malas condiciones de infraestructura y el luto tras el terremoto fueron algunas de las causas para cancelar las festividades; organizadores estiman pérdidas superiores a los 2 mdp

Las 18 Velas son festividades nocturnas que se realizan en mayo en honor a santos y oficios más emblemáticos de Juchitán; organizadores se cooperan con los recursos económicos, a fin de no cobrar la entrada. FOTOS: ROSELIA CHACA /EL UNIVERSAL
Especiales 06/05/2018 12:30 Roselia Chaca Juchitán de Zaragoza, Oaxaca Actualizada 12:30

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A diferencia de otras poblaciones de la región del Istmo de Tehuantepec, en Juchitán no se cobra la entrada a las 18 Velas que se realizan en honor  a santos y oficios en el mes de mayo, esto se debe a que durante un año los socios de las festividades religiosas se organizan y cooperan para juntar el recurso económico para cumplir con estas celebraciones  nocturnas, testimonio del sincretismo religioso.

El terremoto del 7 de septiembre dejó en Juchitán 15 mil 87 casas dañadas, de las cuales 7 mil 474 tuvieron  daño total  y 7 mil 613  tuvieron daños parciales, según los datos de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), además de que  murieron 37 personas  esa noche.  

La reconstrucción en este municipio lleva 50%  después de ocho meses y aún es notable en las calles  la acumulación de escombros, así  como  pobladores que  viven   en los patios  de sus casas y debajo de lonas, por lo que la situación económica y anímica de Juchitán  no es la más adecuada para la celebración de las fiestas patronales. Por ello,  previendo la lentitud en la reconstrucción, en  diciembre de 2017 las sociedades de todas la Velas  coincidieron en  cancelar la festividad de este año.

Derrama que no recibirán

No hay una cifra exacta de la derrama económica que dejan las 18 Velas, sus respectivas “lavadas de olla” —segundo día de fiesta, pero más modesta— y los 18 convites de flores,  tomando en cuenta el gasto, desde la compra de trajes regionales, elaboración de  botanas, venta de cerveza, música, hasta la contratación de meseros y peones.

Organizadores estiman que la derrama que no recibirán este año será de unos 2 millones de pesos, por su cancelación.

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La Vela Biadxi (Vela de Los Ciruelos), la primera de  la semana dedicada a San Vicente Ferrer, santo patrono de Juchitán,  tiene 35 socios, de los cuales 19 perdieron su casa por completo y   el resto   tienen  daños parciales.

Cada socio  hace un aporte de 25 mil pesos,  pero este año se decidió no darla. En la noche de la Vela reciben más de 5 mil personas y se venden de 2 mil a 2 mil 500 cartones de cerveza a 150 pesos cada uno, así que el gran perdedor con la cancelación es  la empresa  cervecera, comentó Elvis Jiménez,   ex tesorero de la Vela.

 “Todos perdemos, desde la  que hace los peinados, porque si a esta Vela van 5 mil personas y la mitad son mujeres, son más de mil peinados, aquí las mujeres pagan desde 100 pesos hasta 800 pesos por  cada peinado; sacando cuenta,  las peinadoras pierden mucho. Mi familia encarga con otra familia 10 mil pesos de botanas y ellos ahora no tendrá ese dinero”, detalló  Elvis Jiménez.

 Por su parte, el mayordomo de la Vela Guzebenda (Vela de Los Pescadores), German Ramírez, dijo que la derrama en ésta es de aproximadamente 3 millones de pesos, pues en esta celebración  reciben a más de 6 mil personas y lo  organizan un total de 23 socios; esa noche se instalan al menos 50 puestos.

Luto y no hay condiciones

Para German, la  cancelación se dio por respeto a todos los muertos, el pueblo sigue de luto, además de que no existen las condiciones de infraestructura para recibir a los visitantes, ni para llevar  a cabo los recorridos de los carros alegóricos  por las calles, debido a que están acaparadas aún por escombros, materiales y maquinaria; pero sobre todo muchos de los que integran las sociedades que realizan las Velas perdieron su patrimonio.

 “Tan sólo en la Vela de Los Pescadores, 7 de los socios se les cayó completamente  su casa; yo, que soy el mayordomo, perdí mi casa, ahora vivo en casa de mi madre. Es una situación  difícil. Hay pérdida, defectivamente, eso no se puede ocultar”, explicó Germán Ramírez.

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