Presentó a la encargada del trámite su acta de nacimiento y su credencial de elector, la mujer la miró de pies a cabeza y le cuestionó su nacionalidad mexicana, pues su color de piel, vestimenta y facciones decían lo contrario, es negra, suficiente para dudar.
Paula se indignó, argumentó que en la Costa de Oaxaca hay gente negra y son mexicanos, pero la funcionaria no escuchó y le pidió fotografías de su niñez para comprobar que realmente era de Corralero, Pinotepa Nacional.
Paula Cruz Guzmán tiene 57 años, es una de las líderes del movimiento de mujeres afrodescendientes en la costa negra de Oaxaca que lucha por el reconocimiento institucional y la inclusión, pero eso tampoco le fue tomado en cuenta para hacer el trámite.
Paula tenía que viajar a Colombia para asistir al Décimo Cuarto Encuentro de Pastoral Afro y exponer su experiencia en la lucha por el reconocimiento constitucional, así que insistió por la renovación de su pasaporte en la Ciudad de México, donde también dudaron de su origen.
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Le pidieron realizar un proceso de identificación de huellas digitales y viajar varias veces a la Ciudad de México, pero su situación económica no se lo permitió y terminó por desistir y no salir del país.
“Fue desgastante pelear que me dieran el pasaporte, fue indignante que dudaran de mí, aun cuando presenté los documentos expedidos por una instancia federal... entendí que ser negra es no existir, es no ser mexicana”, explicó.
Eran otros tiempos, asegura, hoy en su comunidad ella ha demostrado liderazgo y trabajo responsable hasta en los asuntos administrativos de la iglesia del pueblo.
Paula lamenta que las mujeres negras “no tienen una verdadera representatividad en los Congresos locales y federales, que se está lejos de que se escuchen sus demandas, además del reconocimiento en la Constitución.
“Nos falta mucho por lograr que nos representen hasta en los espacios municipales, si desde lo local no hay representatividad menos en lo federal, pero es necesario comenzar ya, desde lo pequeño y ahí estamos caminando, avanzando, elevando la voz y demostrando que sí podemos ser autoridad”, comenta mientras se prepara para dirigir un ritual espiritual frente al mar.
En el Segundo Encuentro de Mujeres Afromexicanas se pidió a las autoridades de Tututepec la creación de una dirección que atienda las necesidades de este grupo poblacional que lucha todos los días contra la discriminación en espacios políticos, de salud, educativos e institucionales.