En Oaxaca, el “gasolinazo” disparó uso de bio combustible
Usuarios prefieren el etanol por su bajo precio, indican; aditivo genera una combustión más controlada: empresarios
A Martín Gómez el desabasto de la gasolina que Oaxaca vivió en 2015 lo llevó a usar por primera vez el etanol como una alternativa de combustible para su taxi. Desde entonces se convirtió en un fiel comprador de este aditivo, elaborado a partir de la caña de azúcar y que con 113 octanos supera a combustibles como la gasolina en la generación de una combustión más uniforme y controlada.
Ahora, además de observar el rendimiento de su vehículo, con el que diariamente recorre los 31 kilómetros que separan a San Juan Teitipac, en los Valles Centrales, de la capital oaxaqueña, el taxista narra que al usar este biocombustible ahorra hasta tres mil pesos al mes.
Para emplear el etanol en su auto modelo 2014, Martín lo mezcla al 50% con la gasolina Magna y contrario a lo que declaran empresarios gasolineros, no ha visto fallas en el motor de su unidad. “No cascabelea, te aliviana en el motor, me ahorro 100 pesos por día”, cuenta el taxista.
Aumentan clientes
Aunque llegó antes, en Oaxaca la venta del etanol inció formalmente en 2016, con la apertura de tres estaciones de servicio situadas en la zona conurbada a la capital. A más de un año de su arranque, los empresarios de este combustible aseguran tener un aumento de hasta 50% de clientes, principalmente después del “gasolinazo”. Ahora, ante la liberación de precios, prevén otro incremento.
Rosalinda Hernández Monterrosa, representante de la empresa Oxifuel, presente en cinco estados del país, señala que el aumento en la preferencia se debe a que este biocombustible no busca sustituir a la gasolina derivada del petróleo, sino más bien ser un complemento de ésta.
Por ello, esta sustancia que supera el octanaje del combustible normal debe de ser utilizada paulatinamente en combinación con la gasolina Magna, desde 10 y hasta 50%, conforme al modelo del auto para lograr un octanaje de 92 puntos, similar al que contiene la Premium.
Hernández Monterrosa rechaza que el etanol pueda dañar el vehículo, por el contrario, afirma que su uso es amigable con el ambiente y representa un ahorro significativo para los automovilistas, pues su precio por litro es de 13 pesos con 50 centavos. En comparación, en este arranque de año la gasolina Premium ha alcanzado hasta 18 pesos el litro.
“Estamos hablando de cuatro pesos de diferencia por litro, y emite menos dióxido de carbono por ser un producto 100% natural”.
Ley, retrasada
La llegada del etanol al panorama de los combustibles tomó por sorpresa a las leyes mexicanas. Así lo considera Rosalinda Hernández, quien cuenta que la empresa ha acudido ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) para que realice la regulación de las bombas, como en el resto de las gasolineras, pero les han informado que al carecer de una ley en el país sobre etanol, no los “pueden regular ni dar el certificado”.
Precisamente, la falta de regulación es una de los elementos por los que los automovilistas aún dudan de usar o no esta sustancia, lo que se suma a los constantes señalamientos de gasolineros, quienes lo tachan de ser una competencia desleal. Al menos, así lo considera el empresario gasolinero Ramón Laredo, quien asegura que “no lo tienen bien regulado, pues a Oxifuel todavía no lo está revisando Profeco, a ver si tienen sus instalaciones de seguridad, empezó como una competencia desleal”.
Aunque reconoce que el etanol es un aditivo que le da potencia al motor, la postura de los empresarios dice que su uso puede afectar el vehículo.
El especialista Cristóbal Ramos Ramírez, ingeniero automotriz, difiere. Dice que a a la fecha no existe un estudio que compruebe que el uso del biocombustible puede afectar un motor; no obstante, precisa, que los motores de los vehículos sean asiáticos, europeos o americanos fueron fabricados para ser utilizados con gasolina derivada del petróleo, con un octanaje máximo de 92, el mismo que recomienda la empresaria del etanol.
Una sustancia con un octanaje superior, agrega Cristóbal, sí puede dañar al sistema de combustible, como la bomba, el filtro, las ligas y los sellos. “Se necesitaría abrir un motor que haya trabajado todos estos años con Oxifuel, para poder ver el desgaste y ver si hubo o no más de lo previsto”.
Lo anterior, explica, debido a que la gasolina Magna o Premium es un enfriador, mientras el producido a base de caña es seco.
Aunque se reserva recomendar el uso del combustible alterno, sugiere en que si el conductor opta por el etanol, debe de utilizarlo 30%, luego de que el auto tenga 70% de gasolina Magna, para evitar que se rebase el 92% de octanaje.
Pero advierte que el automovilista debe valorar si el ahorro por el uso de etanol será favorable o contraproducente en un futuro, si se comprueba que daña al motor, que cuesta entre 17 y 40 mil pesos, según la unidad.