Parteras, una mejor manera de dar vida en Oaxaca
Con base en conocimientos de medicina tradicional, dan seguimiento a embarazadas, tras el aumento de violencia obstétrica
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Desde hace dos años el equipo de Parteras Diosas de la Oxitocina, decidió comenzar a reunirse para compartir conocimientos sobre partería. “Somos creyentes de que las mujeres juntas podemos hacer cosas grandes”, explica Margarita.
Priscila, partera desde hace cuatro años; Zoila, médico de profesión y partera desde hace 28 años; Margarita, partera desde hace ocho años; Lila, partera desde hace 10 años; Sofía, partera desde hace cuatro años, y Judith, partera desde hace ocho años, conforman el equipo que desde entonces se dedica a acompañar a las mujeres desde la planeación de sus hijos, el parto, el postparto y las etapas de crecimiento de los bebés.
Además, ofrecen a la comunidad otros servicios como sobadas, limpias, reiki, tetahili, masajes, homeopatia, herbolaria, flores de bach y diversos servicios como la toma de papanicolaou que van enfocados para atender a las mujeres.
“Un proceso de nacimiento te enriquece la vida”, aseguran. Unidas por su amor a la vida y su servicio a ésta a través de la partería, las Diosas de la Oxitocina acompañan a toda la familia en el proceso de nacimiento.
Judith destaca que el enfoque de la partería no sólo tiene que ver con la parte física, sino que el acompañamiento de las parteras incide también en la parte emocional y social de las mujeres en el proceso para convertirse en madres.
Por su parte, Lila, quien brinda servicio en la comunidad de San Francisco Lachigoló, reconoce en la partería una oportunidad para trabajar por el bienestar de las mujeres de las comunidades rurales y sus familias a tener un acompañamiento desde antes de la concepción. “Es una etapa que no solamente viven las mujeres, sino todas las familias... pero encontramos la necesidad de acompañar a las mujeres en el proceso de dar vida”, explica.
Zoila apunta que en un principio se reunieron por la necesidad de saber más sobre su oficio, pero a lo largo del tiempo han cuestionado su papel para poder ayudar a través de sus conocimientos una mejor atención a las mujeres.
Alternativa milenaria
Convencidas de que la decisión de dar vida debe estar rodeada de un ambiente de amor y armonía, el grupo de mujeres ofrece precios accesibles a la comunidad.
La partería explora los conocimientos de la herbolaria, los masajes y la medicina tradicional para aplicarlos en el acto de dar vida, para las Diosas de la Oxitocina, las mujeres necesitan conocer las opciones diferentes que existen para poder completar ese proceso. No obstante, la partería, en este caso, ofrece atención cálida, con un enfoque humano y a precios accesibles para la mayoría de las familias.
Continuamente, las Diosas de la Oxitocina solicitan donaciones de material a organizaciones, además, reciben donativos de ropa y artículos para bebé, pues atienden a mujeres con posibilidades escasas. Tiene sus instalaciones en la colonia Libertad, en la ciudad de Oaxaca, y además ofrecen información a mujeres interesadas en sus servicios, a través de su página de Facebook.
Un enfoque diferente
Zoila, quien se formó en la medicina alópata, indica que el sistema de salud está rebasado en su capacidad, por lo que la partería representa una opción viable para las futuras madres.
Generalmente, en los hospitales se considera a los embarazos como una enfermedad; no obstante, precisa, según cifras del sector salud, hasta 90% de los embarazos sanos culminan con partos sanos.
Ella, la partera del grupo con más experiencia, calcula que por año ha atendido de 12 a 25 partos; la práctica propicia que las parteras adquieran conocimientos para controlar situaciones de emergencia durante los partos.
Cifras alarmantes
En México, alrededor de siete mil mujeres al día padecen de violencia obstétrica en diversas clínicas y hospitales, según las cifras del Grupo de Información en Reproducción (Gire).
En Oaxaca la realidad contrasta a las ilusiones de convertirse en madre; de acuerdo con la Red en Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (Ddser), 80% de las mujeres indígenas embarazadas han sido víctimas de violencia obstétrica.
En 2015 Oaxaca ocupó el tercer lugar en mortalidad materna, con 26 decesos, de acuerdo con datos del Observatorio de Mortalidad Materna en México.
En ese año en México, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), se registraron mil 78 defunciones por complicaciones del embarazo, parto o puerperio. Con esta cifra, el índice de mortalidad materna es de 56 fallecimientos, por cada 100 mil nacidos vivos.