Tras sismo del 7-S colapsó red de drenaje en Juchitán
Terremoto y maquinaria usada en la reconstrucción “apretujaron” tuberías , las afectaciones se extienden en unos seis kilómetros
El ambiente es irrespirable. Las aguas negras desbordan las calles, caen al río Los Perros y contaminan el espejo lagunar de Playa Vicente, donde los pescadores batallan para capturar el producto que después venden en esta ciudad.
Antes del terremoto del 7 de septiembre, la red del drenaje municipal, que arroja 300 litros de aguas negras por segundo, ya estaba en deterioro por el azolve y la falta de mantenimiento.Tras el sismo, el subsuelo apretujó las carcomidas tuberías de concreto simple y terminó de colapsar las líneas.
Manuel Matus, director de Obras Públicas municipal, afirma que de los 12 kilómetros que tiene la red del drenaje, más de la mitad está totalmente colapsada, lo que provoca fugas de aguas residuales en el sur de la ciudad.
Por esa razón, secciones como la Cuarta, Quinta, Sexta, Séptima, Octava y Novena tienen afectaciones severas, pues en esos barrios toda la red presenta afectaciones. Además, hay otras zonas donde el azolve se complica por la falta de mantenimiento, explica Matus.
Drenaje antiguo
El ingeniero químico Iván Hernández Martínez, quien durante años coordinó la operación de la planta de tratamiento de aguas residuales de la ciudad, explicó que la red de tuberías subterráneas data de hace más de 30 años y ya llegó al término su vida útil.
En 30 años, dijo, no hubo voluntad de las autoridades municipales para darle mantenimiento a la red del drenaje que con las lluvias se azolvó con el sedimento de la tierra. Después del temblor toda la tubería se dañó, explicó el especialista en conservación de los espejos de agua.
Para Hernández Martínez, el paso de la maquinaria pesada para demoler y recoger los escombros de las viviendas dañadas por los sismos del 7 y 23 de septiembre, también contribuyó a colapsar toda la red de la tubería del drenaje municipal.
Sin dinero para subcolector
Aunque las actuales autoridades municipales aseguran que se invirtieron 20 millones de pesos para rehabilitar parte de la red de drenaje, admiten que el problema persiste y que se ha convertido en un riesgo para la salud.
A finales de febrero de este año, las autoridades municipales se reunieron con técnicos de la Comisión Estatal del Agua (CEA) para presentar el diagnóstico y la propuesta de construir un nuevo subcolector de 4.2 kilómetros de longitud, con un costo de 64 millones de pesos. El problema es que el ayuntamiento no tiene el dinero, por lo que pidieron al gobierno de Oaxaca una mezcla de recursos; aún no hay respuesta.
Matus, el regidor de Obras Públicas, asegura que por el momento sólo se van a rehabilitar dos tramos de unos 166 metros de largo, que tienen las condiciones más críticas. En total son 34 los tramos dañados, cuya extensión es de entre 100 a 200 metros, y que juntos suman seis kilómetros.
Para Iván Hernández esta medida no es suficiente, pues debe rehabilitarse también la planta de tratamiento de aguas residuales que se encuentra al sur de la ciudad y dejó de funcionar desde septiembre del año 2016. Procesaba 70 litros por segundo, algo así como 20% del total de la descarga de la red municipal.
Al respecto, Manuel Matus explicó que el proyecto del subcolector de 64 millones de pesos, que sigue en el aire, incluye la rehabilitación de la planta de tratamiento. Mientras se consigue el dinero, las personas siguen soportando la peste de las aguas negras.