Pequeños taekwondoínes traen medallero a Tuxtepec
Los deportistas, de 14 años, destacan en la rama de formas, han acumulado diversos campeonatos a nivel internacional
Su niñez ha transcurrido entre competencias y entrenamientos de taekwondo, el deporte que los llena de vida y desde hace varios años de éxitos, con el impulso de su familia.
Decenas de medallas de oro, plata y bronce forman parte del acervo creado por William Arroyo Reyes y Vianey Beristáin, dos primos y deportistas tuxtepecanos, de 14 años de edad, dedicados al taekwondo en la rama de “poomsae” (formas).
Sus triunfos en competencias nacionales e internacionales, como son los Panamericanos, también son resultados de esfuerzos económicos propios, pues poco reciben de la Comisión Estatal de Cultura Física y Deporte (Cecude) de Oaxaca y de la Comisión Nacional de Cultuta Física y Deporte (Conade), de la que perciben apoyos más constantes.
William inició en este deporte a los cuatro años de edad y a los siete se inició en las competencias. En 2013 participó en su primera olimpiada nacional, donde ganó la medalla de oro.
En su reciente participación Campeonatos de Taekwondo, del Abierto de Estados Unidos 2018, regresó a casa con tres medallas de oro y una de plata. A inicios del 2017 destacó en el campeonato abierto en Las Vegas, Estados Unidos, y en Lima, Perú, en 2016.
Vianey Baristáin Arroyo, por su parte, inició su carrera a los seis años de edad; primero como taekwondoin de combate, para después preferir la categoría de formas.
Vianey acudió este año, por primera vez, al Campeonatos de Taekwondo del Abierto de Estados Unidos 2018, donde obtuvo una medalla de oro, una de plata y dos de bronce. En el Panamericano de Costa Rica 2017, su primera participación en el extranjero, ganó una medalla de oro en equipo.
Familia, el mayor apoyo
La carrera de William inició en casa y con el ejemplo de su padre, Víctor Hugo Arroyo, quien es el entrenador de ambos.
“La familia literalmente hace todo por nosotros”, indica Vianey, al precisar que las rifas y colectas son una de las actividades que realizan sus familiares para recaudar fondos y con ello poder viajar a las competencias.
Los deportistas oaxaqueños lamentan que el taekwondo en formas aún no obtenga el reconocimiento de las autoridades.
“Ya sabemos que el apoyo es poco, por eso buscamos por propios medios y demostramos que esta parte del deporte vale mucho la pena. No somos cualquier deporte, ya somos potencia mundial”, asevera William.
Parte de su éxito, apuntan, lo deben a las facilidades que les brinda la escuela secundaria en la que estudian: son accesibles con permisos para sus competencias y los apoyan con una beca.