Biólogos impulsan el cultivo de hongos comestibles en Oaxaca
Producen micelio, del cual nacen las setas; campesinos de 4 regiones lo compran a bajo costo.
En este laboratorio los granos de trigo se convirtieron en los troncos de árboles para la creación del micelio, cuerpo celular del hongo, del cual se produce la seta que comúnmente se come en Oaxaca.
Desde 2017, tres biólogos y dos docentes de la organización juvenil Hongos Müsh se volvieron la opción para los productores de Oaxaca para el abasto de la “semilla” de hongo. Desde entonces, más de 20 campesinos de la entidad ya no importan el micelio de otros estados, sino que lo adquieren directamente en territorio oaxaqueño, lo que les representa una reducción de costos.
Aquí, en un cuarto de laboratorio ubicado al norte de la ciudad de Oaxaca, el biólogo Miguel Sandoval se encarga de la fabricación de esta “semilla”.
La fabricación de la "semilla" se realiza en recipientes estériles y en la oscuridad.
A temperatura ambiente, sin luz y en recipientes estériles, nace el micelio; su producción comienza con la purificación de las esporas del hongo, las cuales son colocadas en medios de cultivo, a los cuales se les añaden semillas de trigo para que crean que es la madera y pueda desarrollarse el grano que dará vida a este organismo.
Después, la mezcla es trasladada a otro recipiente con trigo, guardado en una cámara oscura y en temperatura fresca, donde en unos 22 días nacerá el micelio.
“El hongo, biológicamente hablando, no es una planta ni un animal, incluso para cultivar a las plantas las ponemos al sol para que crezcan. El hongo, si lo ponemos al sol, se muere, por eso necesita oscuridad”, explica Miguel.
Cada kilo se vende a los productores a 40 pesos, éste puede generar hasta 15 kilos.
Así, Miguel y Zulma Bolaños, quienes encabezan este proyecto, venden la “semilla” de hongo a los productores de las regiones de la Mixteca, Sierra Norte, Costa y los Valles Centrales. Cada kilo lo venden a 40 pesos, con vigencia de tres meses afuera del refrigerador y en refrigeración hasta seis meses; cada uno garantiza la producción de 15 kilos de hongos comestibles.
Ahora, los jóvenes emprendedores diseñan una caja para la producción del hongo seta en los hogares de los oaxaqueños. El proyecto comenzó hace seis meses y a la fecha continúan en el diseño y en la experimentación. El objetivo, asegura Miguel, es impulsar la producción en las familias de zonas urbanas, pues cada vez menos se dedican a esta actividad por falta de espacio y tiempo: “El campo es lo que nos alimenta, se debe fomentar”, resalta.
Para ello, trabajan en el funcionamiento de la caja para garantizar la producción del hongo comestible y evitar su contaminación. Hasta ahora, ya han definido que será en una base de palma, a la que le añadirán una mezcla de amaranto, cañuela de maíz, olote y totomoxtle, para reemplazar el ambiente del bosque, e integrarán el micelio, para que después de dos semanas pueda cosecharse este alimento en casa.
Los granos de trigo cumplen la función de simular ser troncos de árboles en la crianza.
Después de concluir las pruebas, iniciarán la comercialización de estas cajas que pretenden hacer retornables. De esta manera, cualquier oaxaqueño podrá producir el hongo seta en su hogar, sin necesidad de que sean cultivados en el campo.
Hongos Müsh —palabra en mixe que también significa hongo— es una organización de profesionales dedicados al cultivo de hongos comestibles y medicinales, como alternativa para la soberanía alimentaria. En el año 2016 lograron el equipamiento de su laboratorio al recibir apoyos del Instituto Nacional de la Economía Social (Inaes) por un monto aproximado de 160 mil pesos.