Reconstrucción de aulas en San Mateo lleva 10%
Alumnos siguen en salones de carrizo desde enero; las lluvias y mar de fondo propician cese de clases
Las tres aulas de carrizo apenas y miden 12 metros cuadrados cada una, el mobiliario lo componen 25 sillas hacinadas y un pizarrón colgado cerca de la puerta. Los techos y las paredes, a pesar de estar bien tejidas, no ayudan en mucho a proteger a los niños del sol y la lluvia.
Las aulas provisionales de la Escuela Primaria Indígena Constitución las construyeron los padres de familia en enero, cuando el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), a través del Instituto Oaxaqueño Constructor de Infraestructura Física Educativa (Iocifed), se comprometió a demoler los seis salones dañados por el sismo del 7 de septiembre.
Nueve meses han pasado desde el sismo y cinco meses desde que se construyeron las aulas de carrizo, y no hay para cuando se reintegre la vida escolar normal, los trabajos de construcción de las nuevas aulas sólo llevan 10%, mientras el paro de labores, las lluvias y el fenómeno del mar de fondo dificultan la educación de 136 niños huaves.
La primaria de la colonia Cuauhtémoc, agencia de San Mateo del Mar, está ubicada a medio kilómetro de la costa y durante el fenómeno del mar de fondo el agua estancada que rodea las instalaciones alcanza hasta medio metro de altura en la calle, lo que obliga a los directivos a suspender clases.
Pero no sólo el mar es un enemigo, las fuertes lluvias ya perforaron los techos, cuando el mal tiempo los agarra por sorpresa, los niños corren a resguardarse en las aulas dañadas y que aún no se han demolido, esperan hasta que la lluvia pase para regresar a clases o mejor se van casa.
“Es difícil la situación, llevamos cinco meses así, tres grupos de niños toman clases por la mañana y por la tarde tres grupos más, así logramos sacar el ciclo. No trabajamos al 100%, cómo, si no es el calor, la lluvia o el mar son los temblores que siguen. No es normal estar así, aun así, seguimos y cumplimos con nuestra obligación, pero los fenómenos naturales nos obligan a suspender”, afirmó el director Claudio Quintanar Gonzales.
En la cabecera municipal un total de 400 niños de la primaria Emiliano Zapata, del barrio Espinal, toman clases en 10 aulas provisionales de carrizo que construyeron los padres de familia porque los 20 salones están inhabitables.
Las aulas fueron construidas cuando la dirección de la escuela les informó que Protección Civil y las instancias educativas dictaminaron que el plantel tenía daños mayores y “no era factible” que los 400 niños tomaran clases en los salones fisurados porque los ponía en riesgo.
Juan Salomón Canales, director de la primaria, informó que para no perder clases, debido a que el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (Inifed) no ha comenzado con los trabajos de demolición y reconstrucción de aulas, se determinó construir los espacios de carrizo, material liviano que abunda en la zona y con el que los huaves construían sus casas en la antigüedad.
El municipio de San Mateo del Mar cuenta con 27 escuelas, de las cuales 11 son primarias, 10 kínder y seis de educación inicial, todas del sistema indígena bilingüe. Tanto de la cabecera como de las agencias tuvieron daños por el sismo.
...Y en San Dionisio del Mar se desbaratan
Cuatro aulas provisionales que levantó el Instituto Oaxaqueño Constructor de Infraestructura Física Educativa (Iocifed) en la primaria Pablo L. Sidar, que sufrió daños en los sismos de 2017, se están desbaratado a cuatro meses de uso, informaron directivos de la escuela.
Las aulas tienen una estructura de acero que se expone al interior y está cubierta por paneles de 10 centímetros que se están despegando, por lo que fueron sujetados con alambre y trozos de madera.
Además, el sistema eléctrico hace corto circuito en una de las aulas, por lo que no enciende el ventilador y los alumnos deben soportar temperaturas de más de 40 grados sin ventilación.
Alejandro Matus Ramos, director de la institución que tiene más de 100 años de antigüedad, explica que estas aulas fueron construidas en dos semanas y desde que las entregaron presentaban fallas, como terminaciones filosas, que fueron reparadas sólo en 50%. “Ya resistieron los primeros vientos, pero no creemos que aguanten las lluvias porque ya se están desbaratando, son muy frágiles y eso que cuestan más que las aulas de concreto tradicionales”, dice.
La primaria Pablo L. Sidar es la única escuela en San Dionisio del Mar que sufrió daños graves por los sismos de septiembre. De las 14 aulas que tenía, ocho fueron demolidas.
A nueve meses, la construcción de las cuatro aulas nuevas apenas lleva 10%, la empresa comenzó la base, pero está en espera de que el gobierno le pague para continuar. Las otras cuatro aulas ni siquiera se han trazado.