Oaxaca es origen, tránsito y destino para trata de personas
Pasó de ser sólo lugar de captación de víctimas, a ser una de las rutas de migrantes: Segego
Todo parecía perfecto para Natalia, estaba por cumplir sus quince años, sus calificaciones eran buenas y había encontrado “el amor”; quizá, entonces, la excepción era la mala relación que llevaba con su mamá.
A Raúl lo conoció por Facebook, era un amigo de su prima. Durante seis meses charlaron a través de la red social hasta que descubrió que estaba enamorada y él le correspondía.
Aunque Raúl era mucho mayor que ella, la edad no parecía un impedimento y pronto las conversaciones cambiaron por visitas cuando ella salía de la secundaria, al norte de la ciudad, donde cursaba el tercer grado.
La historia de amor se torció cuando, a petición de Raúl, Natalia empezó a prostituirse, al igual que su prima. La mayoría de los días pasaba por ellas y las llevaba a “dar un servicio”, luego las regresaba a la escuela.
El caso de Natalia se repite en Oaxaca con más recurrencia de lo que se piensa. De enero de 2016 a julio de 2018 el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) reporta un total de 35 víctimas de trata de personas en la entidad: 27 en 2016, tres en 2017 y cinco hasta julio de 2018.
Aunque las cifras muestran un desplome de las víctimas de 2016 a 2017, también señalan un repunte en los primeros siete meses de este año. Además, en ese mismo periodo reportan 19 víctimas de corrupción de menores y 281 por otros “delitos contra la sociedad”.
Si bien, el delito de corrupción de menores se ha mantenido casi estable en estos años (16 víctimas en 2016, 19 y en 2017 y el mismo número en lo que va de 2018), los “delitos contra la sociedad” se han incrementado a más del doble, pues pasaron de 125 en el primer año, a 138 en el segundo y a 281 hasta julio pasado.
Según el Registro, Clasificación y Reporte de Delitos y Víctimas del SESNSP, estos delitos incluyen conductas como proporcionar inmuebles “destinados al comercio carnal”, explotación de grupos desfavorecidos e inducción a la mendicidad.
La cifra negra —casos que no se denuncian—, supera en 90%, un problema que Juventino Pérez Gómez, fiscal para la Atención a Delitos de Alto Impacto perteneciente a la Fiscalía General, identifica como uno de los principales obstáculos para combatir la trata de personas, pues cuando algunas víctimas son rescatadas se niegan a actuar contra sus tratantes.
Oaxaca, tránsito y destino
Raúl convenció a Natalia de hacer “servicios” en Puebla los fines de semana “para ganarse un dinerito extra”; su ausencia en la secundaria comenzó a ser más frecuente y la relación con su madre se deterioró más. Luego, su novio y tratante la convenció de escaparse con él a otro estado.
La denuncia sobre la desaparición de Natalia ante la entonces Procuraduría General de Justicia; su prima dio pistas de lo que sucedió, pero no había forma de saber dónde encontrarla. Se recorrieron decenas de bares y centros nocturnos en Puebla sin ningún resultado.
El tiempo pasó hasta que Natalia le llamó a su madre para suplicarle ayuda, le dijo que ya no aguantaba, pues la obligaban a atender hasta 20 hombres al día. La lada del teléfono era de Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Corporaciones policíacas de ambos estados lograron encontrar el lugar donde Natalia era explotada y montaron un operativo para rescatarla. La joven estaba irreconocible, entre otras cosas, la obligaron a aumentar el tamaño de sus senos.
“Oaxaca no sólo es un lugar de captación de mujeres para la trata de personas con fines de explotación sexual, también es tránsito y destino”, afirma Edna Liliana Sánchez Cortés, subsecretaria de Prevención de la Violencia Contra la Mujer de la Secretaría de la Mujer Oaxaqueña (SMO).
Asegura que la mayoría de las niñas y mujeres que son “captadas” se las llevan fuera del estado, incluso ha habido rastros de ellas hasta Japón.
Para la funcionaria, el delito no terminará en tanto no se ataque una de las principales causas: los consumidores. Los hombres que acuden a lugares de prostitución y lo toman como “una cuestión simpática”, dice.
Joaquín Velásquez Cevallos, subsecretario jurídico de la Secretaría General de Gobierno (Segego), agrega que, al ser ruta y traslado de migrantes centroamericanos, la entidad es factible para la comisión de este delito, a lo que se suma que el estado también se considera un destino del turismo sexual.