Teotitlán del Valle estrena Centro Cultural Comunitario
Ofrecerá al público unas 2 mil piezas tradicionales; dará oportunidad de atraer turismo e ingresos, dicen
Con la intención de acercar el legado cultural de Teotitlán del Valle a las nuevas generaciones, este 18 de agosto será inaugurado el Centro Cultural Comunitario (CCC) de la población, mismo que en 2017 recibió el premio Cemex en la categoría Espacio Colectivo.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Cristal González, secretaría municipal de esta comunidad zapoteca, explica que se busca que el centro “sea un espacio vivo y dedicado a la juventud”, y que se consolide como un atractivo para la comunidad.
Gracias a este inmueble, creado por el estudio Productora, la comunidad ha comenzado a recibir turismo arquitectónico que busca atestiguar la manera en la que se ha integrado al entorno.
La construcción, por ejemplo, fue diseñada para que su altura no rebasara la del templo católico, considerado como el sitio más importante del municipio.
“A raíz del premio, la gente ha querido visitar el centro para ver la construcción y su diseño, lo que nos ha permitido ampliar la gama turística que consume y genera derrama económica para la comunidad”, dice González.
Lo anterior, debido a que artesanos y la población encuentran en este centro una oportunidad para acercar turismo y generar ingresos, dado que desde las movilizaciones de 2006 la economía local se vio afectada; por ello, cuentan con un punto de venta que se rotará entre artesanos para que comercialicen sus productos.
“Se prevé que, a la larga, el espacio pueda sostenerse por sí mismo, estamos analizando posibles tarifas, costos de cursos y pruebas pilotos de cómo podría funcionar mejor para su autogestión”, agrega la funcionaria.
Preservar la cultura
No sólo se trata de una apuesta económica o turística, Lluvia Sepúlveda, museógrafa del CCC, explica que uno de los objetivos es la preservación de la cultura zapoteca y por ello se diseñó un taller dedicado a la enseñanza de esta lengua.
El CCC también contará con una sala de exhibición permanente en la que se resguardan objetos, como trajes tradicionales y arte en cera, además de un espacio para que acudan bandas musicales de la comunidad. En total se exponen unas 2 mil piezas.
“Un centro cultural tiene que ser un espacio que detone cosas al interior de la comunidad y tenga un impacto al exterior. La idea es que sea un espacio vivo, donde predomine la interacción”, dice.
El inmueble requirió una inversión de 28 millones de pesos, procedentes del Ramo 23, mientras que las piezas museográficas se adquirieron a través de las secretarías de Turismo estatal y federal, con un monto aproximado de 5 millones de pesos.