Sismo ahuyentó a los camarones en altamar
Pescadores del Golfo de Tehuantepec pedirán a las autoridades que les permitan ampliar la temporada de captura, ante la severa escasez
El pescador Amos Rojas Gutiérrez mira para un lado y otro en busca de respuestas a lo que considera inexplicable: “No entiendo por qué, pero cada vez que tiembla los camarones como que se espantan y huyen del mar. Ya no podemos pescar”, dice pensativo.
Él es uno de los 412 pescadores de altamar que integran la flota camaronera de Oaxaca; en cada temporada de captura, de septiembre a marzo, buscan al crustáceo en el golfo de Tehuantepec para vender en el mercado nacional o exportarlo.
El terremoto del 7 de septiembre sorprendió a los hombres del mar en sus casas, y fue hasta días después cuando salieron a tirar sus redes. “En altamar nos sorprendieron varias réplicas y, cosa curiosa, los camarones desaparecían, como si se espantaran, se iban a lo profundo”, explica. Tras las constantes réplicas sísmicas que “espantan” a los camarones, los pescadores piden que las autoridades les permitan ampliar la temporada de captura hasta mayo o junio.
Esta temporada será muy mala para la flota camaronera de Oaxaca, diagnostica Amos Rojas Gutiérrez, quien dice que en la temporada pasada, 2016/2017, obtuvieron 840 toneladas de camarón, lo que representó una derrama económica de 154 millones de pesos.
Desciende producción
La producción del camarón de altamar ya registra severos descensos en esta temporada de 2017/2018, a causa de los sismos y los fuertes vientos del “norte”, dice el dirigente de las asociaciones pesqueras de la entidad, Anselmo López Villalobos.
Desde el 7 de septiembre, cuando el terremoto destruyó miles de viviendas en el sur de la entidad, “la actividad pesquera ha tenido repercusiones negativas”, con más de 10 mil réplicas que se han registrado en las profundidades del golfo de Tehuantepec, coincide Amos Rojas.
(En la temporada 2016/2017, los pescadores obtuvieron 840 toneladas de camarón. Foto: Alberto López. EL UNIVERSAL)
“Hace un año, de septiembre a la primera quincena de diciembre de 2016, cada barco traía en su ‘panza’ entre ocho a 10 toneladas de camarones; ahora, en ese mismo periodo, no lo va a creer, sólo traemos la mitad. ¿Dónde están los camarones? ¡Huyeron! ¡Se espantaron!”, añade.
Por ahora, nadie tiene una explicación basada en la ciencia a la cuestión de por qué después del terremoto del 7 de septiembre y las constantes réplicas, los bancos de camarones detectados por los pescadores se fueron a las profundidades. Sólo en esta semana, comentan los pescadores, la producción de camarón de exportación y de consumo nacional alcanza apenas el 50%.
El responsable del Centro de Investigación Pesquera (CRIP), del Puerto de Salina Cruz, Oswaldo Morales, dice que aún no cuentan con un mecanismo que determine si el terremoto y las más de 10 mil réplicas ahuyentaron a los camarones de sus áreas de pesca.
Sin embargo, agrega que desde el inicio de la temporada de captura de altamar, el CRIP detectó una disminución en las tallas de los camarones, que podría estar asociada con la escasa migración de lagunas al mar, derivado de la pesca lagunar en periodos de veda.
Antes de que concluya este año, los representantes de los pescadores, quienes capturan camarones en el golfo de Tehuantepec, solicitarán ante la Dirección General de Ordenamiento Pesquero de la Comisión Nacional de Pesca (Conapesca), la ampliación de la temporada de captura del crustáceo. Por acuerdo de Conapesca, la prohibición para la captura de camarones en el Pacífico y en las zonas lagunarias entrará en vigor a fines de marzo.
“Nosotros vamos a solicitar que la temporada de captura se amplíe hasta mayo o junio”, adelanta Anselmo López.
Además de las réplicas sísmicas que “ahuyentan a los camarones”, los fuertes vientos provocados por los frentes fríos también han afectado la producción camaronera.
“Hemos tenido rachas [de viento] de hasta 170 kilómetros por hora, lo que obliga a las embarcaciones a regresar al puerto, por oleajes altos. Así como vamos, quizá la producción sea de 400 o 500 toneladas”, dice Anselmo, el representante de los camaroneros.
Un estado costero que no pesca
El otro problema, afirma el pescador, es la falta de apoyos de las autoridades para aprovechar el potencial pesquero que existe en Oaxaca.
Con las cifras en la mano, López Villalobos destaca que aunque Oaxaca cuenta con 596.7 kilómetros de litorales costeros, 150 mil hectáreas de sistemas lagunares, 78 mil hectáreas de aguas interiores (presas) y más de 60 mil hectáreas de terrenos susceptibles para ser aprovechados.
Pese a los recursos que tiene, la entidad se colocó este año en el último lugar en producción entre los 17 estados costeros del país, explica Anselmo.
“Aunque parezca increíble, Puebla y el Estado de México, sin tener costa ni mar, nos superan como estados productores de pescados y mariscos”, lamenta.