Museo Regional Tuxtepec Casa Verde, 30 años esperando su conclusión

El proyecto cultural, planeado en cuatro etapas, lleva sólo 70% de la primera debido al olvido de tres administraciones municipales, acusan

Foto: Yuridiana Sosa / EL UNIVERSAL
Especiales 19/12/2018 17:45 Yuridiana Sosa San Juan Bautista Tuxtepec, Oaxaca Actualizada 17:50

La historia de este municipio al norte de Oaxaca tiene un espacio destinado para mostrarla. Es un sitio que al paso de casi 30 años de proyecto y nueve de obra parece estar más cerca del deterioro que de la conclusión del inmueble que albergaría parte de la riqueza cultural chinanteca, mazateca y del sotavento de la Cuenca del Papaloapan.

Se trata del Museo Regional Tuxtepec Casa Verde, una obra planeada por la sociedad civil, proyectada en cuatro etapas, pero que en casi una década apenas cuenta con  70% de la primera, pues su principal obstáculo ha sido por más de tres periodos que  la autoridad municipal  no aporta recursos.

El tiempo de espera registra estragos en las paredes y techos filtrados, cuarteados y hasta vandalizados; además de losetas levantadas a causa de   los sismos.

En  2009, la Dirección General de Vinculación Cultural del Programa de Apoyo a la  Infraestructura Cultural de los Estados (PAICE) del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) otorgó al Patronato Pro-Construcción del Museo Regional de Tuxtepec  2 millones de pesos para arrancar la obra.

El gobierno estatal aportó la misma  cantidad al ayuntamiento de Tuxtepec, pero que no cumplió. El resto, para completar  poco más de 8.8  millones de pesos, lo invirtió el patronato con apoyo de la Fundación Alfredo Harp Helú.

El incumplimiento del ayuntamiento fue motivo, en el año   2011,  antes de culminar la administración de Enrique Peña Nieto, de un nuevo   requerimiento por parte de Conaculta sobre la conclusión de la obra, la cual está imposibilitada de solicitar más recursos en tanto no comprueben su terminación.

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Promesa cultural

Por 19 años, el Museo Casa Verde se mantuvo como un proyecto en papel creado en 1990 por un grupo de ciudadanos organizados para el rescate de la cultura.

La presidenta del Patronato pro-construcción, Ana Llarena de Ahuja, cuenta que desde el inicio de la idea acudieron ante autoridades estatales y municipales, así como a  instancias privadas para solicitar apoyo en  la obra, pero nadie creyó en el proyecto.

Recuerda que  en 1992 el patronato logró la donación del terreno de cerca de 2  mil 400 metros cuadrados, ubicado en la calle de Guerrero, por parte del gobierno del estado con Heladio Ramírez López  (1986-1992). Tenían el lugar, pero no el dinero suficiente para iniciar una construcción que contemplaba cuatro salas de exposiciones como  primera etapa.

Con el tiempo, el proyecto creció a dos plantas para incluir otras salas dedicadas a promotores culturales,  quienes donaron libros y artesanías, por lo que se buscó habilitar un espacio para archivo.

En la tercera etapa se contemplaba una biblioteca en otro edificio, así como el área de restauración para una cuarta fase.

La obra de la  primera etapa comenzó en  2009, con la colocación de la primera piedra por parte del gobernador Ulises Ruiz Ortiz, el filántropo Alfredo Harp Helú y el edil Gustavo Pacheco Villaseñor.

Ana Llarena  detalla que en aquel tiempo el inicio de la construcción del museo era reconfortante, pues era el principio de la primera meta; para la ciudadanía, “un milagro” que se materializaba.

Prevalece apatía

Al concluir la administración de Pacheco Villaseñor en  2010, las siguientes, a cargo de José Manuel Barrera Mujica, Antonio Sacre Rangel y Fernando Bautista Dávila —que finaliza su bienio el 31 de diciembre—, hicieron caso omiso a las peticiones del patronato para el cumplimiento del proyecto.

Ana Llarena precisa que recibieron algunos apoyos mínimos, como 20 bultos de cemento y grava, y una instalación eléctrica  improvisada  con cables remendados que instalaron del alumbrado público hacia el edificio, pero nunca algo que significara la deuda de los 2 millones de pesos.

Detalla que el ex gobernador Gabino Cué otorgó un millón de pesos en apoyo a la deuda del gobierno municipal, pero ni así éste ha cumplido   su parte en  cinco años.

La presidenta del patronato apunta que es gracias a las aportaciones de políticos locales, en calidad de paisanos,  que se logró  el avance de la obra en la planta alta.

El restante de la primera etapa, que es de  30%, comprende el cierre de espacios, como ventanas, protecciones y  puertas.

Las siguientes etapas podrán continuar hasta que el proyecto esté libre de deudas para recurrir a nuevos programas de apoyos, que servirán para el acondicionamiento de los espacios.

El jefe de la unidad Regional de Culturas Populares e Indígenas Tuxtepec de la Secretaría de Cultura, Tomás García Hernández, señala que la falta de un museo en este municipio es una muestra del empobrecimiento cultural que se padece por la ausencia de interés de las autoridades locales para  impulsar el desarrollo desde este ámbito.

Destaca que en Tuxtepec no se han construido nuevos espacios culturales desde la fundación de la Casa de la Cultura Víctor Bravo Ahuja, que entró en funciones en el año de 1976, es decir, hace 42 años.

En esta región del estado, agrega, no existen museos con las características que se buscan en el proyecto Casa Verde.

 

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