Centro Cultural de Yahuiche, un sueño hecho realidad

Pobladores de Yahuiche han hecho este recinto parte de su vida cotidiana, desde hace 6 meses.

Foto: Mario Arturo Martínez / EL UNIVERSAL
Especiales 20/02/2019 16:00 Christian Jiménez Oaxaca de Juárez, Oaxaca Actualizada 16:02

El filósofo Anacletas escribió: “Transmitid la cultura a todo el mundo, sin distinción de razas y de categorías”, estas palabras inspiraron a pobladores de San Jerónimo Yahuiche, quienes levantaron su propio el Centro Cultural comunitario desde hace seis meses.

El Cecuya, como lo llaman, abrió sus puertas desde septiembre pasado para ofrecer cultura a propios y extraños; sin embargo, tomó tres administraciones el poder conseguir recursos para echar a andar el proyecto.

La agente municipal de la localidad, Felipa Franco Olmedo, explica que la idea es “un sueño hecho realidad”, pues por varias administraciones se hicieron gestiones para lograr la construcción, pero fue hasta hace un par de años cuando, tocando puertas, lograron que un diputado federal bajara recursos para el proyecto.

Aunque el dinero no fue suficiente para culminar los dos pisos que son parte de los planos del edificio, desde su apertura —el 30 de septiembre de 2018—, cursos, proyección de documentales, actividades familiares y exposiciones se integraron a la vida cotidiana de la comunidad.

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San Jerónimo Yahuiche tiene alrededor de 10 mil habitantes. De acuerdo con información del Instituto Nacional para el Federalismo y Desarrollo Municipal (Inafed), aunque las viviendas de la comunidad cuentan con los servicios básicos, el nivel socioeconómico de la población es bajo. Los datos destacan que alrededor de 17% de la población es indígena.

Es una agencia municipal de Santa María Atzompa y se encuentra cerca de la Central de Abasto, donde una parte de la población trabaja. Por su ubicación, se considera una zona de rezago social.

“El proyecto nació como una idea para que los niños de la comunidad se alejen de los vicios. Tenemos la encomienda de atraerlos hacia actividades positivas, por eso ofrecemos talleres de danza, pintura y escultura”, refiere Felipa Franco.

Otra parte de la población se dedica al campo, pero la mayoría  de los hombres y jóvenes son cribadores, es decir, se dedican a la extracción de piedras del río Atoyac. Por dedicarse a temprana edad a esa actividad, más de 50% de la población tuvo sólo   educación básica.

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El arquitecto y artista plástico Emmanuel Santos es el encargado de gestionar, proponer y enlazar ofertas culturales que tienen cabida en el Cecuya. La primera exposición consistió en invitar a toda la población a llevar sus fotografías más antiguas para que formaran parte de la muestra.

Hace más de un siglo, Yahuiche era una hacienda poblada por españoles, franceses y campesinos.

Después, agricultores la  compraron a través de un préstamo bancario y repartieron entre  los pequeños y grandes productores todo el terreno. Las familias que hoy habitan el lugar son los nietos de aquellos campesinos.

Por ello, y para crear una conexión entre los pobladores y el lugar, se lanzó la convocatoria logrando la participación de más de 50 personas. Actualmente, el Cecuya cuenta con un taller de música y uno de danza, al que asisten al menos una veintena de niñas y niños. Recientemente, el documentalista Ramón Llaven Zavala y el fotógrafo Daniel Mélendez presentaron en el lugar el documental “Ramón, entre utopías y verdades”.

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El director de la cinta comentó que ésta es la última vez que la historia se presentará ante el público, antes de viajar a diversos festivales y muestras. Para el realizador, la trama que se desarrolla en medio de conflictos sociales y políticos fue bien aceptada entre los habitantes de Yahuiche, quienes abarrotaron la sala de proyecciones.

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