Complica laguna obras en Oaxaca tras sismo

San Mateo del Mar levanta viviendas que resistan inundaciones y sismos. Los pocos habitantes que recibieron apoyo de Sedatu buscan opciones de casas resistentes

El Comité de Voluntarios se encarga de explicar a los damnificados en su propia lengua las propuestas de las constructoras. Foto: Roselia Chaca / EL UNIVERSAL
Especiales 24/12/2017 12:50 Roselia Chaca San Mateo del Mar Actualizada 09:13

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La reconstrucción de las viviendas en este municipio huave avanza de manera lenta. Pese a que algunos damnificados recibieron apoyos de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), el problema radica principalmente en que el desbordamiento de la laguna no les permite avanzar con las obras.

Con el sismo del 7 de septiembre, la mayoría de las casas se hundieron porque están rodeadas de lagunas y de  suelo  muy  muy arenoso, por lo que las empresas y organizaciones que  asesoran las  construcciones esperan el dictamen  que realizó hace un mes el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente de Guadalajara sobre la resistencia de suelo, para construir en un lugar seguro.

Además de que fueron de los últimos en recibir los apoyos, los habitantes de esta comunidad  se enfrentan con la escasez de materiales, pues para conseguirlos tienen que trasladarse hasta el puerto de Salina Cruz, a media hora de distancia.

Por ello la organización Centro Operacional de Vivienda y Poblamiento (Copevi) asesora a más de 100 familias que perdieron sus casas, avalados por la Sedatu, con propuestas alternativas de viviendas de adobe, carrizo y behareque, para que se utilice el material de la zona y que las nuevas construcciones  resistan los sismos.

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A San Mateo del Mar llegaron cuatro empresas constructoras y de asesoramiento  a ofrecer sus propuestas de construcción: Fundación Citibanamex, MIA, Habitat México y Copevi, pero sólo las propuestas de la última son las  que  se acercan al contexto cultural y ambiental del pueblo huave; por lo pronto arrancarán con la construcción de una vivienda ecológica y resistente a los sismos.

Para verificar la efectividad de los proyectos de construcción se conformó el Comité de Voluntarios que se encargan de explicar a los damnificados en su propia lengua las propuestas de construcción, esto con la finalidad de que escojan la mejor opción y no construyan  mal.

Roselia Gutiérrez, integrante del Comité de Voluntarios,  reconoce que la inundación de las casas representa el principal problema de las familias,  pero con la llegada del fenómeno “norte”, la primera semana de diciembre, algunos ya  podrán avanzar en las obras.

“La reconstrucción del pueblo  es lento, como en todo el Istmo, pero aquí nos topamos al fenómeno de las inundaciones de las lagunas; el agua está dentro de las casas y eso provocó en muchos casos los hundimientos, pero   el norte  ayudó en que el nivel del agua bajó. Ahora esperamos el resultado de los estudios de la Universidad de Guadalajara para saber con qué materiales construiremos nuestras casas y en qué zona”, explica.

 Reforzar viviendas contra el agua

Silvio Comonfort Burgoa es uno de los cientos de albañiles con que cuenta  San Mateo del Mar,     uno de los 741 damnificados  y su vivienda  fue una de las mil 800 que resultaron afectadas y que   la Sedatu catalogó como pérdida total, por lo que recibió 120 mil pesos.

El hijo de Silvio, que vive a un costado de él, también vio colapsada su vivienda; en cambio,  sólo recibió 15 mil  pesos porque su casa  fue catalogada como pérdida parcial.

El recurso que ambos obtuvieron no les alcanza para mucho, así que juntaron los apoyos y están levantando una sola casa de 12 por ocho metros. Para que   ésta resista un nuevo sismo, Silvio y su hijo decidieron poner de cimiento dos volteos de piedra de cerro, para que   si la casa es  golpeada por  ondas sísmicas se  dispersen y la construcción no se caiga.

“Lo tuvimos que hacer muy reforzado con piedras de los cerros para que cuando nos toque otro temblor no nos hundamos y el agua de la laguna no nos afecte tanto. Con 120 mil pesos y los 15 de mi hijo no alcanzará, pero es algo. Al final, esta casa que compartiré ahora con mi hijo costará al menos 350 mil pesos, pero en mucho porque nosotros mismos también somos albañiles”, detalló el habitante de la Colonia Juárez.

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