Zurita se recupera tras una emboscada en Los Chimalapas, pero le frenaron su apoyo en Bienestar

Funcionarios le exigieron presentarse en Oaxaca; ella se recupera en el Edomex y tendría que viajar 12 horas

Foto: Alberto Colín/ EL UNIVERSAL
Especiales 24/12/2019 20:35 Ixtapaluca, Edomex Actualizada 20:35

Texto: Alberto Colín

“Querido Santa Clos [sic]: te pido que mi mamita se recupere pronto  y regresemos pronto a nuestro pueblito favorito”, le escribió su hija a Zurita Sánchez Aguilar, quien desde hace un año y medio está en silla de ruedas tras recibir un disparo en las cervicales durante una emboscada en San Miguel Chimalapa.

Ella trabajaba como secretaria de José Medel Jiménez,   excomisionado de bienes comunales de ese poblado, y cuando se dirigían junto con otras dos personas a la capital oaxaqueña, unos hombres dispararon contra la camioneta en la que viajaban; esto ocurrió  el 20 de julio de 2018.

Cuando la mujer de 33 años escuchó las detonaciones, recuerda que trató de resguardarse en su asiento como copiloto, pero una bala la alcanzó, mientras que el exrepresentante, quien iba de conductor, murió por los impactos.

De gravedad, Zurita Aguilar fue trasladada a dos hospitales —General Macedonio Benítez y la Clínica Sinaí—,  mismos que no la recibieron por falta de equipo. Así llegó a un nosocomio privado, donde le dijeron que no volvería a mover ni su tronco ni sus extremidades. Entonces, su terapeuta asignada le recomendó que, si tenía la oportunidad, se fuera a la Ciudad de México para su rehabilitación.

Su familia y ella optaron por salir de Oaxaca con rumbo a la capital del país, a fin de  conseguir una mejor atención. Lograron asentarse en Ixtapaluca, un municipio del Estado de México. 

Atrás dejaron su vida dedicada al campo  para llegar a casa de un tío y tomar terapia en el Instituto Nacional de Rehabilitación, donde  le colocaron ocho tornillos a dos meses del atentado. Así ha sido su vida desde entonces: luchas cotidianas para seguir adelante.  

Aunque ha logrado pequeñas victorias, como movilidad en brazos y  sentarse en su cama para dejar de estar recostada por horas, su semblante cambia al recordar cómo se modificó su vida.

 “Es triste que te cambien la vida de un momento a otro. Puedo estar bien dos o tres días, pero luego veo a mi hija de siete años y me pregunto: ‘¿Por qué a mí? Ella me necesita’, eso me debilita.

“A veces les digo a mis papás que si voy a estar en cama, nos vamos al pueblo, pero ellos me contestan: ‘Si llegamos hasta aquí es porque queremos verte rehabilitada y en San Miguel Chimalapa no tendrás esas oportunidades”, platica.

Para conseguir esa meta, cuenta, requiere un kit de traslado —bandas de ayuda y para sujetar piernas, cinturón de movilización, discos rígido y blando de rotación, tabla de transferencia y un tubular  deslizantes—, con el que le será más fácil pasar de su cama a la silla de ruedas, pues no tiene la fuerza  para hacerlo por sí sola, y a su madre, de 67 años,  se le dificultaría auxiliarla.

 

Ingresos, en riesgo. 

Sin embargo, su progreso podría demorarse, porque, debido a un cambio en la entrega de apoyos del Programa Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad, su depósito bimestral de 2 mil 550 pesos fue pausado.

El alcance de este proyecto ha llegado a 815 mil 833 beneficiarios durante este año, de acuerdo con cifras de la subsecretaria de Bienestar, Ariadna Montiel. 

Con este recurso, tramitado por una familiar en Oaxaca ante la Secretaría de Bienestar cuando Zurita Sánchez ya estaba en la capital del país, paga sus medicamentos, consultas con los especialistas y es su fondo de ahorro para obtener el kit de traslado.

Tres apoyos sí  los recibió, pero después le solicitaron que  el trámite fuera presencial y no a distancia, por lo que no contó con el monto de noviembre-diciembre.

La manera de ir a su entidad  es en autobús, sentada durante al menos 12 horas, un calvario para alguien que no puede permanecer en esa posición por tiempos prolongados, que debe hacerse un cateterismo cada cuatro horas y  adquirir tres boletos, mínimo, con precio de 500 pesos cada uno, sólo para la ida.

Consultada por EL UNIVERSAL, la Secretaría de Bienestar, a través de la delegación de programas federales en Oaxaca, informó que revisaría el caso de Zurita para que pueda recuperar el apoyo pues éste se le entrega "a todos los que lo requieran y que esten en esta situación".

Esa es la esperanza de Zurita y su hijas, pues señalan que dicho apoyo federal es el único ingreso que tienen actualmente.

“Contamos con ese dinero [la pensión para personas con discapacidad], porque mi mamá es ama de casa y mi  papá es campesino, y cuando viene a visitarnos, es herrero”, lamenta.

En tanto, su hija  le acerca a su madre  lo que necesita, esperando que su deseo navideño se cumpla pronto.

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