En todos los delitos ha subido la violencia en Oaxaca

Fiscalía Especializada asegura que para la solución de crímenes se requiere de la cooperación de las víctimas, que a veces “pierden el interés”

El pasado 15 de febrero se registró una ejecución colectiva en un baile popular, en San Juan Lachillaga; siete de las víctimas eran familiares del presidente municipal. (CORTESÍA. ERIK TORRES)
Especiales 26/02/2018 09:10 Juan Carlos Zavala Oaxaca Actualizada 09:41

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En un periodo de siete días exactos, entre el jueves 8 y el jueves 15 de febrero, 12 personas fueron asesinadas en dos ejecuciones múltiples en Oaxaca. En cada uno de los casos las víctimas eran familiares entre sí. La primera de las ejecuciones se registró el 8 de febrero en una ranchería de Tuxtepec. Ahí fueron masacrados cinco integrantes de una familia; dos eran menores. El 15 de febrero se reportó la segunda ejecución colectiva, durante un baile popular en San Juan Lachillaga. Siete personas fueron asesinadas por un comando, seis eran familiares del alcalde de la población.

Esta aparente escalada de muertes es la continuación de la tendencia de 2017, que cerró con mil 23 víctimas de homicidio doloso, la cifra más alta desde al menos once años, cuando en 2006 se contabilizaron mil 77 asesinatos violentos.

Pero no sólo se trata de asesinatos, pues la violencia que se escuchaba de otras entidades alcanzó también a Oaxaca. Este 2018 la cifra de secuestros y robo violento de vehículos  también va a la alza, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

Juventino Pérez Gómez, titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos de Alto Impacto, asegura que el nivel de criminalidad no es de la misma magnitud que en otras entidades e incluso, sostiene que va a la baja.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el fiscal rechaza que exista delincuencia organizada en la entidad y que esté  detrás del aumento de asesinatos, por el contrario, responsabiliza a grupos criminales  de  Veracruz y Guerrero de aumentar la violencia en algunas regiones de Oaxaca, a través de incursiones esporádicas para cometer ilícitos, como secuestros, los cuales asegura que  son venganzas entre criminales.

Aunque el funcionario acepta que hay  aumento en la violencia y en la complejidad de los delitos, dice que Oaxaca “no va hacia la punta, sino hacia abajo”, y recalca que la Fiscalía Especializada a su cargo no ha sido sobrepasada por el número de crímenes de alto impacto  en el estado.

El desinterés de las víctimas

Las cifras contradicen al fiscal. De acuerdo con el SESNSP, los homicidios dolosos aumentaron un 59.6% en el primer año de la presente administración, respecto al primer año del gobierno de Gabino Cué Monteagudo, pues pasaron de 641 a mil 23, y  sólo el primer mes de este año cerró con 76 asesinatos intencionales. Además, el Semáforo Delictivo afirma que las ejecuciones o asesinatos relacionados con el crimen organizado en Oaxaca pasaron de 40% a 52%, entre 2016 y 2017.

A pesar de ello, el fiscal Juventino Pérez asegura que a nivel jurídico “no existe delincuencia organizada en el tema de homicidios, por lo menos a nivel legislativo, porque no existe una agrupación que se dedique nada más a matar, no existe el tipo penal”, indica. 

Respecto a los secuestros, que  incrementaron 59.3%, al pasar de 32 casos en 2016 a 51 en 2017, las víctimas pasaron de 37 a 55, Juventino Pérez dice que la mayoría son privaciones de la libertad entre miembros de bandas delictivas contrarias y que  en menor medida las víctimas son ciudadanos comunes, por las que se piden rescates de  entre  20 y 30 mil pesos.

Otro de los delitos de alto impacto que competen a la fiscalía, encabezada por Pérez Gómez, es el robo de vehículos con violencia, que  pasó de 173 casos en 2016 a 304 en 2017, un aumento de 75.7%, mientras que en la modalidad  sin violencia la tendencia va a la baja, pues pasó  de  mil 588 a  mil 272 reportes, una disminución de 20%. “En  robo de vehículos seguimos en un estándar normal, no tenemos un incremento. Lo que sí ha subido es el nivel de violencia, pero no sólo en robo de vehículos, sino en toda la comisión de los delitos ha subido el nivel de violencia”, apunta.

Sobre la capacidad de respuesta de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos de Alto Impacto, su titular señala que no es posible resolver todos los ilícitos;  que en homicidios se soluciona  15% del total, mientras que en secuestros se resuelve 1 de cada 10 (10%).  En cuanto a vehículos, el fiscal dice que se han recuperado 618 de dos mil 61 vehículos robados, un 30%.

Además, señala que muchas veces los delitos no se cierran, no  por el  Ministerio Público, sino porque las víctimas,  principales fuentes de información,  “pierden interés”. “Trabajamos el tema científico: geolocalización, reconocimiento de voz, intervención de llamadas, retratos hablados (...) Cuando eso  alcanza para judicializar avanzamos, pero cuando requerimos la intervención del familiar y no quiere, entonces tenemos que esperar para avanzar de otra forma”, concluye.

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